Sentado sobre la mecedora de palo, a la edad de 117 años y nueve meses, murió a las cuatro de la tarde de este jueves 29 de septiembre, GUILLERMO SIBAJA ALVAREZ, apodado “ El Tripilla” o “ Cabo Guillo”, en el caserío El Bugre, comprensión del corregimiento Rabolargo. Tal vez, el segundo longevo del mundo.
MILENIO publicó series de crónicas relacionadas con los mundos andantes de esta persona, narrando todos sus episodios, incluso desde los ocho años de edad , al tener uso de razón hasta junio de 2021, que hoy reproducimos unos fragmentos acordándose de muchas travesuras a sus 11 años, momentos históricos que era llevado al Pozo de Molina de Chinú. En esa última entrevista para la revista, “El Tripilla “, aún clamaba por sentarse y recorrer el patio redondo desde una silla de ruedas qué autoridad o político alguno pudo obsequiarle.
El cadáver del longevo mayor de América y quizá el segundo del mundo, será llevado este viernes 30 de septiembre en medio de notas musicales hasta la vieja casa de palmas de Rabolargo, en la cual vivió toda su juventud y gran parte de su larga vida, velación que tardará seis horas para ser sepultado en el cementerio local a las cuatro de la tarde.
LA ÚLTIMA CRÓNICA
Aún, usando pantalones cortos, a los 11 años; ya encontrándose viviendo en el pueblo Chinú, comienza a despertar su mente, oyendo cuentos de sucesos y vivirse secuelas de la Primera Guerra Mundial. Caminaba tomado de las manos por Eligio, padre de crianza, con destino al Pozo de Molina, narrando los sucesos guerreristas.
Ya 'crecidito', pantalones largos de dril, pero, abarcas tres puntá y camisa de popelina; edad de 15 años, se entera también por comentarios de viejos pueblerinos, sobre la peste de la Gripa Española, que, aunque solo ataca la humanidad de Bogotá y el Departamento de Boyacá, los comentarios eran escuchados por el sitio Rabolargo. Epidemia que suele durar dos años, 1918- 1920, completando Guillermo, entonces sus 17 años.
En Chinú, la misma tierra de flotas de jeep y de buses, cumpliendo “El Tripilla”, sus 36 años, comienza a sentir, en 1939, los efectos del conflicto militar globalizado por el estallido de la Segunda Guerra Mundial, extendida al año 1945, sufriendo Colombia sus consecuencias dada inclusión total de las grandes potencias universales de la época.
Guillo o Tripilla, pudiendo haber conversado telefónicamente ayer, tampoco supo entender de qué trataron la primera pandemia y ambas guerras mundiales en concreto.
Este, el mayor longevo colombiano, desde niño, hasta pocos años recientes, su vida giró principalmente en labores del campo, mini comercio, ordeños y la peluquería con tijeras.
Luego de toda una serie de hechos sociohistóricos, Guillermo, opta por abandonar la casa de Eligio Alvarez Sibaja. Así es como, en plena Segunda Guerra Mundial, alguien le calienta las orejas emprendiendo viaje a la Hacienda “La Quinta” de Miguel García Sánchez, ganando dos pesos diarios, se enfrenta al ordeño de vacas lecheras. Días seguidos del trabajo, en parranda familiar conoce la muchacha Ester González Gómez, de menos años, caserío El Cedro, quedando ambos amoriscados.
Desde Milenio, a esta figura, le deseamos paz en su tumba.
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