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RÍO SINÚ: PRINCIPAL REFERENTE DEL PRECOLOMBIANISMO (1ª Crónica) MILENIO 2023


Foto: La gráfica capturada hace pocos años, registra espacios distintos a otras épocas de la Cuenca Hidrográfica del Río, dentro del Valle Sinú, exhibiendo caudal al parecer normal, cuando la realidad es otra. En la crónica dos, se podrá observar el estado crítico tanto del caudal como los puntos erosivos. Donde, el 98% de los 217 presidentes republicanos, menos los 54 gobernadores departamentales, centenares de alcaldes, 71 congresistas cordobeses, el único Ministro del Ambiente monteriano y la misma sociedad regional, les ha importado la suerte de tal fuente hídrica.


El periodismo socio histórico y relativo a la historia social de la comunidad Zenú, asociada con el Río Sinú, tras series de trabajos anteriores inherentes de posibles descubrimientos, partiendo de la misma dinámica, pero en otras épocas, la presente globalizada y postmoderna; iniciamos nuevos modos narrativos, esta vez, expresados diferentes estilo de crónicas refrendando más a fondo, la civilización milenaria aborigen.


La existencia del Río Sinú, nos invita a razonar concienzudamente tocando diversas fuentes bibliográficas, partiendo entonces, tanto del surgimiento del Continente Suramericano (40 mil años) y desde la aparición de los primeros pueblos que cruzaron por la fuente hídrica, procedentes de Norte América hace más de seis mil años equivalentes a 60 siglos.


En nuestra calidad de ambientalistas, muchos años atrás, hemos venido ideando sobre cuál es la edad exacta del nacimiento del Río Sinú. Tras saber que, los antepasados Zenúes, en el siglo I de nuestra era, inventaron por primera vez en el planeta las “Terrazas Hidráulicas”, para controlar las inundaciones en un territorio de 500 mil hectáreas, pertenecientes a las dos cuencas hidrográficas.

Con los hallazgos de otras fuentes, bien entendemos que, tanto el Río Sinú y diversos pueblos asentados sobre su hoya hidrográfica, surgen de la época precolombina, habiendo necesidades apremiantes de sendas investigaciones tanto de la geología, la antropología y la historia antropológica en obtener datos culturales prehispánicos de las hoy tierras americanas, referenciando los establecimientos dominantes europeos, tanto en Mesoamérica y los Andes. Estas últimas regiones a la que está ubicado el Río Sinú y el territorio actualmente cordobés.


Foto: Muy posible los rastros geográficos del territorio Zenú antiguo precolombino, sea el mismo espacio físico de la época en que surge el Río Sinú. Cualquier comprensión tipo geofísico, descifrada por lectores de la Revista MILENIO, será premiada con ejemplares del libro: “Mateo Gómez: la vuelta de 300 años en el pueblo de río”.

La misma historia corrobora respecto el poblamiento del territorio Litoral Caribe o Norte colombiano, hace más de 4 mil años, coincidiendo con los apuntes del asentamiento aborigen Zenú, sobre el espacio geográfico Valle del Sinú y Ciénaga Grande circundante hoy sobre los 8 municipios, incluido, Cotorra, ente municipal categorizado en abril de 1997 en la territoriedad, que, junto con Montería y San Carlos, entre 1887 y 1890, formaran el Departamento del Sinú en calidad de Distritos, al lado de Palmito (hoy Departamento de Sucre).


Dentro de la misma línea histórica más de seis mil años antes, aborígenes Zenú, cubriendo la geografía hidrográfica Río Sinú, moldearon la producción de las Cerámicas, aparejadas a la historia precolombina, actualmente América. Habitantes Zenú que combinaban la explotación del producto con la pesca y la caza y la agricultura extensiva de tubérculos, especialmente la Yuca y la Batata.


Todavía en plenitud del siglo 16, era destacable entre la civilización Zenú el gran centro religioso, siendo “el sol y el agua”, el “Dios de la Tierra”, no existiendo la palabra “Cacique” aún, cuya ubicación se extendía por el territorio Finzenú, actualmente el área Valle del Sinú desde Tierralta al Golfo de Morrosquillo y poblaciones aledañas costeras y fronterizas en los cerros limitantes de San Carlos y Sahagún.


Entonces, todo el complejo histórico Zenú, más de 500 años, aparece entrelazado con el inicio de la destrucción aborigen o primitiva milenaria y precolombina, culpabilidades del “Español” e invasor de todo el globo continental americano. Referir hoy, 531 años más tarde, en que, los Zenú habitaban sitios sabaneros no inundables poseyendo igualmente, relaciones comerciales con sus vecinos de la Serranía San Jacinto (hoy territorio bolivarense) y de las riberas del Río Magdalena.


¿VISIONARSE OTRAS SEGREGACIONES?


Partiendo de aquellas épocas siglo 16 a la era presente, en que, el territorio departamental de Córdoba, presenta diversidades culturales, folclóricas, raciales e históricas, dentro de situaciones de índole social, cobra importancia tenerse muy en cuenta la franja subregional Valle del San Jorge que pertenecía a la civilización primitiva Panzenú. Sobre tales premisas, la historia bien podría reinventarse en la creación de dos departamentos, llamarse: Sinú y Panzenú, que mediante nueva ley del Congreso de la República construir esa nueva forma territorial, a través de iniciativas presidencial o ejecutiva.


