José Antonio Vega Henao, ingeniero de alimentos egresado de Unicórdoba
El intelecto y espíritu emprendedor que se nutre en las aulas de la Universidad de Córdoba ha ganado sitial de distinción en la mesa del Caribe y en las reuniones familiares, con el tinto de verano Patronal 28, que elabora el egresado de Ingeniería de Alimentos, de esta alma mater, José Antonio Vega Henao.
El egresado explica que es un vino de corozo en cuya elaboración homologó el proceso que se hace con el vino de uva, con una clasificación específica, sabor y carácter que lo ubica en un nivel alto a la hora de degustar un producto que además se hace con levaduras traídas de Francia y mecanismo de filtración italiano.
“En Colombia los vinos son un mercado emergente, no somos altos productores, hay barreras en cuanto a proveedores de corchos, envases y termoencogibles. Sin embargo, se están encontrando proveedores en Israel y China”, explica el ingeniero unicordobés.
El nombre de Patronal 28 es producto de un homenaje que el ingeniero Vega Henao quiso hacer a su corregimiento natal de Mateo Gómez, Cereté, donde se celebran las fiestas patronales cada 28 de diciembre.
El Patronal 28 va para su tercera edición y – explica Vega Henao – en Mateo Gómez lo están sintiendo como propio, con orgullo.
“Es importante contar con un producto que está mostrando al corregimiento ante el mundo y demostrar que de una fruta exótica como el corozo, se está elaborando también un producto exótico, como valor agregado. Debemos convertirnos en país transformador de materias primas”, sostiene el ingeniero de alimentos, quien ha desarrollado estudios postgraduales en Optimización de Procesos, Gerencia y Valoración de Proyectos y Valoración de Empresas.
Vega Henao actualmente también trabaja en el emprendimiento de elaboración de un vino de consagrar, al que le ha denominado Galilea 33, que – explica – rememora el hecho histórico cuando Jesús convirtió el agua en vino. Es decir, los suyos con vinos para compartir y que cuentan historias.
A los unicordobeses estudiantes y egresados de cualquier programa o facultad sugiere el ingeniero, inicialmente encomendar los planes a Dios, vivir los sueños con ilusión, que experimenten, que emprendan y que se arriesguen con coraje y valentía, que son los ingredientes del éxito.
“Cada vez que veo triunfar a un unicordobés, se me recarga el corazón, no por algo sencillo somos uno de los mejores programas de Ingeniería de Alimentos y una de las mejores universidades del país y del mundo”, concluyó el ingeniero egresado unicordobés.
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