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RESGUARDO ZENÚ: 5 SIGLOS DE CONFLICTOS


Foto: Estas figuras geométricas parecidas a pasajes pictóricos, pertenecen a trazos lineales configurados por colonos españoles, mitad del siglo 17, sitios hoy más de cuatro siglos, correspondientes a la cabecera municipal San Andrés de Sotavento.


La temática presente, concierne celebrar este mes de octubre 2023, el tercer centenario de creado el Resguardo Zenú San Andrés de Sotavento, categorizado oficialmente el año 1773, por el entonces rey de España en reconocimiento legal, luego de largo proceso de delimitación, una superficie de 83 mil hectáreas, subsistido hasta inicio del siglo 20 en disolución por ley 55 de 1905, siendo dictada por la Asamblea Nacional Constituyente colombiana de entonces.


Saberse por tanto, largo y dispendioso proceso mayor de dos siglos, a partir del XVI en que, los españoles reconocieron los tres únicos Resguardos Indígenas en el antiguo Distrito de Tolú: tales: San Nicolás de Bari ( Lorica), San Sebastián de Urabá y el de San Andrés de Sotavento (Mexión), con sus anexos Chinú y Pinchorroy ( Chimá) y Sahagún.


La civilización y cultura de la raza humana: ZENÚ, es originaria de la prehistoria amerindia, como uno de sus principales rasgos del ser. Siendo difícil citar fechas exactas por sus complejidades. Raza por lo tanto, no exclusiva del territorio Sinú y San Jorge. Puesto, aparecer irrigada territorialmente, desde “Tubará” (Atlántico) hasta “Urrao” (Antioquia). Descendiente de “los Caribes”, pero con otras características socio culturales.


Foto: Sobre el borde del grabado Mar Caribe ( parte superior), del nombre Finzenú, en la Era Prehistoria o Precolombina, se divisa la región hoy del Resguardo Zenú, territeriedad del municipio San Andrés de Sotavento, ubicación noroccidente del Departamento de Córdoba. Epoca que aproximadaente podrían convivir una escasas seis personas o tres parejas.

En síntesis “El Zenú”, es milenario. En virtud de estudios antropológicos y geológicos, la aparición en la Tierra del ser Zenú, surge mucho antes que Jesucristo, hombre que nace el cuarto año del primer milenio. Por supuesto, cuando ya los antepasados Zenú, eran los inventores de las primeras “terrazas hidraúlicas”, sobre las hoy dos cuencas hidrográficas Sinú- San Jorge (Siglo I).


Excelente manejo de la “Primitiva” – ‘Ingeniería Hidráulica’ que, evidencia la construcción del también primer sistema de Canales en el mundo, llegando aproximadamente dos mil años a cubrir 600 mil hectáreas. Extensa red de canales hidráulicos artificiales sobre las cuencas hidrográficas de los ríos, Sinú, San Jorge, Cauca y Magdalena. Que, por única vez en la historia patria, es controlado el sistema de inundaciones entre tales fuentes hídricas, conduciendo así, el excelente de sus aguas a salidas naturales, donde es aprovechado el sedimento y tejer una gran red de comunicaciones fluviales.


Preguntarnos en nuestra edad postmoderna hoy, ¿cómo se educa el aborigen Zenú?, resulta asociar la era vivida del hombre primitivo o ancestral. Podemos afirmar hoy por hoy, mucho antes de la pisada Colón a la tierra continental americana; siglos atrás, existía la escritura precolombina o prehispánica, de registros numéricos, por ende no alfabéticos, ni correspondientes a la transcripción literal de la lengua oral.


No obstante, la lengua Zenú ha ido desapareciendo progresivamente mucho antes de la Conquista Española. Pese durante largo tiempo considerarse como una lengua desaparecida, sostiene el Ministerio de la Cultura, existiendo solo hoy en día escasamente un 11,1% de la población oficial hablante de dicha lengua nativa, lo que hace evidenciar un altísimo riesgo de extinción.