Foto: Panorámica Montelíbano entre el Río San Jorge: Región territorial perteneciente al reino Panzenú en la era precolombina

Es que, la división territorial comprendida de las subregiones: Sinú, San Jorge y Bajo Cauca, incluso, data desde años bastante atrás, debido expresiones de diversas personas de las tres fases subregionales. Sabiendo que, el Reino Zenúfana, para aquella época, cubría el espacio geográfico denominado Valle de Nechí y el Bajo Cauca, esta última de producción aurífera todavía.


Lógico, caber razones geopolíticas y socioeconómicas, en los sentidos de poderse llegar a definir similitudes de segregación territorial, mediante contexto conceptual que permita su comprensión y también una operacionalización haciendo referencia a la aglomeración| y el espacio de familias o grupo de personas habitantes, tras poseerse igual o distinta condición social, más allá de cómo definirse sus tipos condicionales.


De igual forma, que no sean: Finzenú- Panzenú y Zenúfana; la hipotética visión separatista territorial (eso de acuerdo nuestro criterio sociológico y periodísco), pero sí, “Sinú- San Jorge y Bajo Cauca”, la misma historia, entre lo antiguo, moderno y postmoderno, nos permite la razón de gestar una nueva segregación en virtud a resultado de la acreciente “desigualdad social” existente en las ciudades (caso Montería capital, Montelíbano y Caucasia, urbes generativas).


La lógica nos lleva a comprender que, un nuevo modelo separatista o segregacional, de las tres regiones no solo se basarían en diferencias de ingresos, como también de tipos culturales, religiosos, étnicos o educativos, viniendo de siglos atrás de manera muy diferentes en sus estilo de vida.


Esas formas de vida, encajan al mismo tiempo en la cultura lingüística de los tres antepasados reinos aborígenes: siendo igualmente culpabilidad del entonces del Reino Español, hace 353 años, ordena la prohibición de las lenguas primitivas “Guajiba o Guamacó” (1770). Cuando a finales del siglo 18, sobre los años 1870, ejemplo, solamente la lengua Zenú era hablada en los pueblos de Cereté (Valle del Sinú Medio) y San Cipriano (Valle San Jorge Alto).


Tal vez, gran porcentaje de habitantes cordobeses sobre un 37,87% de territorio, se halle viviendo encima de las inumerables tumbas o de cementerios indígenas zenués, incluso, aquí en la urbe de Montería, estudios antropológicos anteriores hablan de la existencia de sendos cementerios, por los lares del mercado antiguo y el colegio Nacional José María Córdoba.


En todo ese largo y complejo espacio de tiempo, los lingüistas nacionales colombianos, han sido tardíos en realizar sendos estudios investigativos en procura de poderse rescatar la lengua primitiva del Zenú. Creyendo que, expresar hoy en día, por ejemplo: sinuano, sinualogía, sanjorgano, sabanero, costeño y caucasiano; no podría llenar los vacíos lingüísticos auténticos dejados de usar, hace 353 años. No obstante, cumplir la Ciencia Lingüística colombiana 199 años de haber sido creada mediante la cátedra de idiomas en el colegio San Bartolomé de Bogotá. Un lapso de 204 años desde que España hace desparecer nuestra lengua originaria.

Tales informaciones obtenidas de primera mano por MILENIO, tras referenciar sesenta siglos de historias precolombinas basados en el cruce de los primeros asentamientos humanos por el entonces inmenso y caudaloso Río Sinú; harán este 2023 del siglo 21 de la era común, alrededor de 5 mil 480 años de esa travesía, para el arribo a nuestras tierras del Gran Valle de los primeros expedicionarios españoles. Se recuerda que, en 1501, Juan De la Cosa, acompañante de Colon en su cuarto viaje a la América; al estacionarse sobre las riberas del Caño de Cereté, bautiza a los aborígenes de “Bugre”.

La misma historia precolombina nos dice que, los primeros pueblos de hace más de seis mil años o 60 siglos, igualmente 6 milenios, son hoy: Chimá o Pinchorroy, Momil, San Andrés de Sotavento y Purísima. Muy fácil de entender que, Chimá territorialmente abarcaba áreas del ahora pueblo Punta de Yánez, lugar de donde proceden los primeros asentamientos de Ciénaga de Oro.


Suponer entonces que, la historia es un trazo cóncavo, debido a que, también, a su vez, las primeras tribus aborígenes de Ciénaga Grande aparecen mucho más allá de 3 mil y tantos años, digamos 30 siglos antes; pero sobre terrenos cenagosos de Momil. Dos versiones en precisión tipo histórica. Conociendo otras fuentes en el sentido de la incursión de Alonso de Heredia y su ejército, los años 1533 y 1534 a los sitios Chimá y Purísima. Más adelante del primer arribo ibérico al Sinú.


(Fuentes bibliográficas: Ricardo Miranda- Tierra Profanada – Investigación MILENIO).

2ª Crónica: ¿Por qué el Río Sinú tiende a desaparecer con la cultura Zenú?




 
 
 

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