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INDUSTRIALICEMOS EN BIODEGRADABLES, HOJA Y HARINA DE PLÁTANO


Tanto en la hoja y la harina del plátano, producto cultivado en grandes hectareaje del territorio departamental de Córdoba, se esconde una Economía Postmoderna que, el ciudadano nuestro por desconocimientos y falta de información desecha. Sobre todo,  la hoja de las plataneras.

 

De ambos productos: hoja y  harina, se fabrican bolsas y platos biodegradables, donde comienza a gestarse la verdadera industrialización agrícola.


Crónica 1ª: Hugo Miguel Buelvas Posada: Periodismo Ambiental: MILENIO 2024.

 

Entrándonos al término Filosofía Rural, consistente en un paquete o bloque estratégico destinado por mejorar las condiciones y calidad de vida de la población del campo o rural; tendiente a consolidar el desarrollo económico de un área, una zona o de una zona territorial, involucrando aspectos  culturales, ambientales y políticos. Nos llama o invitarnos a generar verdaderos proyectos de cómo embarcarnos a otras economías productivas desde el sector agrario departamental de Córdoba.

 

¡Amigo o compañero habitante rural cordobés¡ las actuales circunstancias de vidas cotidianas, acaba de llegar el momento de lanzarnos a otras culturas, sabiendo bien interpretar la situación venida desde siglos atrás, incluso, el rancio sistema político nacional colombiano, donde se plaga el costumbrismo clientelista regional. Sobre todo, estar bien preparados de las maneras cómo afrontar y enfrentar retos y desafíos de nuevos periodos legislativos desde el Congreso de la República, organismo sordo y paquidérmico de una democracia escondida  e incógnita. Pero, de raíces corruptas.

 

Entendible partiendo desde la Filosofía Rural, la aplicabilidad estratégica del habitante de nuestro territorio agrícola.  Pujar con fuerza varonil, conseguir estos dos años de Gobierno Petro, en apoyar trabajos de tres ejes temáticos asociados a la reconquista de la Tierra Despojada. Claro está, dejando cualquier “ego” del “yo”, en cuanto  a liderar movimiento campesino, tras el paso perdido de 101 años de intensa lucha agraria departamental.  En donde, hemos visto muchas cizañas hasta venderse por un billete ante el gamonal de turno, dejando tirado el auténtico labrador de la tierra.

 

Trio de ejes funcionales: Agencia Nacional de Tierras- Unidad de Restitución de Tierras y Agencia de Desarrollo Rural: Todas volcadas al campo. Mirar visionariamente a la población rural cordobesa, significa no ser elegido gobernante o legislador a dedos por la vía de la compra de conciencia humana. Menos, darse golpes de pechos: exiliado y amenazado, por la lucha agraria, totalmente vacuo en conocimiento sin liderazgo hacerse congresista, alcalde o concejal, hasta temer irse a las comunidades, solo querer capturar electores mediante las redes sociales.

 

Dejemos tales  costumbres borradas a partir de este 20 de julio, pregonando en las calles por una Constituyente sólida y cambiante de la realidad política nacional.  La cordial invitación al ciudadano de a pie cordobés, a través del Periodismo MILENIO, es, por tanto, mediante estrategias de una economía ponderada entrar a la Era Industrial del Campo. ¿Cómo? Ya se les refiere:

 

Echando mano a la capacidad imaginativa de creación, sensibilizando el antiguo Zenú, pese haber perdido su lengua, pero amparados en la inteligencia natural del hombre: Tierra y Agua.  Por nada en esta cruzada crítica del hambre, sobre 76,86% del área departamental de Córdoba,  una economía agrícola baja al extremo 83,54%, permitir que la festividades del poder corrupto, nos siga matando, Proponemos pararnos sobre la raya y tener consciencia ciudadana y política.

 

La fuerza del poder ciudadano, es la principal invitada a combatir el sucio comercio mercader desde los plantíos de plataneras costeras y otros sitios cordobeses. Industrializando tanto su harina y hojas secas del hectareaje cultivado del plátano. Ahí, está el oficio primario del hombre rural, la ama de casa o el profesional lerdo y perezoso, mirando a ratos su cartón universitario, bostezando de flojera, aburrimiento y nostalgia, a la espera que el político tal le contrate unos días, parrandeándose la plata y generando malos hábitos.

 

Ya no queremos más ese ciudadano.  Principalmente, tratemos la “Hoja Seca” del plátano. Un compromiso de la otra historia. Librar el mundo humano cordobés de los flagelos de la pobreza y las tentaciones de corruptelas. Por ende del hambre, pudiéndose llegar a una realidad, en caso de trabajar juntos y unificados por la misma causa. Emprender acciones de este proyecto, con los ámbitos estructurales para transformar una materia prima en un producto biodegradable reemplazando aquellos que contaminan el medio ambiente: Papel Plástico, por ejemplo, retirado  a buena hora de los mercados nacionales.

 

Aquí, para transformar la Hoja de Plátano en Bolsas de aproximadamente un tamaño de 59 por 31 centímetros cuadrados, inundando los mercados cordobeses, claro está, significa un proceso coordinados mediante acciones de ingenieros de alimentos, aun desconocer cuantos haber en el departamento. Pero sí, llamar al Ingeniero de Alimentos egresados de la Universidad de Córdoba, para efectos de industrializar la propia pulpa del plátano en harinas.

 

Puesto asimismo, de esa misma harina del plátano, también se fabrica la Biodegradable actividad artesanal. Generando un trabajo conjunto al interior del semillero de investigación, en procura de satisfacer una necesidad a través de platos biodegradables llevando a contribuir al cumplimiento de dos de los objetivos mayores relevantes del  desarrollo sostenible, buscando disminuir las emisiones de dióxido de carbono CO2 y de hecho, mermar la pobreza. De acuerdo el planteamiento de la FAO.

 

Entonces, caminemos por otros rumbos productivos del campo departamental de Córdoba, apartando la politiquería e irnos al bienestar social. Espere crónica  segunda.

 

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