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¡MI NIÑA¡ LA VOZ TENBLOROSA DE LA ABUELA


La imagen presente, coincide con el contexto de la crónica narrada en  virtud al conflicto armado,  vivido durante décadas que ha ocasionado miles de asesinatos,  despojos de tierras y  desapariciones de personas. Claro ejemplo, del  sinfín de casas solitarias, ya decayéndose por el  abandono y  el  devenir de los  tiempos.

 

El titular del  trabajo periodístico,  connota series de acontecimientos  donde pareciera percibirse  las  voces de abuelas, recordando sus nietas desaparecidas del entorno rural alto sinuano.

 

CRÓNICA: HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: DIRECTOR  REVISTA MILENIO

 

 

Estos tiempos nuevos, vividos en diversidades de cosas, nos hace apuntar a conocer moderadamente circunstancias de la Naturaleza y el Ser.  Por lo general, la verdad de las cosas, son  vivibles para el mundo humano,  Aquí mismo, en el suelo cordobés o sinuano, las cosas abundan por doquier.

 

Día cualquiera, salimos a deambular hacia sitio desconocido, en busca de algo ignorado. A la distancia, abordamos un vehículo camino por donde fuera. En la medida que, las horas avanzaban, encontramos a dos labriegos adultos mayores andando de a pie, en un paraje donde el carro nos abandona. Miguel y Ricardo, eran  sus nombres.

 

El poco rato de conversa, persuadimos que mucho más distante, sobre las laderas del río, asentaban familias foráneas, viviendo en estados precarios. Miguel y Ricardo, vivían sobre los cerros, de donde era divisado todo  el  panorama de la  cuenca. Al molestarnos el cambio climático, inclinando  la vista al sur, se percibía el  olor  a lluvia. Yéndonos más arriba, llegamos al sitio Cama Sola. Imaginamos tratarse de un caserío. Siendo el misterio de todo  lo contrario.

 

Al cesar la lluvia, Felipa, una mulata del Sinú Alto, pies descalzos, viviente del lugar, nos pregunta, si  quienes éramos. Nos identificamos. Con su mano  derecha alzada nos indicaba, llegue a aquel  sitio y  conozca Cama Sola. De forma  lenta y pasos firmes nos fuimos acercando al lugar, escuchando voces encontradas femeninas

 

Se trataba de una anciana y una menor.  El cuadro humano visto, nos retrata la esencia de un triángulo: la casa, la laguna,  la  adulta con una niña. Sus estados eran angustiosos.  Dos seres, encerrados entre  la miseria, imposibilitados de algún refugio que  los  salvara.

 

Hasta esos momentos, nuestro periodismo crítico, de 60 años, comenzaba a crecerse de manera agigantada, sin saber hasta  dónde encontrar las cosas. Aterrados por vivir otros espacios de la miseria humana  del Departamento de Córdoba. Ese triángulo de la miseria, era tanto como considerar la  causa verdadera de la perpetua agitación en  que  pasan  la vida.

 

El alma de Eumelia, adulta de rango interiorano, aturdida en desespero, hallarse con su nieta Isabel, era el cuadro triangular, arrojada a su cuerpo mirando sin destinos para resistir en él durante poco tiempo de la  lluvia.

 

Lo más explícito, la abuela  y  la nieta, son parte de la larga y triste historia de la violencia vivida por  décadas en el sur departamental de Córdoba. Pudiéndose decir,  uno de los 3.322 universos de personas dadas por desaparecidas en el  complejo contexto del Conflicto Armado. Eumelia e Isabel, aún ignoran el triángulo de la  miseria que  las circunda.  Viven  el terror de un  tránsito para un viaje  misterioso que tiene el  poco tiempo  que  dura  la vida para  prepararse a  éste.

 

Por  ética periodistica,  las  identidades de la  abuela y  la nieta, no aparecen publicadas igual que el sitio,  llamado Cama Sola. Pero si es uno de los espectros  casos  de desapariciones  sobre el  hoy  territorio cordobés. Donde tardaría tiempos encontrar rastros  de los  huesos.

 



 

Asociarse a estas similitudes de hechos, podría ser el  origen de todas las ocupaciones tumultuarias de los humanos y  de todo  aquello que  conocemos diversión o  pasatiempo, dado que  el  objeto de estas  cosas en verdad, es  pasar  el tiempo sin sentirlo,  o  mejor, sin vida,  la amargura y disgusto interior que acompañarían necesariamente la  atención. 

 

Toda esta narrativa, circunda el  universo de las apenas 3.322 personas alcanzadas a registrar  dadas por  desaparecidas en el  complejo conflicto armado, perpetrado en la zona  del  Sinú Alto. Su literatura se encamina a familiares nuestros. Donde lo  de la  abuela  y  la  nieta, formaliza el ensayo, amparado en  los hechos  reales. Caso de dos hermanas desaparecidas (Adalgisa y Etelvina Polo Peña),   fueron  parte  de la violencia armada y política (guerrillas- ejército- paramilitarismo).

 

Precisamente, década de los  años 1980, cuando el habitante rural del Alto Sinú, le era confuso identificar por  su vestimenta, quien era: el militar, el  guerrillero o el paramilitar. Tras andar libremente, compartía la misma habitación campestre,  pero, detrás de sus  sombras,  se camuflaban los  diversos poderes del  Estado.

 

Ellos, es decir,  todas las guerras y las violencias del  Sur cordobés, confiesan  que  la  Justicia no reside  en  estas  costumbres, pero que  reside en  las  leyes  naturales,   conocidas en  todo  el  país. Ciertamente lo  sostendrían con testarudez,  si la temeridad del azar.  que ha  sembrado las leyes humanas, hubiese encontrado a  lo  menos una que fuera universal, pero lo chistoso es que  el capricho  de  los hombres se ha diversificado tan  a  maravilla, que  no hay manera de encontrar una  ley así.

 ¿Será vivir otros 215 años, para conocer la  Colombia de la  Verdad?  

 

Bibliografías: Blaise, Pascal, Pensamientos. Trabajo de ensayo, Periodismo MILENIO.

 

 

 
 
 

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