EL MOTOTAXISMO: ¿CÓMO INTERPRETARSE?

HUGO  MIGUEL BUELVAS POSADA

En el territorio nacional de Colombia, pareciera no existir normatividad legal, para tratar el complejo uso de motos, motocicletas o  del  mototaxismo.  A ello, se agrega una serie de acciones, donde todo tipo de autoridad, ha pasado los tiempos de agaches dada la circunstancia que demanda tal problematización social.

Año tras año,  por ejemplo, la economía popular ha sido un agravante más en el uso del mototaxismo.  Decir popular, debido a que es, el soporte de la  economía del pueblo. Algo como una manera fácil de generar algún recurso de dinero de forma inmediata. A grandes rasgos, el mototaxismo sigue siendo un fenómeno que crece y crece sin mayor  control de las autoridades del  país, puesto ser absolutamente ilegal.

Sí, de asunto ilegal, el uso de rodarse el vehículo por el territorio nacional hasta libre o arbitrariamente. Habiendo ya,  desde hace  buen rato, operar  unas reglas normativas ajustadas a cualquier código de tránsito.  Tan así, que,  por su parte, el capitalismo mediano, es el gran beneficiado del  mototaxismo. Millares de motocicletas adquiridas haciendo el  negociazo a través del esclavismo perpetrado al  conductor popular.

Es de considerarse, tanto  las  autoridades de todo nivel, igual que el capitalista medio, usufructúan la  rentabilidad económica de este conocido fenómeno, que a  la  postre, sus resultados son tipos  de empresas con sello industrializado.

Hoy  en día, no es que, el  mototaxismo ha frenado  el monopolio del transporte organizado. Nada de eso. Gran parte del  capital invertido en jugosos monopolios mototaxistas, proceden de  los  mayores empresarios.  En ese mismo espectro,  aparece el funcionario público, el oficial hasta el policía de barrios.

Pudiendo precisar,  el mototaxismo es un fenómeno de diversas facetas.  Entre ellas, hallamos el familiar, donde apenas se circula un 16,88%  de orden nacional. Entenderse,  hasta congresistas en  muchas partes de la geografía nacional son dueños de cadenas de motos.  

Algo demasiado grave, hasta donde la  sociedad nacional ignora. En términos de Parque Automotor, sucede alguna peligrosidad atinente al parque de motocicletas ha crecido de manera abismal en los últimos años, pero sin tenerse en cuenta por qué es la  evasión del SOAT, manteniendo niveles  elevados. La razón de que, el  monopolio del mototaxismo es una MAFIA.

Informes oficiales de FENALCO y la ANDI, revelan muchas sorpresas  en  el  asunto del  parque automotor.  Los meses de enero y febrero del 2024, el ingreso contabilizado al mercado alrededor de 120.400 unidades,  5,7% más  que un año antes. Cifra  sumada a un parque que ya, supera las 12 millones de motos circulando en  el  país.  Pues entonces, el tal  fenómeno del  mototaxismo, deja de ser Economía Media para convertirse en  una Macroeconomía nacional.

El solo registro del 2024, no obstante a que el valor de la  prima emitida bajó 9,9% debido a la reducción de la tarifa en 50% para los vehículos de riesgo diferencial,  de acuerdo precisiones de Fasecolda. 

En cuanto regiones Córdoba o la ciudad de Montería,  el uso del  mototaxismo, podamos comparar una manera rápida  o veloz del servicio público de transporte; hasta sin saberse  el mal  por dentro.  Aparece el invento  de las tales Bahías, con fines específicos de cobrar tarifas elevadas por movilizaciones cortas,  máximas cinco kilómetros, a razón de 6 mil  pesos, valor  pasaje.

Lo que se desconoce es que, las tales Bahías son impuestas por los  empresarios macroeconómicos del  mototaxismo.  Lo más conveniente, “las autoridades de tránsito del país deben hacer cumplir la ley que PROHÍBE el transporte público en moto. Increíble la falta de responsabilidad social de empresas que a tutiplén existe  a nivel nacional.

Otra cosa, tal vez ignorada por el conductor de motos, para épocas electorales,  el empresario vende a candidatos chalecos marcados con  sus nombres de campañas.  Haciendo que el esclavo conductor lo exhiba en  su cuerpo a  manera de propaganda  política,