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MONTERÍA “OLLA ARDIENTE”


Foto: Tres gráficas de arriba y dos a la izquierda de abajo,  indican “soledad casi aboluta, sobre un gran sector céntrico de la urbe capitalina y un callejón del Barrio La Ribera, etapas 2 y 3 (donde a la distancia alcanza divisarse tres arbolitos, sobre dos terrazas y un parque descuadernado),  de la Ciudad Capital de Montería.  


Una mañana de enero 2024, tipo 11 horas. Completamente el Sol brillante y amarillento, arropa el territorio, no viéndose sombrío alguno, de acuerdo a las tomas de las  imágenes captadas  por la lente de MILENIO AMBIENTAL. La panorámica multicolor continua al Río Sinú, corresponde a horas nocturnas de la “otra Montería”, asentada en sectores de familias de mayores recursos económicos o estratificaciones socioeconómicas superiores. El lector que adivine identificar los sectores superiores, obtendrá un  “Libro de premio”. Imágenes tomadas jueves 18 de enero 2024. 


Cronista: Hugo Buelvas Posada: Periodista Ambiental- 


Por la mañana enerina, recorriendo diversos sectores de la Ciudad de Montería, del presente 2024; sentimos más duros y fuertes los efectos de “Calor Extremo”. Donde el panorama urbano era desolador.  


Mirando el tiempo, tipo 11 de la mañana, habiendo caminado alrededor de 15 cuadras de distancias, las altas temperaturas conjuntamente las sensaciones térmicas, eran insoportables, hasta para el habla y el saludo a varios conocidos al cruzar bien de a pie, en bicicleta, carro o motocicleta.   


Nada de “Fenómeno El Niño”, suposición de alguna ciencia desfasada de la realidad. Sus efectos son claras evidencia del Cambio Climático. Ello, por tanto, denota los bruscos momentos originados por el incremento del clima, debido en variaciones de la temperatura que hace generar afectaciones a la masa humana. 


En esa maratónica caminata, escalamos alturas de siete pisos en edificios, percibiendo el mismo calor. Abordamos espacios geográficos del parque lineal “La Ronda del Sinú”, registrando solo una baja de un grado, en relación al piso de la Avenida “Las Riadas”.  


Entre pasos y pasos, con intervalos de segundos,  disparábamos la cámara, tras mirar el panorama tropical. Explayando la vista hacia el cielo encendido por el Sol amarillento, refrendamos matemáticamente el espacio geográfico territorial de la urbe de Montería, en procura de contextualizar el contenido de la superficie y latitud de la ciudad capital. 


Centrarnos sobre el territorio de 15 cuadras lineales, su resultado es impresionante describirlo así por así.  Las imágenes fotográficas en instantes, nos avalan el estado deteriorado del clima, columbrado o aforrado por el Sol, sobre el 83,86% del territorio urbano citadino. O sea, el solo 16,14% aparece “sombreado”, debido los reflejos de ramales de escasísimos árboles, edificaciones, viviendas y algunos otros aspectos, digamos cruce o movilidades o estacionamientos de vehículos automotores.  


Muchísima gente hallada sobre las calles, cuadras, carreras y avenidas, en el tiempo recorrido; rechinaban los dientes y con las expresiones: “qué ardentía”, hasta ignorar las causas.  


A un pequeño grupo de andantes, alcanzamos informarles: “las causas o razones del extremo o intenso calor que golpea la ciudad de Montería, por supuesto sus alrededores confluentes en las riberas o costas del Río Sinú; se debe a encontrarse situada y ubicada la “urbe capitalina de Montería, a 18 metros de altitud del Mar Caribe y a orillas del río. Clara consecuencia del frío noroccidental tan  fuerte con las temperaturas”.  


Entonces, darnos la tarea por llegar a conocimientos precisos, las razones son por el  aumento de “Frío” en el noroccidente del Mar Caribe y la alta presión en el océano Atlántico, haciendo generar la sensación térmica incrementada. Es de notar, los últimos registros generalmente marcan ejemplo: 38º con una sensación térmica de 42 hasta más grados.  


En esta percepción discrepamos un tanto del Ideam, al decir, deberse a las altas temperaturas, agregando la escasez de agua, situación añadida al Fenómeno de El Niño. También descartarse hipótesis callejeras de que, “las playas sobre el espacio  geográfico del Río Sinú, ayudan a mitigar el calor”.  


¿Pero dónde está el organismo ambiental del Departamento de Córdoba? Referente a emitir cualquier pronunciamiento  oficial. Sea la CVS o la Dirección Ambiental de Riesgos de la Gobernación.  Por el Ministerio de Ambiente, pasó un “vaquero sinuano”, solo para devengarse los milloncitos de pesos.  


La urbe de Montería, en el año 2018, según el Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV), la ciudad se componía de 232.670 viviendas, con un pronóstico del nivel nacional, una reducción del  tamaño de hogar de aproximado 13%. Arrojando entonces, 698.010 habitantes urbanos. Alrededor de un tope sobre 29 mil 105 hogares anual. Nos referimos al  2018 


Una breve corrección al ente nacional, pongamos existir esa cantidad de hogares urbanos, para ese tiempo, seis años antes, por ejemplo, hoy mes de enero de 2024, debiera mínimamente la urbe capitalina de Montería, con una cobertura geográfica de 118 kilómetros cuadrados, dadas las entonces 232 mil 670 viviendas: 465 mil 340 árboles nuevos, los que, se ser contextura tropical apta para clima cálido, como el actual,  tan  solo les faltarían seis años de comenzar a convertirse en “maduros” y poder dar oxígeno a cuatro personas por hogar.  


Hoy en este inicio del 2024, Montería requiere alrededor de 600 mil árboles maduros entre 14  y  18 años sembrados sobre las terrazas de un número superior a 300 mil viviendas, en el territorio de 207 barrios enclavados   en nueve  comunas.  


Existiendo tales números de árboles maduros, los habitantes monterianos tan  solo sintiéramos un calor de aproximados 26 grados con 31 de sensación térmica. Sin  importar para nada Fenómeno El Niño. Habiendo igualmente abundante cobertura de fuente hídrica o de agua evaporada por el mismo Río Sinú. 

 
 
 

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