Foto: Las líneas geográficas del área territorial urbana de la “MONTERÍA INCIERTA”, semejada en la actual composición fotográfica, apareciendo cosas distintas y variables. Dos gobernantes nuevos al centro superior, entre latitudes discordantes de urbes partidas, exhiben paralelos espacios en que, sobre los extremos inferiores; el carretillero divisa conflictos sociales terminados con la postura de ruinas en las cuales habita alto porcentaje de la población humana marginal de la Ciudad Capital.
La frase “Area Metropolitana”, término usado a partir del ocho de marzo de 2005, edición primera Revista MILENIO, propuesta lanzada por su director con base en la Ley 128 de 1994; hoy derogada por la “Ley 1625 de 2013”, nos hace revivir el espíritu civilista de realizar no solo sendas crónicas, al contrario, impulsar la gestión de “foros pedagógicos”, con la única finalidad compromisoria de poner todas las cartas sobre la mesa y clarificar estelas dudosas.
Además de incomodidades que entre veces, generan graves juicios diversos, dados precarios conocimientos, sembrando complejas convulsiones en la sociedad y la comunidad poblacional; por lo que, la humanidad corre serios peligros de convivencias, estando por el medio la ciudadanía departamental cordobesa en casos y hechos específicos.
“Metropolitana”, expresión gramatical enfatizada en el argot policial. Pues entonces, el nuevo periodo de gobierno departamental, inicia con el mismo o hasta peor sistema clientelista y herencia colonialista, siguiéndose el consabido “patronato” esclavista, tras creerse dogmatizar otros pensamientos ya libertarios pudiendo hacer contrapeso al decadente bipartidismo.
Despierta el interés sociológico del periodismo MILENIO, la manera frágil de anunciarse proyectos a través del mandatario entrante cordobés: “Nivel turístico, el desarrollo del Parque de la Revolución Industrial y Económica, el Parque Temático Agroindustrial de Córdoba en el ICA, la construcción de la Central de Abastos Regional y el Mega comando Metropolitano de la Policía Nacional”.
Sigue la película: “fortalecer el Sistema Estratégico de Transporte, de Montería extendiendo la prestación del servicio a los municipios de: Cereté, San Carlos, San Pelayo y Ciénaga de Oro”. Por último, “la internacionalización del aeropuerto Los Garzones”.
Todo ello, nos parece un paquete proyectivo novedoso. Que más adelante encausamos precisiones de la originalidad de tan “revolucionaria propuesta programática”.
El veneno de lo tóxico, en una eventual proyección, aparece acuñado en mal uso del lenguaje “cimarronista” salido del costumbrismo “Romosinuano”, con el sonsonete “vaqueano” desdiciendo tal vez, el vocabulario correcto en una época como la actual del postmodernismo. La toxicidad se manifiesta en: “Conurbación”, palabra que denota distinción a la “Metropolitana”.
Las Áreas Metropolitanas son conocidas entidades administrativas de derecho público, constituidas por un grupo o conjunto de dos o más municipios integrados alrededor de un ente o municipio núcleo, vinculados entre sí mediante dinamismos e interrelaciones territoriales, ambientales, económicas, sociales, demográficas, culturales y tecnológicas. Todo ese contexto para la programación y coordinación de su desarrollo sustentable, desarrollo humano, ordenamiento territorial y racional prestación de servicios públicos, requieren una administración coordinada.
Su instituionalidad demanda una serie de medidas y argumentos humanos, por voluntades populares, acogidas por instancias de los Concejos Municipales, los alcaldes, el gobernador y la Registraduría Nacional, entre otros. Su aplicabilidad legal, implica variedades de cambios en las administraciones de los municipios componentes, hasta cambiar de razón social.
Por “Conurbación” de la que habla el mandatario entrante. “Es la definición del proceso y resultado del crecimiento de varias ciudades”. En reciente reunión con el alcalde Kerguelén, se hizo énfasis con los municipios vecinos y circunvecinos. Pero, preguntamos, ¿Qué organismos crearon la tal Conurbación? En eso se tipifica la “clásica mentira”. Pues, ya los cordobeses que pensamos no estamos por seguir soportando más “garrotazos”, menos de la “Turcocracia”.
¿Qué acto de gobiernos constituyó la Conurbación entre Montería y los demás municipios? Cuando para ello, “estas ciudades se integran para formar un sistema que suele estar jerarquizado, si bien las distintas unidades que lo componen o lo forman mantienen su independencia funcional y orgánica. ¿Señor Zuleta, acaso, Pelayo, San Carlos y Ciénaga de Oro, están categorizadas como ciudad? Sepa, la sola frase:” actividades no agrícolas”, posesivas de Cereté, incluso, denota no encajar en el vocablo “ciudad”.
Un recorderis: lo de “parque agroindustrial del algodón y el maíz” (jurisdicción municipal de Cereté), cubriendo el área subregional, Pelayo, San Carlos y Ciénaga de Oro, rescatando el aeropuerto San Antonio, internacionalizar el aeropuerto Los Garzones, nacionalizar el de Montelíbano, más el proyecto MILENIO del Area Metropolitana del mismo espacio geográfico; propuestas originales del excandidato Gabriel Calle Aguas, hoy diputado oponente a la gestión Zuleta.
Para mejor claridad: Area Metropolitana y Conurbación: la primera se localiza una ciudad mayor de 50 mil habitantes (Montería núcleo central), cuya urbe y actividades rebasan el límite del municipio que originalmente la contenía, incorporando como parte de sí misma o de su área de influencia directa, a municipios vecinos, predominantemente urbanos.
Entre una y otra, se diferencian, no solo por su tamaño, sino también por su organización territorial. En ninguno de los casos es posible considerar como una única ciudad como tal.
De anotar igualmente, últimamente han aparecido terminologías ambiguas generando dudas de interpretaciones, casos: “Montería Acrópolis” y “Montería Conurbación”. La primera aun comenzando por entrar al territorio patrio desde Europa. En cuanto la segunda, si es una mentira cogida al aire.
El término “Conurbación”, es la traducción castellana del Neologismo inventado por Patrick Geddes a comienzos del siglo 20. Entre tanto, las crónicas siguientes abordaran con mayor comprensión ambos y escamosos temas coyunturales.
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