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CÓRDOBA: RIESGO SOCIOAMBIENTAL



Contando el territorio departamental cordobés con 2 millones 134 mil 722 hectáreas útiles y aptas de suelos para la actividad agrícola, del total de 2 millones 506.822 totales. De las cuales, 372.100 aparecen distribuidas en humedales, pérdidas de cenagales, inundables por las catástrofes de desbordes de ríos, quebradas y demás generando inundaciones, áreas boscosas deforestadas y minerías ilegales; causa espantos y abismos de poseerse el 85% de suelos fértiles, tan solo 216.466 sobre el 10,14% dedicadas a la agricultura bruta o no tecnificada.


A lo largo de los casi 71 años administrativos del Departamento de Córdoba, es bastante vergonzoso para una casta dirigente bipartidista, siendo hoy en día permeable de vicios corruptos, no exista o se carezca de administraciones ambientales que, por lo menos controle el gran área inundable sobre 48 mil hectáreas, originando desastres socioambientales en desbordes y anegamientos a tutiplén. Hechos inundables causados por desforestación, erosiones de los ríos, caños y quebradas, incendios forestales, avances inmobiliarios sobre las sierras generando contraprestaciones. Entre otras, ríos carentes de agua en tiempos lluviosos y peligrosamente desbordaciones.


En las últimas tres décadas, las subidas de las fuentes hídricas a nivel departamental, debido los anegamientos de sitios urbanos y rurales, tras sucumbir bajo el agua, quedando casas atrapadas, intensidades de cultivos de pan coger, los cuerpos de algunos animales de corral, damnificando millares de familias, por el descuido oficial de los gobiernos regionales y locales, las malas inversiones de recursos económicos estatales ya superan los 6 Billones de pesos. Mientras la situación para este periodo de lluvias 2023, podría empeorar ostensiblemente.


Por cada catástrofe ambiental registrada anualmente en Córdoba, se pueden apreciar funcionarios públicos pasearse con los bolsillos atestados de billetes gruesos; malgastando los dineros estatales llegados por las vías de programas de riesgos.


Lo del titular es solo un ejemplo: debido a razones de llegarse a estas instancias por desconocerse en la población conocida Zenú, perderse la Cultura Humana dentro sus rasgos diversos, en lo espiritual, material y afectivo. Prácticamente en el costumbrismo. Y en cuanto a la misma Cultura Humana tan falseada entre los gobernantes, dado que del 85% del suelo apto para cultivos, tan solo el 10% sea para tal renglón y el 75% dedicado a las ganaderías extensivas, pero de manera improductivas. Caso concreto: las grandes mansiones de terratenientes foráneos, suelen apreciarse solitarias y hasta sin pastos.


La reciente o última ola anegadiza causada por desbordes debidos las lluvias, generó embates socioambientales en 28 de los 30 municipios cordobeses. Triste y cruda realidad, el área territorial de Chimá, municipio con 33.500 hectáreas de superficies, se perdieron 300 hectáreas solo en cultivos de maíz, situación equivalente sobre 895,52%. Todo un desastre medioambiental y, en esa región de Ciénaga Grande, “todo pasa y nada pasa”, un macondo más del Valle del Sinú.


EL ZENÚ VISIONARIO QUE YA NO VUELVE



Veinte mil años referenciando el Siglo I, que los antepasados de los Zenú construyeron probablemente desde esa época precolombina, un complejo sistema de drenaje de 500 mil hectáreas que permitió el control (primer invento en el mundo), segundo de Japón en el siglo III, contra las inundaciones de los dos ríos principales “Sinú” y “San Jorge”, claro está, con mayor territeriorizacion boscosa e ínfima población humana, sobre el hoy suelo cordobés; creerse no volver tan visionaria actitud aborigen.


Hoy menos aún, dada la desaforada y cruel Era Globalizada. ¡Qué horror! Transcurrido todo ese tiempo, con un Resguardo Zenú ahora alienado y apresado por el poder sistémico aún viviente, patentado en supuestas “Mingas” en vez de trabajar por su sostenibilidad social, fomentando bloqueos viales, que impulsado por el capitalismo intentan desestabilizar la institucionalización del Estado Nacional.


Pues entonces, ya empezaron a descifrarse nombres de posibles precandidatos a la Gobernación, pero solo de “papeles” sin conocimiento de sus variables culturas. Cuando el habitante de urbes y ruralidades, afro, aborigen, mestizo, mulato, blanco, de todos los niveles partidistas de las tres cuencas hidrográficas (Foto), ante la desidia de los gobernantes son mantenidos a la espera, por conocer siquiera un amago programático, lo que sigue siendo un completo misterio macondiano.

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