CAROLINA EN MONTERÍA: ¡NI UN PASO ATRÁS! CORDOBESES
- mileniolarevista
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Dentro abarrotado de 235, quedarse por fuera 55 seguidores de CAROLINA. Fue el sábado 12 de julio, en que el pueblo explota de rabia revolucionaria, por respaldar la Dama de Piedra.
Hubo respaldo, apoyo y adhesiones de gentes liberales, conservadoras, concejales activos, agricultores, mujeres víctimas del conflicto armado, ciudadanos libres, jefes de hogar, jóvenes, afros, carretilleros, de a pie, universitarios y profesionales de diversas áreas del saber,
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Un auditorio abarrotado de gentes ávidas de conocer hilos de transformación, recibió con entonaciones y gritos de vivas a Carolina Corcho. Dama de textura fuerte, que entre sonrisas y miradas repartidas inició su pieza narrativa, sobrepasadas las nueve de la mañana del sábado 12 del presente julio.
..¡Ni un paso atrás!.. Su primera palabra. Una manera de simbolizar estándares libertarios de girar fundamentalmente de la época granadina y pasar a la República. Tejiendo la historia de los 215 años, con el trance de la lucha emancipadora bolivariana. La dama de piedra, tras su fortaleza, coraje y sapiencia adusta hizo comparaciones de mundos vividos en un momento graciano. Donde su criterio lo teje corporativamente indicando “lo viejo no se ha ido, y lo nuevo no ha terminado de llegar”, se junta en Montería, tras referirse al masivo encuentro de masas populares.
El andar de voces por Carolina, se concebía en acciones de las mujeres, jóvenes, trabajadores y campesinos cordobeses que le acompañaban ese día sábado, allá sobre la parte superior de la hoy edificación. El mismo ligar de la otrora y emblemática Casa de palmas en bahareque, ubicada sobre la que antiguamente la ahora 33, fue conocida Calle El Chorro.
La tal comparación, lo viejo y lo nuevo, revive dos episodios históricos para nuestro país. Su referencia parte de la revolución en marcha de Bolívar contra los españoles, en que, “ni un paso atrás, paso de vencedores”, combina las dos naciones: la Nueva Granada y nuestra República de Colombia”.
Para Carolina, lo nuevo somos nosotros los presentes referenciados en su proyecto político de la esperanza, del cambio en Colombia y de la Justicia Social. El proyecto político de las mujeres, de los niños, los jóvenes, de los trabajadores, de los campesinos y de todo el pais.
La amena presentación que, la Dirección de MILENIO, hace de la Dama Carolina, se enfoca en el pensar bien; o en conocer la verdad o en dirigir el entendimiento por el camino que conduce a ella. Si deseamos pensar bien, hemos de procurar conocer la verdad, es decir la realidad de las cosas. Entre veces conocemos la verdad pero de un modo grosero, la realidad no se presenta a nuestros ojos tal como es, sino con alguna falta.
El sentir de ese criterio, lo examina la hoy precandidata presidencial. Génesis que no pudo depender de un anochecer anterior, en que, tuvo lugar entregársele el diagnostico socio político, ambiental y económico inherente al territorio cordobés. No obstante, la agonía humana presente deseosa por conocer más allá del proyecto político de Carolina, consolidada en masa avivó incansablemente a la precandidata.
El estilo coloquial de la Dama de Piedra, dada su contextura hidalga, entre lazando aspectos de políticas nacional e internacional, tipo arancelario, la hizo pulsar el vaiven de cómo enrumbar su futuro programa hacia la reindustrialización del Departamento de Córdoba. En donde lo viejo no se ha ido, y lo nuevo explaya razonable al tanto de compases de la transcisión social.
Haciendo eco a las políticas funestas de Trump, en romper negociaciones comerciales Estados Unidos a nivel mundial; cifró sus esperanzas en el porvenir nacional. Hablando respecto los tintes reformistas. Hasta ahora dos aprobadas por el congreso, pese el misterioso embudo legislativo. En concreto referirse a la reforma pensional, enfocada a socializar jubilaciones a colombianos adultos mayores.
Su léxico de mezclas Caribe – medellinense – bogotano, se hizo explayar en plena concentración dialéctica geopolítica, sembrando confianza entre el púbico abrumado. Alineando acciones de coyunturas de políticas pedagógicas, en que, caracterizaba argumentos de enrumbar una transformación reindustrializada para el Departamento de Córdoba. En esos mismos cotejos, estimó comedidamente el fortalecimiento de la economía sostenible, sea media o macro. Mostrando acentuaciones en las vías terciarias.
Aclarar entonces, la red vial de Córdoba, en nivel terciario, se mantiene en ruinas, sobre solo el 4,87% rociada de cemento, pero de manera deteriorada ante el abandono y descuido, tanto de gobiernos locales y seccionales.
Carolina fue clara y contundente, afirmar con franqueza, el territorio departamental de Córdoba, con espacio ganado en el Pacto Histórico, además de apoyarse su candidatura presidencial, debe inclinar la balanza a conquistar curules al Senado y la Cámara, periodo 2026 – 2030. Para lograr efectos positivos al cambio y transformación del territorio.
De hecho, el anuncio de programas ambientales, seguridad alimentaria. mayor cobertura al caído sistema de red hospitalaria, empeñó su palabra por desafiar una revolucionaria acción en materia desarrollista.
Ese mismo norte proyectivo, lo encaminó a los caracteres reformistas en precisar apoyos a la juventud cordobesa, por intermedio de la educación superior universitaria. Siguiendo ese hilo conductor a través de la ADRE, conseguir la reparación laboral a los trabajadores y pensionados de la Universidad de Córdoba, pese quejas presentadas por directivos de Ajucor, ante el problema de Salud.
Carolina fue clara en referirse a la viabilidad por una nueva Constituyente, de acuerdo al uso de la papeleta al momento de las elecciones de marzo próximo. Encimando criterios altruistas permisibles a una gran cantidad de reformas no conseguibles en la presente administración Petro.
Hallarse en ese conducto constitutivo las reformas a la Justicia y la Política. Aprovechó para referirse explícitamente al caso de la Reforma a la Salud. Por último, insistió por crearse comités de calles, barrios, veredas y corregimientos, con fines de robustecer la organización territorial.
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