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CÓRDOBA-70-EL PODERÍO DE “LA TURCOCRACIA”


Ciertos análisis salidos de conocimientos, tiempos vividos, estudiados y trasegados en diferentes épocas, niveles y saberes, aparejados con historias; el territorio departamental de Córdoba, ha permanecido sumido a circunstancias de predominio y dominio, bajo yugos de sus “Castas”, parcelado en franca lid, por asfixiantes poderes dogmáticos, adueñados de las personas y las cosas, sobre otras. Por ende, ya más de 70 años, pareciera el mismo desastroso y bárbaro “colonialismo”, emparejado con el linaje sistémico republicano, “amo y señor” de la gran masa humana.


Siendo actitudes perennes en posibles cambios de la sociedad, tras un lento o desconocido evolucionismo social. Desembocando y sin que se llegue a sentarse algunas bases esenciales de su civilización.

Los registros históricos, por supuesto, demuestran faltar, entre otras: evolución divergente- paralela- reticulada y convergente. Tales premisas denotan, autoritarismo sin que, el ciudadano no sienta tener respaldo, siendo mantenido en un aislamiento absoluto, puede caber la expresión. ¿Sobre quiénes recaen las responsabilidades? Este departamento subido en población hoy, sobre 73,5%, presenta datos descollantes en: miseria, pobreza dimensional, extrema, analfabetismo, formación académica, inseguridad alimentaria, empleo, trabajo, desigualdad social, agua tratada, saneamiento básico, vías de todo nivel, y de para contarse. Percibiendo niveles universitarios, oficiales y privados, muy por debajo de perspectivas confiables. Por lógica, la gran responsabilidad de la generalidad de crisis, es de la misma sociedad, involucrada en toda la representatividad humana, sin distingo alguno. Porque, imposible decir, existencia política. Debido a que, el apodado dirigente, gobernante y legislador, ni piensa ni menos razona.


Toda esta hecatombe, en un total silencio, repleta de miedo y temor, dadas las consecuencias vividas, por ejemplo, 70 años departamentales, seguirán de largo por mucho tiempo. No es que, se trate de tipo conciencia. La lógica dice descartarse. El mal, claro está, aparece en que, digamos el 86%, la sociedad es pasiva en, actitudes, activismo y conflictividad social en su franquismo tardío.

En esa misma línea, cuando la longevidad igualada a la orabilidad, están en extinción, en un territorio otrora de muchas riquezas socioculturales, los valores creativos y costumbristas siguen las mismas conductas, que al menos, dinamicen la civilización esperada en la sociedad, propulsando acciones visionarias, pero, sobre todo, con los núcleos de niños, adolescentes y jóvenes; hoy navegando por otros mundos, allí, donde bien se podría engendrar nuevas y alternativas civilizaciones.


EL PODER IMPERANTE: SU CRUELDAD


El Departamento de Córdoba, venido 70 años después de: sendas provincias y Departamento del Sinú, más de dos siglos, contados, 1.438 alcaldes municipales, aproximadamente 13 mil concejales, múltiples diputados, 54 gobernadores (55 alcaldes de Montería), 69 congresistas, 17 presidentes de estado; diversidades de funcionarios públicos, ministros, embajadores, cónsul, entre otros; antes y posterior de la actual constitución política; sin equívocos, ha sido manejado a “dedos” en improvisaciones y clientelismo. Sentidos comunes que reafirman, predominado y dominado por el Bipartidismo. Por tanto, hasta hoy en día, no ha habido el primer gobernante y legislador “libre, cívico y ético”. Todos en general: “subordinados y convidados de piedra”.

La mera historia es testigo. Las Castas o Casas Políticas, productos de linajes de familias pertenecientes a: “Sirio-libaneses”, “Franceses”, “Españoles” e “Italianos”, son aún, la Geopolítica del génisis territorial cordobés. Sin dudas algunas, la influencia persistente de la inmigración “sirio libanés”, suele resultar el pendón esencial de la inmortal Casta regional. Recordar, tras la seguidilla, de ocho gobernadores pertenecientes a la “turcocracia”, igualando alcaldías de Montería, Lorica y Sahagún, similares a inmensidades de curules, en el Senado, Cámara Baja, Asamblea y Concejos locales, también tal raza inmigrante, continua siendo la dueña de todo el poder departamental.


Siendo entonces, un poder absoluto –jerarquizado, inclusive, mucho antes de creado el departamento. “El eco” de primer grito siriolibanés, dado por Moises Dahher, de los más de cien inmigrantes asentados sobre el suelo humedecido de Lorica, 225 años; es recordado como el inicio del “Patriarcado” del predominio existente en el Departamento de Córdoba. Dentro de su esquema absolutista, aparece el esclavismo, la inequidad y desigualdad social; concitada por el mayordomo, representado en el siriolibanés. Razón sencilla: “el inmigrante”, a su llegada al Sinú, renegó a las laboras del campo, yéndose a los centros urbanos para comercializar los productos rurales, vivir dignamente, explotar y despojar de las tierras del campesinado. De ahí que hoy, la gran parte de las 205 mil hectáreas de humedales, pertenezcan a sirio libaneses. La economía departamental, producto de la pequeña empresa e industrialización, entre ella, la ganadería extensiva, fácilmente, podría hallarse en poder de linajes familias, tanto en Córdoba, el Caribe y el país.


En síntesis, de esta manera se percibe el panorama geopolítico del Departamento de Córdoba, urgiéndose la necesidad de contar con la decisión y participación del habitante nuestro, en pro de enrumbar un nuevo territorio.


(Fuentes bibliográficas: “Colonia Sirio y Libanesa en Lorica y sus cercanías”, libro, autoría, Alexis Jattin Torralvo, año 2017). Periodismo Investigativo Milenio (Crónicas)



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