Tres personas, íntegramente comprometidas por el Ambiente nacional: Destacando a: GUSTAVO PETRO URREGO, Presidente, nativo del terruño de agua cordobés; MILENA DE LA MERCEDES GONZÁLEZ MENDOZA, alta funcionaria del Ministerio de Ambiente; mujer de bríos y ahíncos caribeños montemariana, embrujados en el verde y el azuloso de las aguas dulces de los ríos, mezclados a través de las montañas, contextualiza el arte diseñado de la Portada hoy.
Son apenas, iconos del deseo transformador por la Gestión del Agua y el Cambio Climático, en que aparece el rol del Periodismo MILENJO, estandarte democrático sin menester de influencia alguna partidista o gubernamental cordobés, por la objetividad del proyecto LEY DE RÍO, tan anhelada iniciativa que ahora vemos convertirse real.
Crónica: HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: PERIODISTA AMBIENTAL DIPLOMADO:
Colombia, Estado republicado de 214 años, creemos y considerado razonable, llegar el momento justo de que, entrar en acciones fundamentales la Ley General Ambiental 99 de 1993, aparejada a la Declaración de Río, sobre la Ley 2111 de 2021. Re queriendo por demás importante, enrumbarse a una Ley de Río, partiendo del único ingenio natural del antepasado Zenú respecto las Terrazas Hidráulicas del Siglo I.
Ley de Río a la colombiana, muy distinta sobre el 92% de la que trata respecto el agua en el país. Pero sí, bastante similar en su cotejo orgánico a la japonesa, siendo aquella, la de mayor estructura territorial en impactos sanos y benéficos a la sociedad humana, a nivel mundo. Puesto que, dos años después de intensa lucha periodística y ambiental, venir empujando criterios necesarios a rigores administrativos en defensa de nuestras fuentes hídricas dependientes de la Hidrografía General de Colombia; por fin este mes de julio de 2024, hemos obtenido un respiro de tranquilidad.
Nos referimos al contacto valioso con el Ministerio del Ambiente, en cabeza de su titular: María Susana Muhamad González, pero a través de: Milena de las Mercedes González Mendoza, alta e hidalga funcionaria portadora de un trascendental borrador, correspondiente y sujeto a discusiones mediante la vía socializadora entre la sociedad nacional. Borrador por cierto atinado a la sostenibilidad medioambiental de tratamiento jurídico de una completa Ley de Río. De acuerdo las exigencias de complejidades atrofiadas y deplorables al mismo estado contaminante y práctica muerte del 33,34% del potencial hídrico componente de las cuencas hidrográficas nacionales: hablando del tema ríos colombianos.
Junto a Milena de las Mercedes González Mendoza, hemos certificado una reunión de caracteres encuentro conversatorio programada para los primeros 15 días de agosto 2024 en Montería, con asistencia y participación primeramente de: personas comprometidas con el Medio Ambiente, luchadoras e inquietas, además de académicos, profesores universitarios, estudiantes de la carrera ambiental, funcionarios de entidades del sector agrario tipo nacional, acreditadas en el Departamento de Córdoba, dirigentes sociales, rectores de universidades, algunas Instituciones Educativas enseñanza media, periodistas comprometidos con el ambiente, campesinos desplazados por el conflicto armado, entre los más allegado. Como principales representantes de ciudadano cordobés.
De lógicas, contarse con seguidillas de encuentros asociados a la temática Ley de Río, hallarse presente la ministra del ambiente y demás funcionarios. Debido lo trascendental de complejidad del proyecto ley a nivel nacional. Contarse acá a nivel Córdoba, la participación de integrantes de la Mesa Departamental Ambiental. Dada la alta necesidad de vincular al proceso, tanto los 30 alcaldes locales, el gobernador, especialmente.
Encharcarse sobre el flujo y componentes de líneas de Agua, determina el encuentro de la (Red Hidrográfica). Puntos de Drenaje o salida de cuencas. Llamadas también, divisiones de Subcuenca (Polígonos). Cuenca y Región Hidrológica e información. Todo este conjunto hídrico, vienen a formar el Ciclo de Agua. Allí donde hallamos definición de avulsión fluvial, que de manera lógica podemos categorizar la importancia de los ríos temporales.
Entre tales premisas, está la esencia de que es el río, yéndonos a la avulsión fluvial, en geología sedimentaria y geomorfología fluvial, la avulsión es el proceso por el cual un río cambia su curso hacia el mar donde de hecho formaliza un nuevo camino o ruta.
La gran mayoría porcentual de los 42 ríos colombianos, sus meandros o las vueltas en curvas, encontramos los llamados Avulsiones en abanico: originales a diario en las bases de las montañas, donde un río sale del cañón hacia valles no confinados u océanos abiertos. En ese orden, a través del área de remanso del río, aparece en deltas de baja pendiente a lo largo de algunas de las grandes vías fluviales del mundo. Todo ello, deltas con carga extrema de sedimentos: produciendo las intensas inundaciones y consigo el transporte de los desechos sólidos empujando las avulsiones muy arriba.
Caracterizadamente, surgen efectos de las avulsiones en los ríos. Atinentes a los cambios bruscos en el curso del río, las avulsiones, son alimentadoras de forma natural la Tierra que se hunde con sedimentos, sin embargo, también crean peligros de inundaciones catastróficas.
Por ejemplo, mientras proporcionan numerosos beneficios ecológicos al entorno, también son capaces de generar grandes desfases catastróficos. Dado que, las avulsiones se les considera como terremotos de los ríos. Sobre estos fenómenos, muchas universidades del continente latinoamericano, como: la Católica de Chile, plantea estudios de Embalse muerto.
Siendo el hallado con un nivel mínimo de agua, por debajo de la toma de agua situada a menor altura, deñ que no se puede extraer el líquido. Sin embargo, cuando un embalse se declara muerto, por nada significa que no pueda extraerse agua nunca más, puesto las lluvias pueden hacer que su volumen de agua vuelva aumentar.
Interesante por lo tanto, identificar tipos de ríos: permanentes o temporales, dependiendo de si el caudal fluye de manera continua o discontinua. Los permanentes son aquellos ríos en los que el agua fluye de manera habitual durante todo el año. Muy contrario, los temporales en que el agua fluye durante un tiempo determinado, existiendo periodos en los cuales el agua no fluye. Espere nuevas crónicas sobre el tema: Revista MILENIO 2024
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