Por Serafín Velásquez Acosta (Poeta, Agrónomo, ex profesor Universitario)
Hoy, cuando en Colombia estamos bajo un nuevo gobierno que le ha apostado al cambio para hacer de Colombia una nación más equitativa donde se pueda vivir sabroso es oportuno volver a leer el poema que Leonor Gómez de Pérez dedicó a los Ingenieros Agrónomos y el cual recitó en la conmemoración de nuestro día nacional, el 24 de noviembre de 1998, en los actos organizados en Barranquilla por la Sociedad de Ingenieros Agrónomos del Litoral Atlántico, SIADELA.
EL AGRO NO SE HA MUERTO
Tras estudios, esfuerzos y trabajos
Juan estaba feliz y esperanzado
Porque en la Facultad de Agronomía
Por fin llegaba el anhelado grado.
Allí en su realidad color de rosa
Embriagado de sueños y de anhelos
Imaginaba el triunfo en cada cosa
Y pensaba que esfuerzo y recompensa
En nuestra actualidad son paralelos.
Llegó con su diploma bajo el brazo
Y la esperanza del primer trabajo
Y a cuanta empresa dirigió sus pasos
Un no rotundo... quebróle la ilusión en mil pedazos.
Pero, se dijo: aún me queda el campo.
Trabajando la tierra con esmero
Conseguiré lo que yo tanto quiero
Sirviéndole a mi patria y a mi gente
Esto será como un pequeño cielo.
Y allí llegó feliz y presuroso
Contempló la llanura y extasiado
Con el verdor de aquel tapete inmenso
Pensó que lo mejor había llegado.
Y poco a poco... Juan fue descubriendo
Que aquél inmenso mar de verdes rizos
No era más que un marasmo de espejismos.
Aquella tierra improductiva y bella
No era libre, era ajena y a sus dueños
Poco le importaban sus desvelos, sus sueños.
Sobre tanto egoísmo pensó Juan con tristeza:
“Otra cosa sería de mi patria querida
si la tierra estuviera lo mejor repartida,
si en lugar de fusiles y violencia asesina
los campos y los ranchos se llenaran de espigas
y ejércitos de agrónomos con semillas por armas
iniciaran entonces una reforma agraria.
Si nuestros gobernantes fueran más nacionales
Y crearan políticas para todos iguales...
Otra cosa sería de mi patria querida”.
Y llorando de rabia y empuñando las manos
Gritó Juan con fiereza:
“El agro no se ha muerto
Ni han matado mis sueños,
yo... seguiré luchando
con fuerza y con empeño”.
Serafín Velásquez Acosta
Montería agosto 21 de 2022
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