HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: PERIODISMO ÉTICO Y SOCIAL
A tan sólo 13 meses, para elegir nuevos congresistas colombianos, periodo 2026-2030, aparejado al presidente de la república. En lo concerniente al Departamento de Córdoba, dada la escasísima y lánguida gestión parlamentaria seccional, respecto los 72 años de historia político administrativa; la gran verdad, resulta hondamente preocupante atrevernos dar conceptos acordes al inmediato futuro territorial.
Impermisible resulta acotar unas acciones ponderadas, en ese lapso de tiempo, sumando 80 congresistas o parlamentarios o legisladores, destacando a: Germán Bula Hoyos, Miguel Escobar Méndez, Edmundo López Gómez, cotejados a una gestión sobre el 16,87%. Promovieron altos debates de cortes nacionales, legislando a ritmos de la Constitución del 86, generando leyes e impulsando desarrollos seccionales en sendas obras viales y estructurales urbanas, equivalentes al 35,86%. Se agregan, Marcos Díaz Castillo, 4,68%, Salomón Náder Náder, curtido en legislación minera, con el 4,05%. Amaury García Burgos, pese algún desliz ético, 3,51%. Juan Manuel López Cabrales, 3,48%, Arcadio Zárate Pérez, 3,28% Arrojando una calificación del 35,57%.
Lamentable, los restantes 72 congresistas o legisladores, incluidos los 11 actuales, inscritos dentro del territorio electoral cordobés, más dos, aunque nativos cordobeses lo hicieron por fuera, una horrible vergüenza decirlo, el ridículo. De una actividad parlamentaria de 72 años, la totalidad de 80 congresistas sobre el 54,35%. Es decir, el solo 18,78% de los 72.
¡Vainas! De estos 11 (periodo 2022-2026), prácticamente sobrándoles 11 meses de gestión, podemos calificarlos sobre un total porcentual de 7,67%. Un poquito significativo a favor de la Reforma a la Salud, Antonio Correa Jiménez, el 2,34%. Pero, la llamada arraigada defensora campesina, Catalina Pérez Pérez, con un 0,01%. Eso con respecto a gestiones para el territorio departamental de Córdoba.
¡Lástima!, los 11 congresistas aparecidos en las primeras líneas de la Portada, en tres años un mes de sesiones, con un máximo de gestión parlamentaria cada uno del 0,69%. En pero, yendo a sistemas contratantes, claro, pudieron recobrar los dineros invertidos en sus campañas, tras donarles cuotas a los inmediatos jefes o directores de cada partido garante.
LEGISLADORES SISTÉMICOS
Cómo que, nuestra constitución nacional, sostenible sobre el 85.91% de sus funciones orgánicas legales, dentro del ciudadano de Colombia, por sus capitulaciones jerárquicas concebibles, incluso, hasta muchas décadas del presente siglo 21: se mantenga en una especie de statu quo, en gran desconocimiento de sus dos poderes decisorios: Legislativo y Judicial.
Aunque no del todo, pero de alguna manera, la actual Carta Magna, contempla ciertas actitudes parecidas a exámenes de la Constitución propuesta por Faleas de Calcedonia. No obstante, haber constituciones que se deben o a simples ciudadanos o a la Filosofía y a los hombres de Estado.
La nuestra, gira por los senderos estatales del poder ejecutivo, a partir del mandato o periodo Petro. Habiendo por aclarar entonces, aproximarnos a los sistemas republicanos hasta el año 2022. Allí, hasta que, el ejecutivo nacional, ha mantenido en estado de alerta al sistemático legislativo, pese las intromisiones de oposiciones a las Reformas Sociales.
Tocaría revisar un tantico, la escasez visionaria y conducente legislativa y el desgobierno en que imperan desajustes estales. Una completa desorganización en las desigualdades de géneros humanos. De allí el mayor acaparamiento de pocas familias en todas las clases de bienes públicos. En los cuales, el país ha venido andando a ritmos errados. Casos reales: La Tierra y el Agua. Dos recursos vitales para la sobrevivencia en la población nacional.
A manera de periodistas erguidos a la transparencia, los episodios vistos, nos refleja este influjo de la igualdad de bienes, desacatada por casi la absoluta participación legislativa, pasando por todas y cada una de las constituciones colombianas, nos asocia a desmanes de índoles políticos. Apoyándonos en la tesis de Faleas, las bases de todo Estado son la igualdad de fortuna y la igualdad de educación.
¿Por cuál educación? Tiene que ser una y la misma para todos. Pudiendo ser una y la misma, para todos los ciudadanos.
Sabiendo que las revoluciones nacen de la desigualdad de fortuna. La multitud nacional de Colombia hoy se rebela a causas de las desigualdades de las fortunas y los hombres superiores se indignan con la repartición igual de los bienes, es lo que dice el poeta…
¿CÓMO DESCUBRIR EL 45,65% ESQUIVO?
La guía de la portada, ligada en los partidos tradicionales y los llamados alternativos, sus enseñanzas de 72 años departamentales, son meros atrasos a cualquier desarrollo. Ya nos ocupa la sociología y la filosofia política, meternos en la olla de candela, buscar junto al seguidor por la presidencia del Estado Real, al mismo destino por encontrar el Legislador Etico.
El Progresismo, jamas podría volver a equivocarse. Avalando esquiroles y mediocres, farsantes, leguleyos, escandalosos y traidores entre sí, además de Jefes de Estados, candidatos a presidentes, por ende, la misma ciudadanía. Pasarse por las fajas las normas estatuarias de consultas. Escasos de intuición, hidalguía, ética política, proyección social, misión y misión democrática.
A partir del 2026, este departamento, tiende a mejorar por un cambio sustancial y parejo o se derrumba totalmente al abismo. Miremos quienes somos y para dónde ir, y por qué. Comencemos por nosotros mismos. Sin tragar entero, por temor o miedo. Las torres de la iglesia se caen, cuands los hombres de principios, se acobardan,
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