Es por tanto, referirnos al primer acápite del “Resguardo Zenú”, mediante trabajo científico desde inicio del siglo 20, bajo distintas modalidades comenzó la presión de las poderosas compañías del petróleo en Colombia. De ahí quedan señaladas dichas modalidades en procura de las tierras y tranzar negociaciones ricas en hidrocarburos, con propósitos de eventuales proporciones asociativas y lucrativas posteriores.


Tal vez por las ventajas de vecindad, digamos la territoriedad de los municipios de Chimá, Momil y Purísima, sobre todo a los puertos de la ciénaga y el río, para mayor conectividad con la Costa Caribe, en torno de facilitar la salida del petróleo a los mercados mundiales, dado existir en la región cuantiosos afloramientos haciendo posible la riqueza del crudo extraído del subsuelo. Donde gran parte de la Costa Caribe vieron muchos terrenos de viejos resguardos coloniales, siendo objeto de diligentes pesquisas y seguimientos con fines de apropiación.


Entre los resguardos coloniales, terrenos de altas riquezas petrolíferas, estaban: Nueva Estrella, la falda del Cerro Tofeme, pertenecientes al territorio primero del actual Resguardo Zenú.


Memorizar referente al Resguardo Zenú, en este siglo 21, nos lleva a una reflexión matemática e histórica de, precisamente 2023, a la totalidad de tres siglos o 300 años de creación, incluido el registro del XVI. Aunque creado de manera oficial por disposición de la Corona de Castilla España a través de cédula real. Acto reconocido por la ley 89 de 1890 y por las escrituras públicas No. 30 de 1927 y 1928, ambos actos finiquitados en Chinú, con para aquella época abarcando una extensión de 83 mil hectáreas.

A mediados del siglo 20, los títulos aún del Reguardo Zenú se hallaban en poder del Cacique del sitio Vidales (hoy Tuchín), Eusebio Feria de la Cruz, al parecer había seguido los pasos del Cacique Pedro Dignase y entonces, se ubicó en defensa del Resguardo entre 1950- 1960, siendo creado el Departamento de Córdoba protocolizando la titulación del ente.

La historia de tres siglos hoy precisamente del Resguardo Cenú o Zenú, familias capitalistas apoyadas por clanes partidistas, han sido las principales usurpadoras del territorio ancestral que, llamados “blancos” según el aborigen, han venido siendo los responsables del destierro de los primitivos. De esa oleada violenta en contra del indefenso aborigen, se culpa a la “Turcocracia”, dependiente del “siriolibanés”, llegado primeramente a la ciudad Santa Cruz de Lorica, distribuido a Sahagún y Cereté.

“Colonia Siria Libanesa en Lorica y sus alrededores”, libre de Alexis Jattin, precisa que, el primer asentamiento “turco”, se registra para un mes de septiembre del año 1784. Exactamente 11 años más tarde de la oficialización del Resguardo Zenú.

La conmemoración cíclica del Resguardo Zenú, se apareja con el aún poderío capitalista y político de 239 años latifundistas en el Sinú cordobés, por la “Turcocracia”. Tiempo el cual, además, adueñarse de extensiones de tierras primitivas, se precisa en censo ejecutado por Antonio De la Torre y Miranda. Añade la obra Jattin. Entre varios personajes de la época, cita el libro, a quienes le concedieron tierras y solares, estableciendo vecindades en la antigua provincia indígena de Finzenú y actuaron como colonizadores desarrollando el potencial agrícola del Sinú. Se mencionan: Francisco Velásquez, Francisco Bravo, Juan Ramos, Vicente Bolaños, Juan Caballero, Cristóbal Jiménez y José Cristóbal.

