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“LOS 6402 FALSOS POSITIVOS TIENEN NOMBRES Y APELLIDOS” MAGISTRADA DE LA JEP


Artista: DJLU / Juegasiempre

En su corto tiempo de funcionamiento, La Jurisdicción Especial para la Paz o JEP, es parte esencial en los Acuerdos de Paz que firmaron las FARC y el Gobierno, como la garante de la justicia imparcial necesaria, tras su recorrido en busca de esclarecer la Verdad en tan largo y complejo Conflicto Armado Interno. Hoy, Catalina Díaz Gómez, magistrada de la Sala de Reconocimiento a la Verdad, hace revelaciones de “un suceso espeluznante”, relacionada con investigaciones que apuntan a identidades de los “6,402” falsos positivos, hechos ocurridos en los mandatos presidenciales de Álvaro Uribe Vélez.


“Estos 6.402 falsos positivos tienen nombre, un apellido y número de cédula”, asegura la magistrada de la JEP. Agregando la funcionaria: “cada día son más los militares que quieren hablar sobre cómo sus bajas en combate eran en realidad falsos positivos”, subraya.

La Jurisdicción Especial para la Paz ha podido evidenciar que en algunas zonas del país el 80% de las supuestas bajas en combate eran ejecuciones extrajudiciales”, concluye la funcionaria (Nota de Caracol digital).


¿Qué es la JEP?

La Jurisdicción Especial para la Paz o JEP es un organismo que se encarga de enjuiciar e investigar a todos los integrantes de las FARC, fuerzas públicas y terceros. Está compuesta por 51 magistrados además de contar con 14 juristas internacionales que facilitaran cualquier proceso.


La persona que está al frente de este órgano que imparte justicia provisoria para cada parte involucrada en el conflicto armado, es Patricia Linares.


Juan Manuel Santos al lograr los Acuerdos de Paz en La Habana, procuró establecer la creación de las JEP para ajustar cuentas y satisfacer a las víctimas del conflicto.


El 23 de septiembre del 2015 el Gobierno y las FARC acordaron una primera fase de justicia transicional, la creación de la Jurisdicción Especial para la Paz. La parte esencial de esta herramienta judicial, es la sanción a las partes involucradas, no importa si es guerrillero o funcionario, sus delitos serán juzgados.


Los crímenes cometidos a lo largo del conflicto armado tampoco podían quedar en indultos o amnistías, eso era un insulto a la memoria de los fallecidos.


La Corte Constitucional estipula que la JEP tendrá una vida prorrogable de 15 años, empezando, se encargará de todos los delitos cometidos antes del 1 de diciembre del 2016. Por supuesto, en su corto tiempo de operaciones, amerita gran reconocimiento de la sociedad colombiana, siendo por ello, revelar algunos episodios referentes con el conflicto armado interno nacional y por ende, los falsos positivos.


Los falsos positivos fue el nombre con el que se designó al escándalo en Colombia, en donde las fuerzas militares asesinaron al menos 6.402 civiles; y los hicieron pasar por “bajas en combate” durante los años 2.002 y 2.009. Sin embargo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos tiene registros de ejecuciones extrajudiciales desde el año 1.978.

Se estima, que cerca de 1.500 militares estuvieron involucrados en la práctica de estos falsos positivos, con el fin de obtener algún tipo de beneficio; ya sea una retribución económica por cada “baja” presentada, días de descanso, condecoraciones, etc


Todo esto sucedió en el marco del conflicto interno armado en Colombia, dentro del gobierno de Álvaro Uribe Vélez y su política de seguridad democrática; y como parte de un programa de incentivos a los militares del Ejército Nacional para que se mejoraran los resultados contra los grupos insurgentes activos del conflicto interno en Colombia.

De hecho, la JEP señala que el 78% del registro de falsos positivos en la historia se produjeron durante el periodo de gobierno de Uribe; y que, el 66% del total de víctimas se concentraron en 10 departamentos: Antioquia, Meta, Caquetá, Cesar, Norte de Santander, Tolima, Huila, Casanare, La Guajira y Cauca.


