CÓRDOBA: UN NUEVO FUTURO LO DESENCADENARÍA
- mileniolarevista
- 30 oct 2023
- 4 Min. de lectura

Foto: La imagen exhibe variedades de cosas que, es tan difícil y complejo, entenderse entre seres humanos. La presente fotografía, matizada en colores, surge de “Juan Felipe”, quien fuese labrador del Sinú, sobre los años 30, cuando comenzaron a surgir “Los Mocha Cabezas”. Mucho después de la llegada de “los franceses” y adueñarse de las tierras y los recursos naturales del Sinú Medio-Alto.
De “Juan Felipe”, guardamos varias memorias en hojas de cuadernos escritas a lápices. Hoy, extraemos solo esta: “SOMOS LO QUE HACEMOS PARA CAMBIAR LO QUE SOMOS”.
Hoy lunes 30 de octubre, suspiramos de maneras diferentes, aferrados por sobrellevar un periodismo combativo, siempre al lado del buen lector que, sabe interpretar y acatar los senderos libres y democráticos, andando siempre de pie y en guardia de salvar la población departamental hacia mejores estándares en pro de hallar el desarrollo deseado.
Lo de ayer no podemos considerar derrota. Jamás cabría tal expresión en la mente de la rebeldía de un pueblo, aunque encadenado, por el sistema desaforado. Tampoco vanagloriar a los clanes burgueses de siempre. Pero, sí obrar en razón de ser mesurados y respetuosos, sin odios y rencillas.
El propósito a partir de ya, es continuar la ruta hacia un nuevo futuro popular, no aristocrático, menos perverso.
Tomemos de ejemplo la enseñanza del ciudadano de Montería. En lugar por no permitir se apague el pabilo aún humeante por una esperanza de poder. En cambiar muy pronto el venenoso y tóxico vicio de la corrupción.
No solo es, Gabriel Calle Aguas, sino toda esa fuerza humana de votantes que, sin recibir un centavo, se atrevió intentar por romper el espectro macabro de las cadenas y las ataduras en sentido colonialista.
Las oportunidades de ver al joven de estratos bajos y medios, estudiando medicina y periodismo en la Universidad pública de Córdoba, es una razón latente, tras la .mordaza de un gobernante sistemáticamente contrario a la enseñanza oficial desde la escuela.
Córdoba no solo es el, ni los votos sacados a fuerzas del " olor a papel prensado y rotulado con numeraciones. El 29 se perdió una guerra más no la batalla.
Frases las cuales, enorgullecen cualquier narrativa referente con episodios como las elecciones territoriales del domingo 29; en donde, todo fue igual, entre “nosotros mismos”. Cambiando la moneda de una cara a otra, siendo la misma, quizás peor, sin saberse que resultado tendría prontamente, para con una ciudadanía y sociedad ávidas por vidas dignas. Pues, el 29, el ciudadano de a píe, ese que generalmente llega a las urnas animoso por sufragar sin paciones y compromisos, no tuvo la oportunidad esperada; al tropezarse con el otro, que momentos antes se había jactado el estómago, al recibir ínfimas dádivas tiradas sobre sus rostros, enrolladas como las melcochas.
Centrarnos en los comicios del domingo 29, resulta importante interpretar cómo llegan los electores a las urnas. El candidato ganador de la contienda, 532.009 votos (61,03%), el perdedor 271.891 (31,19%). Un somero análisis indica: que es la lógica real, según estudios investigativos MILENIO, del 61,03, alrededor de 46,87% pudo ser acosado rayar el tarjetón. Siendo pues, la misma dinámica electorera en debates para congresistas.
Interpretarse que, a nivel nacional, permea tal corrupción, con mayor énfasis Departamento de Córdoba. Entendiendo, la nula o poca capacidad del candidato o gobernante en las últimas décadas. En el ámbito cordobés, los recientes gobernadores: Alejandro Lyons Muskus, Eduim Besaile Fallad, Orlando Benítez Mora, de hecho, Erasmo Zuleta Bechara, pareciera “su heredero”.
La procedencia electorera de Erasmo Zuleta Bechara, puede considerarse “insoluble”. Viniendo de los hermanos: Eduim y Johnny Besaile Fallad. Alejandro Lyons. El trió, Mara, María Fátima Bechara, Saray Robayo. Continuando: Marcos Daniel Pineda García, David Barguil, Fabio Amín, Julio Manzur, Zulema Jattin, Nora García, Liliana Bitar, Nicolás Barguil, Orlando Benítez y Wadith Manzur. Un de pronto, “el muchacho”, como “heredero”, hasta podría “hipotecar” las finanzas departamentales. Todo es posible, dada la enorme suma millonaria aportada. Sin mirarse siquiera el algún porvenir poblacional.

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Del 46,87% mencionado, alto porcentaje, bien sabía muchos días antes a las elecciones: “Erasmo dará una paliza a Calle”. Modo de pensar el ciudadano irresponsable consigo mismo. “Jactarse” el buche por un día y permanecer hambriento los 364 días restantes del año. Lo grave del asunto, todas las crisis sociales por las que atraviesa el habitante cordobés, nacen de la Corrupción Política y Administrativa.
“Ah que, Calle perdió, por no contar con la Mafia del Poder Económico”. Voz popolis. Precisamente, en eso consistió la rebeldía de 271.891 electores. Muy contrarios a los vicios electoreros. Es que, toda esa “tragicomedia”, amerita escribir una novela titulada: “La otra pesadilla del Boche”. Donde aparece la “turcocracia” dueña absoluta de los poderes departamentales, año por año y década por década.
Lo sucedido en Montería, es capítulo aparte de la escena comediante. Presentaremos crónicas apartes. Entre veces, narrar y escribir objetividades, nos conduce a mirar la sociedad del siglo 30. Aunque, razonando bien, el venidero cuatrienio cordobés, indica “desastres”. Que solo, un liderazgo político, hoy ausente, muy aconsejable, hacia el norte de “un Nuevo Futuro”. Gabriel Calle, el más indicado a serlo. Entonces, escribir atinadamente, es poseer “autoridad moral”.
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