Una secuencia categorizada en cosas varias donde el reloj marca los tiempos y espacios vividos por la población departamental de Córdoba. Observando distintas épocas entre manantiales, ríos, caños, pueblos, secado de humedales y la potencia del joven explayando su mirada hacia nuevos soles.
Crónica: Hugo Miguel Buelvas Posada: 58 años de Periodismo: Revista MILENIO 2024.
¡Claro está! Partamos estos 72 años departamentales a manera de ensayos, para la búsqueda de otros virajes en retos y desafíos: Córdoba urge construir sobre los logros alcanzados en los últimos años, debiendo navegar en un entorno global seguro y sostenible, sin riesgo hacia avances objetivos de nueva administración pública enrumbada al año 2050.
En esa línea, debe evidenciarse el nuevo modelo humano, representado en personas de otros calibres visionarios y éticos, amoldados de acciones políticas y diagnósticos con destinos a proporcionar hojas de rutas encajadas al mismo ritmo nacional para series de reformas profundas, atinadas a nivel regional y local del territorio, a través de actividades y asistencia analítica, técnica y financiera; involucrando los poderes ejecutivos y legislativos, casos específicos: Gobernación, Asamblea Departamental, Alcaldías y Concejos municipales, enfocados siempre a los Planes de Desarrollo Nacional-PDN-
El ensayo de 72 años conlleva a establecer también nuevos rumbos en construcción ciudadana desde las ópticas de discusiones con asesores o expertos de los sectores público y privado, dejar atrás el miedo o el temor de constituir dualidades humanas, con fines de organizar la sociedad civil, la academia, gremios y la misma ciudadanía en forma generalizada.
Lo ideal consiste en no seguir arrastrando las mismas corrientes humanas, hasta desgastadas, cíclicamente e influenciadas en los caducos sistemas dogmáticos, heredados del modelo nacional. Basta ya: partir de cero, en procura de ir hilvanando quiénes serían sus reemplazantes en diversos aspectos.
Bueno está este tiempo y espacio de 72 años, un territorio departamental parcelado en clanes de linajes familiares, potestades capitalistas solo enriquecerse ellos, mientras el pueblo batallador cargando los bultos hasta sin posibilidades de algún cambio de vida. Al contrario, sepultado en la miseria, la pobreza, el hambre y en la ruina social. Claro está, sin escaparse algunas vertientes políticas llamadas alternativas, tras venir de los mismos lastres clientelistas.
Han sido 72 años, de desgobiernos sobre el 86,86%, no obstante reconocer regulares administraciones públicas, como de mismos dirigentes seccionales dados al despeje del desarrollo y progreso, hallados en el tortuoso recorrido de la historia departamental. Nos referimos obviamente, a la escasez de gobernabilidad y gobernanza, evidenciándose la ausencia total de la ÉTICA POLÍTICA, debido al comportamiento de los servidores públicos y su puesta en práctica en los asuntos administrativos y gubernamentales.
Aun pisando en territorio turbio y escabroso, es necesaria una salida a la palestra de la ciudadanía departamental, sin continuar una dirigencia dormida o refugiada entre sí; procurando cómo cambiarse la consciencia del ciudadano, con claros objetivos de que los habitantes de todas las latitudes y contextos sociales accedan a oportunidades de trabajo y a servicios sociales calificados adaptados a las necesidades particulares, donde sea posible consolidar una clase media de estratificaciones 1,2 y 3, tenida hoy de 67,35%, poseyendo una vida en condiciones sociales y económicas igualitarias y justas, buscar disminuirse su vulnerabilidad dado choques económicos y ambientales.
Existe necesidad imperiosa en la población departamental, tratar al nivel máximo en defender la igualdad de derechos y oportunidades, muy independientemente de las condiciones de las personas. Esa situación, en calidad de sociología mixta (urbana – rural), la palmamos ahorita en la “Parada Folclórica” al desfilar por las calles monterianas grupos de danzantes representativos del Folklore global cordobés. Primer y único acto reconocible del aniversario 72 de nuestro departamento.
Desde aquí, Consejo Editorial MILENIO, abrimos el espacio pluralista a toda esa ciudadanía consciente y libertaria, comenzar por tejer una sociedad cívica e incluyente de toda la población, ciudadanos y territorio, clara advertencia de expertos y acuciosos ponentes a través de planeamiento nacional. Correspondiendo partirse hoy del Millón 914 mil 778 habitantes, cuando al año 2050, factible el Departamento de Córdoba, virtud de su crecimiento desenfrenado llegue al de Dos Millones 827 mil 197 personas.
