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EL SAQUEO DEL ORO Y EL DESTIERRO ZENÚ


El aún  mítico Cerro Higuerón, actualmente gran territoriedad habitada por poblanos de la  vereda Frasquillo,  sigue siendo el referente de la gran debacle del suelo aurífero del Valle del Sinú. Región en que, también tuvo las consecuencias de la Primera Guerra del Sinú, donde jamás se ha podido saber el número de muertes  humanas. Por lo tanto, el Periodismo MILENIO, contará en detalles  la cruenta historia.

 

La presente imagen fotográfica es parte esencial de una composición diseñada por la dirección de MILENIO 2025 en  procura de mostrar  la  historia vivida el año 1844. Acompañada de una ilustración cartográfica del  entonces mapa de aquel otro territorio  denominado  el Gran Sinú. Además de la subregión San Jorge.

 

CRÓNICA 1ª LA HISTORIA DOBLE DEL SINÚ

 

HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: DIRECTOR REVISTA MILENIO: LA OTRA CARA DEL PERIODISMO DIGOTAL

 

Hoy. Alrededor de 181 años, resulta plausible remover la  historia vivida, sobre otros suelos del fértil Valle  del  Río Sinú, en cuanto los desmanes perpetrados por el extranjerismo contra toda una riqueza humana y  natural.

 

Tras la seguidilla de otra serie de golpes,  propinados por españoles sobre territoios de la cuenca baja del valle y, la  misma ciénaga; el sitio altosinuano,  comienza una nueva pesadilla  a partir de 1844.  La llegada de Luis Striffer, con  sus tropas, procedentes de la Francia del siglo 19.

 

Este hombre barbado, estatura alta y  corpulenta, se convierte un día cualquiera de  1844 en  el  director del  primer establecimiento para la extracción de Oro  en  el  Río Sinú, hoy territorio departamental de Córdoba.

 

El relato de una turba literaria, para aquellos tiempos, usándose un latin burdo de escritura ortográfica, narraba el modo de Striffer de presentarse como un hombre oprimido de la fatalida, era efecto de sus reminiscencias literarias, en dibujar hombres despreciados. Utilizando  todo  el  rigor  libertario de la entonces Casa Matriz de Cartagena de Indias (Estado Soberano de Bolívar) como perro por su casa, se posesiona de toda la región altosinuana.

 

 El francés  vagabundo y hereje, ladrón de la preciada riqueza aurífera, desconocío el escrúpulo en menos de un año, en una manía de victoria, es apoderado de los bienes naturales del mal llamado Indio. El Zenú perseguido y  hasta desterrado de su propia tierra.  El aborigen  que en bandadas, tan  solo sentir  la  voz alzada del personaje blanco barbudo reconocido como extranjero porque sus aventuras contenían saquearse toda la riqueza natural  de aquel  otro territorio vallesinuano.

 

Podria generar algún pesar, 181 años  después, no contar con un nativo cordobés, físico, geólogo, hidrólogo, como  el hereje de Luis Striffer,  además de historiador, filósofoso y literario, no obstate su  pesada redacción. Ha sido una historia de terror, engaños, proesas y destrozos de la  Madre Naturaleza valle sinuana. Su llegada al Sinú,  suele acontecer, 20 años después de la primera incursión de los franceses  a la Tierra Bendita del Oro.


Al poseer en nuestra numerosa biblioteca, el libro Río Sinú, escrito por el  mismo Striffer (1816), en 1875, la tipografía de Cartagena  lo publica. En que,  narra  todos  sus pasajes aventureros hasta 1896. ¿Cual sería su valor osado? Escribirse su propia perversidad. Un claro  consentimiento del Estado Soberano de Bolívar, que  siempre veía el Valle  del Sinú  como  la  esquina del sur de Bolívar.

