Hoy fue radicada en la Cámara de Representantes la reforma tributaria anunciada por el Gobierno de Gustavo Petro, la cual, se ha dicho tiene como propósito esencial, conseguir más contribuciones de los sectores de altos ingresos para financiar los programas sociales que requiere nuestro país.
Pero mientras se decanta la Reforma, que muy seguro cuente con una alianza en contra de los medios de comunicación y los grupos financieros, dueños de éstos, es importante que se conozca parte de la fundamentación de este proyecto, que es prioritario a fin de sanear las finanzas y lograr una mayor financiación de los programas sociales proyectados desde el proyecto político de Pacto Histórico.
Señala el mismo proyecto en su fundamentación que:
“Este proyecto de reforma tributaria tiene como objeto avanzar fundamentalmente en dos dimensiones. Primero, en disminuir las exenciones inequitativas de las que gozan las personas naturales de más altos ingresos y algunas empresas, así como cerrar caminos para la evasión y la elusión tributaria.
La reforma se centra en reducir sustancialmente las exenciones que existen en el régimen del impuesto de renta de personas naturales, y que benefician fundamentalmente a los contribuyentes de más altos ingresos. También contempla un tratamiento más equitativo entre los distintos tipos de rentas líquidas, en aras de lograr una mayor simplicidad del sistema, así como el establecimiento de un impuesto al patrimonio de la población más privilegiada”.
Así mismo expresa más adelante que “Colombia tiene una deuda social histórica con su población vulnerable. Una de cada ocho personas en el país no cuenta con los ingresos suficientes para adquirir una canasta de alimentos que garantice un mínimo de calidad alimenticia, porcentaje que aumenta a uno de cada tres en departamentos como los de La Guajira y el Chocó. En 2021, dos de cada cinco personas contaron con ingresos insuficientes para acceder a una canasta de bienes y servicios necesarios para satisfacer sus necesidades más básicas, y una de cada seis personas se encontró en pobreza multidimensional, es decir, estaba privada de una parte importante de los factores necesarios para alcanzar un proyecto de vida digno. Finalmente, la desigualdad es persistentemente alta, y es una de las mayores a nivel mundial, lo que refleja cómo la mayor riqueza del país no está beneficiando necesariamente a las personas más vulnerables”.
La explicación de todo esto, fue dada por el propio José Antonio Ocampo, Ministerio de Hacienda, en medio de una rueda de prensa, donde señaló estos puntos:
1. Mientras los asalariados tienen una carga tributaria alta, los ingresos no salariales tienen poca contribución. La reforma irá de la mano con una apuesta de tribulación para las personas con patrimonios superiores a 3.000 millones de pesos.
2. Limitaremos los beneficios tributarios. Se conserva la tasa de tribulación de las empresas, pero se limitan los beneficios. Nuestra lucha irá contra la evasión de impuestos. Los sectores de petróleo, carbón y oro tendrán un impuesto a su exportación.
3. Se gravarán las bebidas azucaradas, así como se ampliará el impuesto al carbón, justamente, al carbón, que hasta hoy paradójicamente estaba exento, procurando beneficios a la salud de los y las colombianas y la reducción de emisiones de CO2.
Ocampo también precisó que “La reforma generará 25 billones de pesos anuales. Pero en la lucha contra la elusión y evasión, se procura llegar a 50 billones de pesos anuales”.
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