Foto: Transcurrir espacios geográficos de “Selva, Aldea, Tugurios a Urbe”, Montería Ciudad Capital, denota embrujos que encierran magias hasta difíciles interpretarse mediante una “brújula” demarcando el Norte de sus líneas perimetrales; en derribar obstáculos y consolidar la Planeación anhelada, con miras llegar al punto congruente del Desarrollo Urbanístico y Humano.
“BARTOLO JOSÉ”: longevo poblano, criado bebiendo agua del río sacada con las manos. De habla pausada, risa corta, voz fuerte, podría sorprender la sociedad actual, por su acucioso conocimiento, algo como un “autodidacta”. En realidad, sus años vividos, le hacen conocedor de muchos mundos. De extracción provinciana, aunque, “hombre de letras”, gran conocedor de las sociologías “bucólicas” y “citadinas”.
En reciente crónica, le apodamos “el carretillero” describiendo aspectos de Montería ciudad. Hoy, registramos su propia identidad. “Bartolo José”, constituido en “personaje” de la vida social y los modos de ciudades desde el “pre modernismo” hasta nuevos pilares humanos. La temática de hoy, se refiere al dilema referido con la perversidad de algunos candidatos locales.
“Bartolito”, dicho de sus bisabuelos, nos hizo movilizar hasta su posada: una casa donde los vientos salidos del río, hacen revolver los ramales de arboledas tupidas. Brindando una totuma repleta de mazamorra cocida con maíz chorote. Al instante, solicita permiso, de vuelta al cuarto rebusca en su biblioteca confeccionada con astillas de ripios, saca un voluminoso libro, correspondiendo al “libro de su vida”.
Al sentarse de nuevo, muy cerca al reportero, el longevo, sin una cana aún, entre miradas y sonrisas menudas; inicia su alocución, expresando: “ siempre hemos apreciado la utopía, por traernos bondades de seres formados y de buenas costumbres”.
Interrogamos, ¿amigo a que se refiere? Respondiendo corto: “las indolencias de algunas personas dañinas en seguir retrasando los pueblos y ciudades”.
Preguntamos: ¿se refiere a los corruptos políticos? Bartolo contestó: “ellos son parte de los perversos”. Continuando: “ese individuo causa maltrato, manipulación, saqueo al erario público, sus agallas lo vuelven bandido, exhibicionista, masoquista”.
¿Por qué habla de tal manera? Su respuesta fue tajante: “Mire, los recientes casos bochornosos, por encima millares de millones de pesos, son nuevas enseñanzas que se agregan a mis 90 años”. ¿Y que considera de la gente que vota? Tajantemente afirmó: “consideramos tener todavía la ceguera colonial”.
Las frases salidas del alma pura del adulto mayor, claramente conducen al mundo novelesco de la tragicomedia o el mito grecorromano, en que, la fábula giraba a la par de los lingotes literarios de la historia antigua. Historia que en esencia, es la misma del Sinú, ejemplo. El citarse una lingüística caballaresca; de parte del poblano, encierra diversas situaciones de índoles relacionados, tanto con la ciudad capital y el territorio municipal, sobre todo, como se vive el presente, convulsionado y aterrado. Sin verse futuro promisorio.
Momentos hoy que, podrían ingerir de una forma lógica: la ausencia de “ciudadano utópico”. El cual nos referimos, la gran masa de votantes, que alineados, han sido los electores de gobernantes perversos. De inmediato, abarcamos lo de “utopía”, calidad de valor humano divorciada tanto del candidato o gobernante en toda la historia monteriense y, también departamental.
Recordar: “Tomás Moro acuñó en el siglo 16 la voz ‘utópica’ en una obra del mismo título, imaginando una isla desconocida en la cual se llevaría a cabo la organización ideal de la sociedad”. Hoy quinientos años después, la voz de Moro, permanece intacta en la presente sociedad humana, Más aún en la local.
El horrible y bochornoso espectáculo generado en la cúpula “azuleja” donde se gesta continuar la “parcelación” patrimonial del mando o periodo administrativo (2024- 2027), desde la Alcaldía Municipal (millares millonarios de pesos volando), demuestra no solo la desconfianza del candidato, también su desprestigio “ético moral”.
Sin dudas: los últimos gobiernos y gobernantes, sin referirnos a sitio o localidad alguna; han sido patrocinados por “mercaderes” partidistas. Claros vicios que nos deja “la sociedad moderna, que en esencia es insatisfecha, viviendo hombres y mujeres insatisfechos con lo poseído, con su gente, con los demás, con el destino de su raza humana”. (Ultimo soliloquio de Bolívar).
En esa misma línea, “Montería- ciudad capital”, flujo emigrante y migrante, con una población salida de las comunidades pequeñas, han hecho convertir solo nichos tipos de felicidad antigua, más que humanistas vivibles desembocando en las precariedades. Suponer así, el monteriense puede ser feliz o infeliz, experimentar dicha y desesperación, logros y obstáculos o derrotas, espacios buenos o pésimos, hallarse agradado o desagrado; pero por las pésimas administraciones públicas, convive de delirio en delirio.
Usando estilo en “literatura de trayectos” o “literatura de viajes”, podemos concretar un lenguaje corriente, procurando enlodar criterio de trayectos e identidades. En este ámbito, corresponde al ciudadano local, ser moderado en los momentos riesgosos y gozosos. En procura de caminar una ciudad por la vía “Planificación y Descentralización”, pero cómo, andando de par entre la desilusión y la esperanza. Factores esenciales de los que, el 78,87% del nativo o residente urbanizado carece.
Nuestras sienes podrían rechazar, ejemplo, “una sola Montería”, término acuñado a sofismas electoreros, únicamente. Quien lo predice, tampoco podría estar en las decisiones de “una intervención seria y sistemática que haga efectiva y real la participación del ciudadano en cualquier de los procesos de planeación y seguimiento de su ejecución”.
Pues, lograr conocer la identidad tanto del habitante, ciudadano o nativo, también la geopolítica, cultura y sociología en un conglomerado social, este caso “Montería Ciudad”, encierra disparidades de “laberintos”. Su concepto u opinión, nos ayuda descifrar cualquier “rompe cabezas”.
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