 

Siendo sinceros, genera estupor los hechos crueles protagonizados por los hombres del francés.  Situación que obliga nuestro periodismo, rehacer el pasado oscuro y tenebroso del Alto Sinú.  Ahora en nuevas entregas de crónicas, relacionando las también heregías  de las guerrillas, los militares,  los narcotraficantes y los  corruptos criollos  o  cordobeses.

 

Conocer los extravíos de esos pobres seres Zenú y libres que, arrebatados de esas  plantas con flores arropadas al paisaje  natural, por el espíritu de aquel  siglo. Madres, padres e hijos lloraban angustiados  por hallarse viviendo  su destierro.

 

Toca decir entonces, el ya reducido grupo indugenas, nada les importaba su fortaleza combativa, imponiendo corajes, como victimas del conflicto francés. Siendo ridiculizados por aquellos hombres tendenciosos y perseguidores contra los hijos del siglo I, los que de manera natural inventaron  las primeras terrazas  hidraulicas del  mundo.

 

Sobre ellos, los aborígenes, un hombre revestido de Marino, fungía  rabioso, mientras Striffer reía a  carcajadas, viendo el proceso de extracción de lingotes de Oro, socavado y transportado a las afueras. Entre el laberinto de la  pesadilla Zenú, el  propio Luis, corta el cabello a unos indígenas, creyendo confundirse con el  Oro.

 

El derrumbe de nuestras riquezas naturales del Valle Sinú, no fue tanto por la presencia del español, el inglés y el  norteamericano. La mayor culpabilidad la tiene el francés.  Gran destructor del Oro y  la Madera. Incluso, aún este siglo 21, continúa empoderado de la Burocracia Tradicional,  desde las esferas gubernamentales.

 

A mediados del siglo XIX, la parte media del río Sinú, entre Ciénaga de Oro y Montería, era aún una zona intensamente forestada, y con una población parcialmente reunida en pueblos y caseríos, o dispersa en los montes. Refieren por 1863 que las llanuras del sur de Bolívar eran áreas insalubres y deshabitadas en casi toda su extensión…pobladas de bosques seculares, repletas de fieras, de reptiles enormes e insectos ponzoñosos…

Como geólogo, ocupó la dirección técnica de la COMPAÑIA MINERA DEL SINÚ, instalada en 1844, que estaba bajo la orientación de JUAN PAVAJEAU y la asesoría del principal accionista VÍCTOR DUJARDIN.  Dicha empresa había contratado unos 200 trabajadores para explotar las legendarias riquezas auríferas del Sinú y se había establecido en un punto llamado San Ana al pié del Cerro de Higuerón, en las soledades selváticas de la parte alta del río. Pero debido a los problemas con los trabajadores (los cuales se rebelaron contra las duras condiciones de trabajo que incluían jornadas diarias de 12 horas) y a las escasas cantidades de oro encontradas, suspendió actividades. Con ella habían llegado otros franceses entre los cuales estaba el herrero mecánico LUIS LACHARME.

 

El francés, precursor de sus ideas  traídas y  aplicadas al suelo natal, también se entrelazan  con el feroz hecho conocido como La  Pesadilla  del Boche. Un acontecimiento real, narrado a manera de radionovela, como consecuencia del robo de la Tierra Profanada. Por supuesto, honrar la  memoria valorada y moralista de Jorge Valencia Molina, emérito profesor de escuelas y periodista. Atreverse escribir otra clase de lingotes, los lineamientos literarios. Cambiados por los  del  Oro robado por el francés.

 

Para creer, las actuales circunstancias del tiempo, un literato ayapelense, no nos podrá prohibirnos seguir contando las historias escondidas del Sinú, Ignorando nuestras capacidades conocidas ahora por millares de intelectuales del planeta. Gran parte, la literatura Sinú- Cordobesa, ha sido cosificada por el capitalismo criollo, De ahí, que el departamento, llegue a sus 73 años, huérfano históricamente.

 

Espere 2ª Crónica: La Historia Doble del Sinú.

 

 
 
 

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