El ciudadano de a pie, el campesino, el trabajador informal e independiente, el joven universitario, el vendedor ambulante, el adulto mayor, la mujer cabeza de hogar; el desplazado, el intelectual consciente, las víctimas de la guerra y la violencia, en sí, el colombiano de estratos bajos (1, 2 y 3), contabilizando 11 millones, fueron los decisivos de concurrir a las urnas y votar por el hoy presidente de la República Gustavo Petro Urrego, del total de 11 millones 291 mil 986 sufragantes, lo que equivale al 97,41%.
Esa población golpeada y menos preciada, abatida socialmente por la pobreza, el hambre y la miseria, hoy tan solo 159 días de poder en el mando estatal, vuelve a estallar de rebeldía tras no ver cifradas partes de sus esperanzas con las cuales contra todo pronóstico optaron por elegir a Gustavo Petro, como presidente 118 del país Colombia. Ese estallido de fuerza popular, prontamente volverá a retumbarse desde las calles patrias por medio de una gran “Marcha Nacional” que voluntarios y deseosos de sentirse arropados desde la misma presidencia de Colombia, vienen gestando para los días venideros.
Dentro de las manifestaciones de ciudadanos inconformes, se cuentan, apoyo total al presidente Petro en su gestión administrativa, pero al mismo tiempo, rechazo al “nepotismo”, “clientelismo” y “familiarismo”, acompañado del sector minoritario alrededor de 290 mil votantes equivalente al 2,39%, además del 91,41% de sus contrarios o contrincantes, que, precisamente transcurrido 159 días de mandato gubernamental, han venido colocando sus fichas en altos cargos del Estado, igualmente destruyendo la buena imagen nacional e internacional de Petro.
La Marcha Nacional de apoyo al presidente, precisamente busca llamar la atención ciudadana del votante “petrista”, ese que no aparece matriculado en grupo o partido tradicional alguno, inclusive hasta del mismo Pacto Histórico, en el que convergen diversas vertientes ideológicas.
La rebeldía popular se centra en el pescador, el habitante de la calle, el inquilino, el desempleado, la mujer cabeza de hogar y el adulto mayor, todos ellos, forman la gran fuerza de apoyo al presidente Petro y de rechazo a la clásica politiquería, en especial, la Corrupción.
La gran verdad, dentro de la línea de colombianos populares, se hallan personas además de idóneas, transparentes y formadas académicamente en sus diversos niveles aptos para ejercer altos y representativos cargos públicos. No siendo justo que, ahora, por ejemplo, el mismo viejo y rancio clientelismo burocrático, enemigo del presidente en las dos vueltas, sea el abanderado de estar figurando como posibles aspirantes a las alcaldías y las gobernaciones del país para seguir usufructuando el poder público y político a partir del domingo 29 de octubre del año en curso 2023.
A nivel del Departamento de Córdoba, tierra natal del Jefe de Estado actual, en donde el mismo análisis investigativo dice, haber sufragado por Petro en la segunda vuelta el 59,7% del total de 62%, contra el 38%, que de este último alrededor del 28,5% aparece montado en el potro.
El Departamento de Córdoba, tal vez, aparezca huérfano de representante en las instancias del estado nacional, debido carecer de su cuota política en el Congreso de la República; pero, en votos fue bastante superior a los hoy “lagartos”, según manifiestan representantes de la franja de sufragantes petristas. El cargo de Viceministerio de la Cultura, al parecer anunciado el año anterior para una mujer y luchadora cordobesa, a estas alturas aparece incierto. Posición burocrática de gran merecimiento tanto por la formación académica de la aspirante e igualmente necesaria para el mismo departamento en relación con la hoy flaqueza presentada en el Plan de Patrimonio Cultural.
El rechazo contra cualquier “amiguismoy nepotismo” de clanes familiares vinculados con el presidente Petro, significa hacer respetar los 436 mil votos del 62%en la segunda vuelta por ciudadanos cordobeses de a pie. Entonces, no es el momento aconsejable para contrarrestar cualquier posible candidatura revertida de la permanente y criminal Corrupción.
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