Muchas maneras de dar los pasos, se usan al bailar aires o ritmos de Porro. El danzar las extremidades del cuerpo, son maneras de moverse al son de compases de la música. Hoy, el Departamento de Sociología Cultural MILENIO, presenta la publicación narrativa con motivo del 47 Festival en San Pelayo.
Crónica: Hugo Miguel Buelvas Posada: MILENIO 2024
Hoy, sobre el universo territorial de San Pelayo, ubicado sobre el Río Sinú, valles y llanuras, población humana introducida entre diversidad de civilizaciones, folklores y culturas, posesionada en espectros postmodernos; de nuevo han comenzado a sonar los instrumentos musicales de las ‘Bandas de Viento’. Categorizando el Festival del Porro versión 47.
Llamemos mejor: sonidos de instrumentos musicales percibiendo el panorama poblacional en serie de mundos visibles e invisibles. Digamos un evento de cosas al más allá. Primero que todo, tiempos infinitos al sonar la instrumentación surge el bucear en los comienzos de la humanidad, sus costumbres y tradiciones, no siendo algo sencillo por entender. Imaginar restos de vasijas, pinturas, esculturas, ejemplo, permitiendo conocer cómo vivían y pensaban los hombres que poblaron estas tierras del Sinú hace miles de años.
Antes que ‘Porro’ conviene referirnos a la Música. Centrarnos a dos áreas del conocimiento humano: Sociología y Antropología, aunque repacemos etapas por etapas de la antigüedad, leyendo rimeros de libros de diversidades autorías e idiomas; creerse no encontrar sus respuestas.
Convencidos estamos este junio de 2024, que la Música, no es originaria del antiguo Egipto, tampoco de lugar específico de la tierra. La Música igual que la Literatura nace con el mismo hombre. Muy a pesar en realidad, haya expertos, basados en suposiciones y ciertos restos de instrumentos musicales, podrían determinar cómo y cuándo nace la Música.
“Oye, la Música”¡¡ Es un dicho venido escuchándose de siglos tras siglos, por todos los espacios geográficos del mundo, en variadas lenguas. Aquí en el Valle del Sinú, es una expresión aún de moda. En donde cualquiera ubicado a cortas o largas distancias, al escuchar el arrastre del viento o de los aires el sonido instrumental, dice: ¡oye,la música¡ Sin pronunciar la palabra Porro.
Volviendo el Festival del Porro, en San Pelayo, a sus inicios, cuando participábamos en Foros Pedagógicos, encerrados en unos patios, hablando de términos musicales y esencias del son o ritmo ejecutado en agrupaciones de instrumentos aires populares; necesariamente hay que seguir asumiendo la Prehistoria universal, la Música ya existía en los antiguos pueblos.
Claro, bien podemos enfocar el hombre y la naturaleza en una relación que, para la Sociología Weber, habría por recocer el canto de los pájaros, como otra de las especies de la Tierra. ¿Sería que el canto de los pájaros fue primero que el humano o del hombre? Importante apuntar a este espacio fenomenológico.
Entre tanto, en la Antropología Cultural, encontramos aproximaciones en el aire, son o ritmo Porro. Diciéndonos: El Porro es Sincrético. Término amalgamado de dos o más tradiciones culturales. Sin descartar el carácter de fusión y asimilación de elementos diferentes.
¿Qué entendemos? No conociendo tampoco la originalidad del porro, aun conocido del Caribe colombiano, este ritmo tocado en dos tiempos (palitiao y tapao), nombres supuestos por creaciones del hombre moderno, más bien “remoquete”, procede de distintas épocas vividas entre siglos y siglos.
Aquí en el Valle del Sinú, desde el primer nacimiento del primitivo Zenú, por decir algo valedero: también surge el movimiento sincrético multicultural. El hombre antiguo Zenú nace con la naturalidad de mover los dedos y pisarlos sobre sí mismo o cualquier otro objeto.
El primitivo Zenú, siempre expresaba cantos acompañados de porrazos, incluso, año 50 antes y después de nuestra era, entonces. No obstante, la mayor parte de los científicos consideran que solos los humanos modernos, que vivieron hace 1.500 años pudieron hablar de manera correcta, por lo que también pudieron cantar.
Nos lleva a sobrentender, cuál tiempo sería en que nace la Música, aún el primer ritmo musical, en nuestro caso: El Porro, dónde y por qué. De manera clara, lógica y objetiva. “San Pelayo, no es la cuna del Porro, aun menos: El Porro no es pelayero, tampoco lo baila el pelayense”. Considerarse hoy por hoy: San Pelayo, como Rescate del Porro, sin que sea, original de Palitiao.
Nuestra concepción surge desde el momento mismo en que, Porro, su vivo ritmo de compás binario es interpretado por conjuntos similares al de cumbiamba. Puesto muchos autores destacados en sus canciones, casos: Pedro Laza, Lucho Bermudez y Pacho Galán. Quienes suelen rescatarlo en las primeras décadas del siglo 20.
Córdoba, es un departamento donde anualmente se celebran centenares de festivales, pero, de ellos: el 86,75% carece de esencia sociocultural. Siendo solo una comercialización del mercado industrializado.
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