Masacres en Colombia por el Conflicto Interno Armado


Se estima que las masacres en Colombia, como parte del conflicto interno armado, ha dejado más de 24.500 víctimas, la mayoría de ellas son víctimas civiles. Éstas han sido perpetradas por los diferentes grupos insurgentes y sus disidencias, otras son atribuidas a las Fuerzas Militares colombianas, al Cartel de Medellín; y otros actores del conflicto interno y no identificados.


Lamentablemente, se tiene el registro de más de 730 masacres perpetradas en Colombia, de acuerdo con cifras entregadas por Rutas del Conflicto y el Centro de Memoria Histórica. Estas masacres han tenido diferentes finalidades, han sido como consecuencia del narcotráfico, el despojo de tierras, enfrentamientos entre los grupos armados o venganza por colaborar con sus enemigos.


Etapa más Crítica de los Falsos Positivos en Colombia


Aunque se tienen registro de los falsos positivos desde el año 1.978 y hasta el año 2.009, la época más crítica se considera entre el 2.002 y 2.008; de hecho, la JEP indicó que en el año 2.008 se reportaron 792 víctimas, y en el 2.009 se redujo a 122 casos.


Y es que el 2.008 fue el año en el que se dio a conocer este oscuro escándalo en Colombia, cuando familiares de las víctimas denunciaron y revelaron; que fueron militares los que habían asesinado a civiles para presentarlos como guerrilleros caídos en combate.


Es el caso, por ejemplo, de los 19 jóvenes desaparecidos en el año 2.008 del municipio de Soacha, Cundinamarca y encontrados muertos en el municipio de Ocaña, Santander. Éstos jóvenes, con promesas de empleo, fueron engañados y trasladados, los vistieron con uniformes camuflados, simulando ser guerrilleros y luego fueron asesinados. Los uniformes presentaban muy poco uso; y algunos de ellos fueron asesinados 1 día después de su desaparición, y el resto entre 3 y 4 días después.


Otro caso, es el de la masacre ocurrida en la vereda San José de Apartadó, en Antioquia en el 2.007; donde en operación conjunta entre militares y paramilitares, asesinaron varios civiles, entre ellos tres niños; y luego culparon a las FARC-EP de los hechos, presentando testimonios falsos.


Testimonios de los mismos paramilitares involucrados permitieron conocer la verdad de estos hechos; en los que además de descuartizar y degollar a los tres niños víctimas, reconocen que esta masacre fue en venganza por la muerte de 18 soldados y 1 oficial en Mutatá, Antioquia, perpetrada por las FARC. Por este caso, Armando Gordillo, capitán del Ejército y otros 10 militares fueron juzgados y condenados.


Evidencias de los Falsos Positivos


Entre las mayores evidencias de los falsos positivos se encuentran las botas de caucho. En Colombia, se cree que este tipo de calzado es frecuente entre los guerrilleros. Por tal motivo, los militares además de poner camuflado a las víctimas civiles, también les ponían este tipo de botas; sin embargo, en varios casos, las víctimas presentabas calzaban las botas en el pie contrario, lo que se consideró como evidencia por parte de las familias de los falsos positivos.

Adicionalmente, los cuerpos de las víctimas eran puestos con armas, en ocasiones, las víctimas que eran zurdas aparecían con las armas en la mano derecha; lo que se consideró como otra evidencia de que los “muertos en combate” no eran guerrilleros, sino civiles.


Directiva Ministerial 029 de 2.005


Se trató de la directiva, firmada por el entonces Ministro de Defensa, Camilo Ospina Bernal, en la que se ofrecía $3.800.000 millones de pesos por cada paramilitar o guerrillero muerto. Se considera, que esta iniciativa fue la que dio lugar a los falsos positivos en Colombia; lo que propició que, no solo los militares asesinaran civiles; sino también, en operaciones conjuntas entre militares y paramilitares. (Fuente: JEP- Colombia)

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