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ASAMBLEA CONSTITUYENTE PETRO: ES VIABLE


Foto: Los colombianos mayoritarios, rebeldes, pensadores libres, menospreciados, desconocidos, desplazados, víctimas y victimarios por la violencia armada;  a  través de las gigantescas manifestaciones en marchas callejeras, efectuadas este martes 1 de mayo  de 2024, encendieron la “llama libertaria de la Asamblea Nacional Constituyente, propuesta a través del Presidente Gustavo Petro Urrego. 

 

La Revista MILENIO, casándose con tan noble ideal  nacionalista, retorna hoy series de crónicas pedagógicas e invitando la Academia emprender una agenda programática en: debates, discusiones, conversatorios y  charlas, desde el ciudadano de la calle  hasta el estudiante universitario, con  fines de compenetrar aún más relevante el “Amor Patrio”. 

 

Crónica: Hugo Miguel Buelvas Posada: Sociología Política de la Historia:  

 

La masa humana popular del país, volvió a rebotarse, transcurridos 33 meses del mandato presidencial: Gustavo Petro Urrego. Claras manifestaciones en querer sustanciales cambios verdaderos al aparato político vigente hace 214 años; partiendo del anhelado clamor por una nueva “Asamblea Nacional Constituyente” que, llegue a revolucionar socialmente los ámbitos estatales patrióticos.  

 

Otra Asamblea Nacional Constituyente en Colombia, es factible por sus evidentes razones motivadas, luego de 33 años en proclamarse la actual Carta Magna. No obstante su diseño ajustado a devenires sociales, políticos, económicos y culturales, urge de alguna revisión muy acuciosa, por medio de estudiosos de otros niveles visionarios, sobre todo, hallarnos ad porta de la civilización “posmoderna”. La  cual, ha sobrepasado las ideas caracterizadas a la modernidad y la ilustración. El siglo 21, llamado de “la Ilustración”, solo ha sido influenciado por la Inteligencia Artificial, más no por el talento humano, como era de esperarse. 

 

Comparando la primera Asamblea Nacional Constituyente dada en el mundo, hace 333 años en Francia, estallando allá el republicanismo simultáneamente, aquí en Colombia, tanto la era libertaria nacionalista y su actual Constitución, tardaron 202 años.  Transcurrido todo ese tiempo, tanto los sistemas hegemónicos “franceses” y  colombianos”, solían parecerse, entre uno  y otro. Años 1789 (Francia), 1991 (Colombia).  

 

El furor nacionalista Petro, concita “línea de tiempo y grandes hitos” de las cinco eras históricas humanas: Prehistoria, Edad antigua, Edad media, Edad moderna y Edad contemporánea.  A pesar de encontrarnos en la contemporaneidad, el siglo de las “Luces”, llega  a chocar civilizadamente al posmodernismo, debido el complejo Calentamiento Global, al parecer, no registrar reversa alguna, sino maneras incrementadas. 

En ese nivel de la “Socio Historia”, nos hallamos viviendo los colombianos. Que no todo estriba en la Inteligencia Artificial, donde el mundo humano infantil, adolescente y  juvenil, especialmente se halle “atado”, botando el cerebro a la canasta de basuras, convirtiendo el ser en un “cadáver vivo”.  Sentido en que, urge reformarse el sistema educacional, de manera manifiesta urgente, sin mayores treguas. Cuando el Capitalismo incide en la “Educación Privatizada”, hasta con resultados negativos a la sociedad actuante. 

 

Evidentemente, la teoría socio histórica,  considera que el “Aprendizaje” es un producto de la interacción social y cultural; categorizarse al sujeto como un ser eminentemente social, y por consecuencia el conocimiento como producto de este mismo. Estando al borde, los procesos psicológicos superiores (comunicación, lenguaje y razonamiento,  entre  otros).  

 

Aunque las razones de surgir la primera Asamblea Nacional Constituyente, proclamada en Francia el 9 de julio de 1789 (inicios de la Revolución francesa), Colombia, la Asamblea Nacional Constituyente instituida en la Carta Magna, su proclamación es dada el 5 de febrero de 1991. La de Francia la Constitución inicial del mundo moderno, entra a funcionar en 1791. La nuestra  día cuatro de julio de 1991.  

 

Los franceses para esa época, sufrían dificultades económicas, con una crisis financiera, escasez alimenticia y afectada por un sistema impositivo principalmente sostenido por el Tercer Estado (comprendía, por exclusión, a todos los hombres y mujeres que no estaban  incluidos en los otros dos estamentos  u  órdenes). Apareciendo los tres Estados (Clero, Nobleza y Burguesía), describiendo el segundo o la Nobleza: “la clase social y el estamento formado por los nobles”. Tales caracteristicas de índole crucial francesa, llevaron a Luis XVI a intentar una reforma  fiscal. En  virtud de la oposición de la “nobleza” a una reforma fiscal que acabase con los privilegios, el rey convoca los Estados Generales de 1789, una Asamblea excepcional que reunía a miembros de los tres Estados.  

 

Hoy por hoy, Colombia constitucionalmente es un “Estado Social de Derecho”, organizado en forma de república, con autonomía en  sus entidades territoriales (los 32 departamentos, municipios, corregimientos,  caseríos o  veredas, de manera administrativa. El pueblo marchante del primero de mayo  2024,  bien podría encajar en el Estado “libre pensante”, sin ser “izquierdista”, sino, inconforme, con el ya rancio sistema capitalizado, donde sus “escuderos” son: Alvaro Uribe Vélez, Cesar Gaviria Trujillo, Andrés Pastrana Arango, Germán Vargas Lleras, Juan Manuel Santos y Carlos Angulo Sarmiento, confabulados entre el sistema privado de la Salud “EPS” y las multinacionales empresas de “energía eléctrica y agua”.    

 

La entonces Francia de dos siglos antes, a través de la Constituyente se adoptaron  innumerables  medidas,  cambiando  obviamente la situación política y  social del  pais europeo. Entre otras: destacan  la aprobación de la declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, la supresión del feudalismo, la aprobación de los bienes de la Iglesia y la Constitución  Civil del Clero y, por supuesto, la redacción de la Constitución francesa de 1791

 

Continuando los criterios constitutivos constitucionales del país colombiano; hoy que, el ropaje burgués y  partidista, se opone al ideal progresista y  desarrollista Petro; paramos aquí, mientras en crónicas sucesivas ahondaremos respecto con las anheladas reformas que, lleguen a interpretar sentidos de transformaciones en todos los sectores de la sociedad nacional colombiana. 

 

 

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