Las inundaciones evidencian la falta de medidas preventivas, que a la hora de actuar resultan insuficientes, dejando cuantiosos daños causados por el desborde de los ríos, afectando por ende las cuencas hidrográficas respectivas.
En la presente ola de lluvias torrenciales vividas por miles familias del Departamento de Córdoba, en especial, las consabidas inundaciones, excepto San Antero y Sahagún, los restantes 28 municipios, prácticamente se hallan "bajo agua", ocasionando afectaciones en la salud humana y materiales, sumamente incalculables para la atrofiada crisis económica departamental de poder evaluarse al momento de la emergencia catastrófica.
Tradicionalmente, los innumerables ciclos inundables, ejemplo, en los 70 años departamentales, grandes desbordados de los ríos, pese sus grandes consecuencias, no han tenido las suficientes atenciones, para al menos, evitar los embates naturales, debido las escasas actitudes gubernamentales. Por cierto, tan fundamental cuando se habla de las necesarias limpiezas y mantenimiento de los montes, lo que vendría a frenar la propagación de los incendios forestales.
Pues entonces, las altas responsabilidades de los ejecutivos han sido a través de la historia, en poquísimos o nulos actos preventivos, porque antes que todo, ha campeado la flamante corrupción en el " derroche" de Miles de millones de pesos, siendo mal invertidos o esquilmados.
Hoy por hoy, el Río Sinú, referente primordial de la potencia hídrica, con sus cauces, riberas y sotos, constituye un ecosistema vivo en permanente cambio; dentro de los cuales, los pueblos ribereños aprendieron a convivir con su rio y sus crecidas periódicas a lo largo de los siglos, pero en la actualidad se ha alterado esta relación sabia y respetuosa ente los mismos ríos y la gente de sus riberas.
Cada vez, como ahora, las lluvias intensas, no faltan voces que echen la culpa a los daños cuantitativos por efectos de las inundaciones dada la falta de limpieza de los ríos y que reclamen más dragado, motas y embalses.
Córdoba ha sido un territorio en el que, autoridades y pobladores han vivido de espaldas a la existencia de los picos ( caso similar el presente) de precipitaciones torrenciales. Y ante esto no son frecuentes las acciones para mitigar el cambio climático, y mucho menos acciones encaminadas a cambiar los modelos de desarrollo ambientales; por el contrario lo que se ha dado es la aplicación de "políticas públicas" totalmente carentes de sentido hacia una solución real.
Obviamente la cuenca Hidrográfica del Río Sinu, aparece atrofiada por la introducción arbitraria de capitales privados por adueñarse de grandes territorios de reservas naturales, cuando de las 205.000 hectáreas de humedales el 75% permanece en crisis socioambiental.
Comments