Foto: Tertuliando sobre la “Escuela Normal”
Sesenta años antes o atrás a hoy, retornar con la presencia de ANGEL VILLADIEGO HERNÁNNDEZ, retroalimenta la historia de aquellos otros tiempos vividos en que, las cosas eran diferentes en costumbres, modos de vidas y enseñanzas, construyendo modelos de sociedades en caracteres diversos.
Tales recuerdos, entre otros, vienen de la Escuela Normal para Varones “Guillermo Valencia” de Montería, dándonos lugar a identificar el hombre de sotana amarillenta, rodar en bicicleta por las calles empolvadas y fangosas, usar un balón sobre una canastica delantera. Con su misma habla pausada de “sacerdote o cura”.
Tras subir las escaleras de tres pisos estructurales de la edificación, penetrar al último salón de la esquina, siempre o de costumbre se presentaba con un libro grueso en sus manos. Su misión pedagógica era enseñar los postulados éticos del hombre en la sociedad. Esas eran las características del “Cura Villadiego”.
Fueron las épocas en que, el estudiantado ponía especial atención a los dictados y exposiciones del maestro. “Escuela Normal (del francés Ecole Normal), donde aquella Institución Educativa Universitaria encargada de la formación de la escuela, ha desaparecido del sistema educativo colombiano. Sesenta años antes, la pléyade de profesorado que componía los hilos conductivos de la enseñanza, solo aparecía en la “Normal para Varones Guillermo Valencia”, entre ella, existía la de mujeres, tanto en Montería como en otras ciudades.
Villadiego Hernández un sacerdote convencido del cristianismo clásico, era convencido del modo para la enseñanza formativa del hombre de la época. Pues identificaba el término “Escuela Normal”, proveniente del vocablo “Norma o Método”. Bases fundamentales para la orientación del maestro pudiese inmiscuirse en la población estudiantil y moldear sus enseñanzas.
La educación normalista, muy diferente a las otras instituciones, teniendo por misión enseñar el método, “la didáctica” y la pedagogía. Sumándose luego los principios de la educación patriótica y el higienismo. Tomando su nombre de su objetivo inicial de establecer las normas de enseñanzas a partir o desde el momento del concepto francés de proporcionar un modelo de escuela de aulas, sistema para sus estudiantes de pedagogía.
Lo de “Escuela Normal”, ahora que reencontramos con nuestro profesor Ángel Villadiego, tertuliando en el “Café Pedagógico” de Montería, entre otros, Jorge “monito” Guerrero y Jorge Ganen Robles, nos viene el análisis del atraso educativo en Colombia y por ende, la América del Sur. Dado de hallarnos viviendo modelos caducos de enseñanzas aún.
El análisis se centra en las tardanzas para entrar al país el modelo de la “Escuela Normal”. Sabiendo que a finales del Siglo XVII se formaron los primeros seminarios de maestros, inicialmente en Francia ( |1684), por Juan Bautista de la Salle y posteriormente en Alemania Pues entonces, la Escuela Normal, comienza a desaparecer en América del Norte, Centro y Sur, a partir del mismo 60 y el 70. Apareciendo Colombia en esa última década.
El solo reflejo de Villadiego, tertuliando de asuntos pedagógicos, medioambientales por la destrucción de La Tierra hoy debido al Cambio Climático junto con Guerrero Trujillo, coincidimos en la pérdida de los valores. Son efectos negativos de la misma pedagogía en el maestro de escuela, en donde hoy, un profesor rechaza tal concepto, creyendo ser ruin. Cuando la gran verdad, el término “Maestro de Escuela” y lo sustenta Luis Arteta De la Torre en Barranquilla, jamás podrá desconocerse.
De los reiterados encuentros con Villadiego Hernández, seis décadas más tarde, analizamos tiempos, desde que la Educación era valorada. Ahora en los tiempos presentes se necesita bregar para efectos de obtener una enseñanza mejor, esa que aún no llega y menos se perfila. Gratos recuerdos de la época normalista en que, rodamos diversos tipos de barrios y de habitaciones cargando en un vaivén la tradicional “Cama de Lona”.
Del selecto grupo profesoral de la “Escuela Normal para Varones Guillermo Valencia”, solo viven dos: Ángel Villadiego Hernández y Luis Aparicio Lora, con quienes conversamos en el “Café Pedagógico”. Del compañerismo de antaño, pocos residen en Montería. El 88% se ha desaparecido del mapa departamental, contando en Pueblo Nuevo con Felipe Llorente. Mientras que otros de épocas distintas, también normalistas, sobreviven, entre ellos: Jesús María Estrella Tirado exrector, Huberto Gómez Athortúa y Fidias Carreño Ramos, pensionados. Con ellos todos, persistimos en mencionar los tiempos vividos en la otrora enseñanza.
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