Foto: Panorámica Cerro Santa Cruz, primeros agrietamientos en 1989
“Agrietamiento fue producto del sismo, hay que alejarse del punto”: Geólogo
Los primeros agrietamientos en el área territorial de Puerto Escondido, del año 1989, bien pudo ser el descubrimiento del estado sísmico del suelo, moldeando a la vez, una tomografía sísmica, pese a datos de estudios geológicos de 34 años atrás; indicando que, la ubicación del pueblo se encuentra con una actividad sísmica. Pudiendo ameritar mayor profundidad de estudios tipos geológicos.
La población humana alrededor de 32 mil habitantes (cabecera y ruralidad) municipal de Puerto Escondido, tras sufrir el sacudón del terremoto 6,6 de magnitud, nueve días antes, continua soportando los efectos naturales de grandes riesgos y de máxima atención, en virtud de explotaciones de lodo y gases de metano y azufre, pudiendo ser nocivos, sin que tampoco pueda bajar la preocupación; de acuerdo estimaciones científicas aportadas por un geólogo de la Universidad de Córdoba.
Principalmente, los más de 6 mil pobladores de la cabecera, desde las 10:05 de la noche del 24 de mayo, son víctimas de los conflictos socioambientales, pobreza, hambre y medioambientales, situaciones agravadas con el estallido del movimiento telúrico y la evaporación de lodo que eructa los dos gases de alta peligrosidad: Metano y Azufre (CH4 y S8). Problemáticas extremas, debido al temor y nerviosismo que cunde entre la humanidad del municipio costero. Y que, desde el primer momento, el Periodismo Ambiental MILENIO lanzó la alerta solicitando estudios de geólogo referente al caso.
Siendo entonces, a los ocho días después del primer fenómeno natural, representado en un enorme agrietamiento de la tierra; el ingeniero geólogo, master en Geo estadística y profesor de la Universidad de Córdoba, Fabián Villafañe Díaz, en su diagnóstico sugirió que, la localidad costera de Puerto Escondido, debe mantenerse la máxima alerta por esos dos aspectos: la salida de lodo que posee un nivel de calentamiento y la emisión de gases por ocasionar un característico sonido de ebullición, siendo a la vez, producto de la presencia de materiales orgánicos descompuestos hace millones de años, entre estos, el Metano y Azufre, pudiendo ser nocivos para la salud.
34 AÑOS DE AGRIETAMIENTOS Y GOBIERNOS PAQUIDÉRMICOS
Dada la serie de estudios científicos a través de geólogos, desde febrero de 1989, la tierra del Municipio de Puerto Escondido, área con una longitud de 432,2 kilómetros cuadrados, 11 corregimientos y 27 kilómetros de costas marinas; la población humana ha venido soportando las inclemencias por los fenómenos naturales de agrietamientos, partiendo del Cerro Santa Cruz, hechos medioambientales, registrados debido a varias manifestaciones.
La primera rajada de la tierra aparece sobre las faldas del Cerro Santa Cruz, en donde vecinos de la vereda adyacente, de manera atemorizados aprecian los momentos de angustias. Siendo entonces, 34 años atrás, Eduardo Parra, ingeniero geólogo y primer director del entonces Observatorio Vulcanológico que hubiera en Colombia, trasladarse al sitio y emprender amplios recorridos por sus alrededores, pudiendo establecer las magnitudes y causas originales al mismo tiempo.
El informe de Parra conceptuaba como principales causas, más bien a deslizamiento de una amplia zona de 100 hectáreas, debido a la construcción de cuatro represas para apastar ganado y obtener con agua en los potreros de entonces. Igualmente, su precisión radicó sobre tales aspectos, tenidos muy en cuenta esa vez, por parte de Ingeominas, el fenómeno de lodo y la existencia de hallarse en el lugar numerosos minerales; entre ellos, el Azufre. Pues entonces, en todo ese tiempo de 34 años ha habido abandono de los últimos gobiernos de niveles nacional, departamental y municipal, tendiente a buscar alternativas claras a contrarrestar la fenomenología.
Hoy, por ejemplo 34 años del primer episodio, obedece a intensas tareas de los ministerios de Minas y del Ambiente (con sus asesorías de organismos adscritos al mismo tiempo). Observando así, el no pronunciamiento de la autoridad pública departamental. Puesto lo corroborado por el profesor Villafañe Díaz de la Universidad de Córdoba, merced al agrietamiento en el área verada Cerro Santa Cruz sitio en que se ubica el diapiro de lodo que ha llamado la atención general de la opinión pública nacional.
Los dos casos de agrietamientos, más los efectos sísmicos y el esparcimiento de Metano y Azufre, según el experto de la Universidad de Córdoba, se precisa la necesidad de acciones de ingeniería o bien sea manejo de obra civil para restablecer el terreno, pese a que la geología no permite establecer cuándo se termina el momento de riesgo.
“El sismo amplificó el fenómeno que ya estaba expuesto; no se puede bajar el calibre a la preocupación en la zona, aunque no es común, tampoco es un fenómeno de características muy destructivas. Sin embargo, puede ocasionar daños materiales en el área cercana y en el peor de los casos daños a personas, hay que tomar todas las precauciones, tratar de alejarse de ese punto que representa alto riesgo; no se pueden hacer construcciones antrópicas cercanas”, dijo el docente unicordobés.
Entre tanto el rector de la Universidad de Córdoba y presidente del Sistema Universitario Estatal, SUE Colombia, Jairo Torres Oviedo, dijo que la institución cuenta con la capacidad científica y académica para generar un mapa de riesgo en esa zona del Departamento y para acompañar con su multidisciplinariedad el seguimiento y las acciones que se requieren para minimizar los impactos.
El experto en Geografía, docente Villafañe Díaz, apunta además que el de Puerto Escondido no es el mismo riesgo comparado con el de la erupción volcánica de otras zonas como el Nevado del Ruiz, pero sí es de alta amenaza para una zona puntual.
Sobre el fenómeno en la vereda Cerro Santa Cruz, explica en térmicos académicos que los diapiros en el Caribe contienen lodo a temperaturas superiores a los 50 grados, pero que no se vuelve material incandescente, al menos que existan gases propicios. Agrega que el fenómeno es producto de una presión que existe entre rocas duras que están a más de tres kilómetros de profundidad, sobre arcillas lodosas que tienden a subir y a buscar un punto de escape en la superficie. A ello el profesor Villafañe le denomina efecto sándwich.
Comments