El relevo generacional en el campo es determinante para la implementación de buenas prácticas en la actividad ganadera.
Con la Gira Ganadería Popular Sostenible, la Agencia de Desarrollo Rural promueve el arraigo en el territorio, el relevo generacional y las prácticas sostenibles. Así se mejora la economía de 176 familias campesinas en el departamento de Bolívar.
Dos proyectos productivos para víctimas del conflicto armado, mujeres y jóvenes rurales transformarán las prácticas de ganadería extensiva en la región, para convertirla en una actividad regenerativa.
Arroyohondo (Bolívar), 14 de julio de 2024 (@ADR_Colombia). Durante la Gira Ganadería Popular Sostenible, cuyo propósito es promover los modelos regenerativos de producción en esta actividad, la Agencia de Desarrollo Rural (adscrita al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural) llegó a ocho municipios de Bolívar con dos proyectos productivos dirigidos a mujeres, jóvenes rurales y víctimas del conflicto armado.
La inversión, que mejorará la economía de 176 familias, asciende a 6.300 millones de pesos. Estos recursos permitirán la adquisición de 354 bovinos, entre los que hay hembras, novillos de ceba y machos reproductores, además de insumos, herramientas y maquinaria. Asimismo, se incluye asistencia técnica y fortalecimiento en asociatividad.
La necesidad de estos proyectos productivos obedece a que, si bien el departamento de Bolívar se cataloga como una región de gran potencial en la ganadería, enfrenta, sin embargo, desafíos relacionados con fenómenos de variabilidad climática, problemas sanitarios y limitaciones en infraestructura y financiamiento. Ante esto, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y las asociaciones de pequeños y medianos ganaderos estructuraron dos proyectos que contribuyen a superar los obstáculos mencionados. En siete municipios, 153 pequeños ganaderos mejoran sus hatos.
El primer proyecto es de carácter territorial y se ejecutará en los municipios de Calamar, El Guamo, Soplaviento, Mahates, Arroyohondo, San Jacinto y Córdoba, poblaciones afectadas por la violencia, la desigualdad y el abandono estatal. Allí unieron esfuerzos la ADR, la Asociación de Pequeños y Medianos Ganaderos de Arroyohondo (ASOGANAAR) y la Gobernación de Bolívar para llevar una inversión de 4.790 millones de pesos, que incluye a 153 familias campesinas, en su mayoría víctimas del conflicto armado.
Durante la ejecución se entregarán 153 machos reproductores de alto valor genético, al tiempo que se prestará acompañamiento asociativo para reforzar el colectivismo, así como asistencia técnica con el fin de transformar el uso de los suelos mediante la reforestación de los potreros y de esta manera mitigar los efectos de la ganadería.
Con lo anterior se adoptará un sistema silvopastoril, que se aleja de las prácticas de ganadería extensiva. La adopción de este sistema contribuye a la sostenibilidad ambiental, económica y social de la región, pero también al fortalecimiento de los procesos asociativos, como lo manifestó Álvaro Ospina, representante legal de la asociación ASOGANAAR: “De este proceso asociativo va a salir fortalecida la comunidad, porque la principal fuente de nuestra economía es la ganadería. Con este mejoramiento genético de nuestro ganado, vamos a surgir, vamos a seguir trabajando unidos y asociados. Aquí el asociado ha aprendido a mejorar sus condiciones económicas, porque se le ha dado un interés muy especial a los avances que tiene la ganadería”.
La economía campesina, familiar y comunitaria no solo garantiza la seguridad alimentaria de la comunidad sino de las regiones. Jóvenes campesinos de María La Baja se quedan en su territorio.
El segundo proyecto se implementará en María La Baja. Con una inversión de 1.530 millones de pesos en ganadería de levante y ceba, así como en ganadería doble propósito, 23 jóvenes rurales de la Asociación BIOGAM transformarán las condiciones de vida de sus familias. Es una manera de promover la asociatividad, el relevo generacional y el arraigo de los jóvenes en el territorio. Al fortalecer el tejido social y económico, capacitar a los jóvenes en técnicas modernas de ganadería y asegurar su permanencia en el campo, se contribuirá al desarrollo sostenible de la región.
Luis Alfredo Torres, representante legal de la Asociación BIOGAM, destacó la importancia de este tipo de proyectos que tienen un enfoque ambiental: “Desde niños ya hemos tenido interacción con el campo. Yo siempre he creído que puede haber un equilibrio entre la economía ganadera y el cuidado del medio ambiente. Entonces, ya no solamente era desarrollar una ganadería tradicional, como lo hicieron nuestros padres y abuelos, sino que, en la medida en que uno va adquiriendo conocimientos, se puede proponer una serie de prácticas para hacer una ganadería armónica con el medio ambiente”.
Por su parte, Juan Carlos González, vicepresidente de Gestión Contractual de la Agencia de Desarrollo Rural, resaltó la implementación de la política de Reforma Rural Integral del Gobierno nacional: “Con este proyecto se incentiva el proyecto de economía popular solidaria, ambiental y sostenible, como una de los propósitos del Gobierno en la reforma agraria. De esta manera estamos en el territorio demostrando con hechos reales nuestro compromiso en fortalecer la agricultura campesina, familiar y comunitaria y llevar a cabo la reforma agraria”.
De la misma manera, Sandy Román, directora de la Unidad Técnica Territorial de la ADR para los departamentos de Bolívar, Atlántico y San Andrés, manifestó su satisfacción por la manera como este proyecto atiende a las poblaciones más vulnerables: “Hoy estamos haciendo una inversión directa sobre nuestras poblaciones campesinas, víctimas del conflicto armado, raizales y palenqueros. Esta inversión apunta al fortalecimiento de la ganadería doble propósito, que busca mejorar las condiciones de vida de cada una de estas familias alrededor de la asociatividad y las cadenas de comercialización”.
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