Mientras que de las primeras Castas familiares siriolibanés, son las mismas que han seguido en el mando político: Jattin, Bechara, Zainún, Amín, Fadul, Behaine, Char, Abdala, Náder, Gossaín, Manzur, Kerguelén, Chágui, Ganen, Barguil, Saleme, Elías, Besaile, Bitar, Araque, Failach, Ordosgoitia, Yarzagaray, Lepeskuiur, Lemaitre, Lorduy, Haddad, Lyons, Jaller, Dumar, Chadid, Sfer, Cura, Daher, Chegne, Dumett, Eljahk, Faylach, Fallad, Sofán, Cháker, Safar, Saibis, Nule, Yabrudy, Hessen, Zaruk, Soad, Louis, Jayk, Jaylok, Lakah y Abuchar.

Desde entonces, comienza a registrarse las guerras civiles por intereses comerciales en el proceso de pérdidas de tierras acompañadas por narcotraficantes, políticos terratenientes, turcos y paisas promoviendo la ganadería extensiva y monocultivos.

Pero, en 1905, los aborígenes comenzaron a perder sus tierras dado el desconocimiento de la legislación que los protegía, ese año, entonces un grupo de políticos conocedores de tal situación y la perspectiva de explotación del petróleo, influyen a la promulgación de la Ley 55 de ese año, contemplando la disolución de resguardos donde no había indios e invalidar los títulos de resguardo, caso que fue desmentido por los líderes del momento y peleado en los estrados judiciales sin resultados positivos. Siendo validados los títulos “chimbos”, continuando hasta 1930.

Es de anotar, la lucha por la recuperación toma inicio en 1973, hoy 50 años exactamente, en la finca Venecia, más tarde recuperado el predio Aguas Mojosas. Pero la intensificación del proceso de recuperación se registra entre 1.987 y 1.992, al darse la toma de tierras por medio de la población Zenú donde la violencia se reduce.

En virtud esa conflictividad social, corresponde al Estado verse obligado recurrir al INCORA de ordenar un plan de adquisición y devolución de tierras mediante resolución 054 del 21 de septiembre de 1984.



Foto: Siglos más tarde, hoy por hoy, la evolución humana ha girado nuevas civilizaciones y culturas de la Etnia Zenú. La presente gráfica lo certifica.

De hecho también, las décadas de los 30 y 40, que por la valentía de líder activada por el dirigente primitivo, Manuel Quintín Lame, las luchas toman calor al abrigo del renacimiento entonces movimiento indígena colombiano, dando lugar al nacimiento del Consejo Regional Indígena del Cauca-CRIC- y las otras estructuras organizativas en demás departamentos. Mientras que a nivel nacional (ONIC), surgen dando apoyo total al pueblo Zenú.

Partiendo así, la gesta organizacional de los primitivos Zenú en los años 1979- 1980 de mano de la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos –ANUC y el CRIC. Logrando refundarse el Cabildo Mayor y los Cabildos menores.


El aborigen Zenú e igual que el mestizaje, han sacrificado vidas poniendo cuotas de sangre en el conflicto de la Tierra del Resguardo. Todo se debe a la conformación de grupos paramilitares en el área en los años 80, coincidiendo con la época de mayores recuperaciones de tierra. Entonces, el poder paramilitar aliado con el narcotráfico, su accionar hace debilitar la organización y frenar las recuperaciones de tierra, dejándose de realizar después de 1997.

De ello, las consecuencias dejan entrever honda preocupación del proceso por recuperar tierras logrando enfrentar el fenómeno de inseguridad de sus líderes. Pese salvar 91 fincas con 10.086 hectáreas.

Queda entonces el dominio del “Cacicazgo Corrupto” y en gran parte seguido a través de cabildos mayores y menores, influenciado entre las comunidades tanto de estirpe aborigen como libres. En resumen: “los grandes berrochan millonadas de pesos provenientes de la nación. Donde el “mozo u obrero”, sigue siendo el mismo “Indio”.


 
 
 

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