Recordar y tenerse muy en cuenta, el potencial humano cordobés hoy, diseminado en la población oscilante entre menos de 12 a 39 años, contadas Un millón 199.717 personas, mujeres y hombres a ese prospero 2050, siendo allá, equivalente al 42,43% poblacional, apto en ser el visionario para la nueva sociedad territorial, que de acuerdo a estudios sociológicos de ahora, más del 60% de tal ciudadanía serán miembros de grupos, instancias u organizaciones de participación ciudadana. Partiendo claro de nuestra percepción periodística.
Porque, en el 2050, el territorio departamental de Córdoba deberá convertirse en una sociedad cívica, en que se incluya la totalidad poblacional ciudadana. Comenzar por desechar ya “los mismos con las mismas”, no condenados carcelariamente, sino castigarlos desde el voto popular en las urnas, debiendo concitar otra clase de gentes.
Pero donde está el meollo del asunto hoy. Comenzando el periodo administrativo (2024- 2027) gobernación y 30 alcaldías locales, exactamente 179 días, se percibe otro desfase, quizá peor que los anteriores, desde el imperante dominio oligárquico y burocrático tradicional, manteniendo soterrada una intensa masa humana, conllevándola al abismo, tras el despilfarro de BILLONADAS de pesos, consecuencias de robos al erario público. Culpabilidades de los mandatos de Clanes.
Con estos funcionarios, resulta hasta imposible cualquier tinte productivo y sostenible, no obstante la necesidad de alcanzar una economía diversificada e integrada tanto al mercado regional, nacional y mundial. Porque, a la edad de 72 años, nuestro territorio debiera curtirse de una gran industrialización basada en la producción agrícola, sobre todo, partiendo del maíz y la yuca, dos únicos productos surgidos desde la era precolombina, fundamentado en los sitios hídricos. Procurando un marco institucional favorable a la inversión y fiscalmente sostenible, factible de contribuir al alcance de otras sendas de crecimiento, por qué no el 6,01% y con buenos ingresos per cápita la posible consolidación de un desarrollo social digno y responsable con el Medio Ambiente.
Preguntemos, ¿Dónde se esconden los economistas, los pedagogos, los sindicalistas, los alternativos o llamados izquierdistas, los auto o seduo periodistas, los historiadores, los gestores culturales o folkorlogos, señalar algunos de la sociedad o ciudadanía setentaria. Si hemos dejado decaer todos los estándares posibles de nuestro departamento.
Injustificable aceptar estos 72 años, sin consolidarse una senda aceptada de Desarrollo Humano sobre cualquier marco de vidas más longevas, habiendo equidad y oportunidades para todos. Pese el gran número de longevos cordobeses muertos por la Pandemia Covid 19, sobre el 78,86%, persiste todavía una población humana, fundamentada en la oralidad de nuestra esquiva historia.
¡Caramba! Inverosímil, tener que aceptar el bajísimo o escasísimo “Desarrollo Humano”, urbe capitalina de Montería, solo 4,38%. Población globalizada departamental un 2,56%. Sitios territoriales: Mateo Gómez, Garzones y centenares más, 1%. Los millón 914 mil 778 cordobeses, son blanco de las siguientes etapas de Desarrollo Humano: Fase prenatal o embarazo, infancia,. Niñez, adolescencia o pubertad, juventud, adultez, ancianidad o vejez. En esos sectores se hallan los roles más deprimentes.
Creemos haber contextualizado el devenir de la co-existencia territorial Departamento de Córdoba, caminando a su misma par, desde el momento del pantalón mocho, ubicado a las afueras del rancho primitivo, escuchar tipo 12 y 15 de la tarde, miércoles 18 de junio, clima saludable de 1952, la voz roncada por la primera estación de radio, de la Monteria aldeana, anunciando a todo pulmón: Somos Córdoba, viva Córdoba. Frase repetida en la voz juvenil de Eleduvina Bohorquez Morelos, una de las tantas bolleras poblanas. Tono acompañado por manazos a los pilones de palos y ensordado ambiente de repique de calderetas, dentro del patio de Erasmo Morales Galarcio.
Viviendo el sentir patriótico, una romería de gentes mateogomera se levanta en júbilo. Fue la vecindad de la Calle nuestra: La Flores, en la que, también nació Antonio Navarro Flórez, congresista único del pueblo, autor de la ponencia que convierte en Ley Nueve aprobada el 15 de diciembre de 1951, creando el Departamento de Córdoba. Gracias y bienvenidos a otra nueva Era.
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