Foto: Fiel reflejo de la escasez de agua en el departamento
Los cinco ejes temáticos de transformaciones refrendados en el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia (2023-2026), consistentes en nuevos modelos del Ordenamiento territorial alrededor del Agua, busca despertar o pellizcar a los pobladores civiles o ciudadanos del Departamento de Córdoba, sobre todo, en uso de razón; poseer por lo menos, instinto de responsabilidad social. Todo con fines específicos de procurar establecer la protección de los determinantes ambientales y de sus áreas de interés que pueda garantizar el derecho a la alimentación; dentro de enfoque funcional del ordenamiento orientado en procesos planificadores y participativos en donde sus habitantes sean escuchados a incorporados a los planes seccionales.
Claramente el artículo 3 de transformación que trata de Seguridad Humana y Justicia Social y la misma Seguridad Económica, partes del complejo territorial del nuevo PND, además de marcarse en la adaptación y mitigación del riesgo, integrado a la protección de la vida con la seguridad jurídica, de manera concreta invita a toda la sociedad humana del país y de Córdoba, ubicarse en la filosofía del cambio.
Por nada habría que esconder los conflictos sociales surgidos siglos atrás tanto del Agua y la Tierra en el área departamental de Córdoba, alrededor de casi 71 años. Si solo el de Tierra es antiquísimo desde la Colonia española, y, el agua o recurso hídrico, en tiempos cíclicos también. Qué decir de los 121 años continuos de la situación agraria regional. En buena hora surge un Plan de Ordenamiento Territorial, ajustado con la defensa del agua y la Justicia Ambiental. Por todos sus preceptos se percibe un estilo de gobernanza en el gobierno nacional donde se perfilan maneras de sostenibilidades para la vida humana en general.
Córdoba por supuesto, ha sido territorio biodiverso pero escaso de un equitativo Plan de Ordenamiento, hasta los extremos de carecer de un POTD, en el cual, el periodismo MILENIO ha sido reiterativo y fustigante para con sus dirigentes ineptos. Últimas cuatro administraciones ejecutivas (gobernaciones) y legislativas (asamblea departamental), totalmente divorciadas en el ámbito planificador. Manteniendo un funesto Plan de Agua Departamental, despilfarrando dinerales millonarios, igualmente “Veolia” y “Acualia”, dos empresas multinacionales, con sus sistemas de acueductos y alcantarillados (urbanos y rurales), en total desaciertos e inservibles.
Desglosando los puntos más pertinentes afines con los niveles territoriales del Plan Nacional de Desarrollo, insistimos en la urgente necesidad de involucrar toda la población departamental de Córdoba, partiendo de sus posibles o eventuales nuevos actores gubernamentales (gobernador, 30 alcaldes, 14 diputados y más de 400 concejales periodo (2024- 2027), poseer capacidades en conocimientos, cualidades, éticas y cero corrupción, en gobernar con el pueblo y no para partidos o movimientos.
Sin algún interés clientelista o mercantilizado, desde ahora, la Dirección de MILENIO, invitamos a todo aquel cordobés honesto y transparente, someterse al estudio de análisis desarrollista en el aspecto Medioambiental. Basados solamente en dos ejes temáticos: Derecho Humano a la alimentación, destinos de inversiones 46,1 Billones de pesos y, Ordenamiento del Territorio alrededor del agua y la Justicia Ambiental: 28,8 Billones de pesos, para un gran total a diciembre 31 de 2016, de 74,9 Billones de pesos, para toda la nación, resulta formalizar una reflexión sostenible ciudadana.
Poniendo ejemplos corruptos de los últimos 12 años, en donde las “Castas” entre legisladores, gobernantes y representantes populares han sido devorados varios Billones de pesos; a partir de ya, el habitante cordobés de bien, está en la obligación de apoyar programas confiables de desarrollos. Casos: Dragado del Río Sinú, viabilizar la Sentencia T- 194 de 1999, el destierre del 63% de la crisis alimentaria. Con tendencia al aumento en virtud del ahora Fenómeno del Niño y los efectos de la Pos pandemia del Covid 10.
Igualmente mayores coberturas de acueductos y alcantarillados (urbanos y rurales), alcanzar un potencial de reforestación y forestación, revivir la flora y la fauna, devolver al campesinado buena parte de tierras robadas, aportes en créditos. Es decir, sin la venta y compra del voto popular, solamente en estos dos frentes, el Departamento de Córdoba podría recibir un mínimo de 3 Billones de pesos, tan solo tratarse de un ejemplo posible. En donde se necesita de gobernantes probos y capaces en gestiones de liderazgos.
Sin mentir, la ciudadanía cordobesa ha padecido de apoyo económico institucional para la prospectividad de sus derechos humanos. Totalmente huérfana de una Justicia Ambiental, dejando morir sus fuentes hídricas por la desatención de planes de desarrollos territoriales, sin que, su misma gente haya tenido oportunidades de participación e ingresos para subsistir.
No es aceptable, que la población humana del 62,3% de cobertura en acueducto (Veolia- Acualia y Plan de Agua Departamental), consuma un agua no apta para su consumo humano, sobre porcentajes bajísimos. Entre tanto, el 25% rural consumiendo esa misma calidad de agua, más el gran porcentaje de pozos y el 2,3% de fuentes de alcantarillados. Inaudito que el habitante urbano cordobés, pague exageradas tarifas de agua impura, y que, sus gobiernos acepten las violaciones de las empresas de no reconocer el mínimo vital de agua dentro del rango siquiera de 1,5 a 2,5 metros cúbicos por personas al mes 6 metros cúbicos por suscriptor.
El tema del agua para el departamento de Córdoba, amerita de estudios profundos relevantes con la protección y control de la calidad relativa al consumo humano, en atención con la principal norma que rige sobre la calidad del recurso hídrico con base en el Decreto 1575 y la resolución 2115 del año 2007.
Habría la necesidad de saber de manera oficial hasta qué punto, las empresas encargadas del suministro de agua y el saneamiento básico en nuestro territorio cordobés, cumplen con las normas técnicas de calidad del agua potable, pese serias denuncias ciudadanas y de entidades científicas, relacionadas con las disposiciones y criterios contenidos en el decreto señalado. Principalmente, no existir un agua purificada, generándose graves cuadros epidemiológicos en la población adulta, niños y adolescentes, ante la aparición de enfermedades diarreicas.
Injustificable registrarse una alberca a cielo abierto a los pies del Puente Metálico Rojas Pinilla, margen izquierda de Montería, con todos sus accesorios antihigiénicos y contaminados, rimeros de tubos PVC a la intemperie, totalmente abandonados, sitio de donde se bombea el agua a los barrios subsiguientes, llegando a Juan 23, entre otros integrantes de la Comuna Dos. Mientras que los de la Comuna Uno se abastecen de agua interconectada procedente de la subestación Buenavista.
La “Cochina” Alberca de la Subestación Margen Izquierda de Montería
Al mismo tiempo inexplicable, la manera cómo los alcaldes y los diversos concejos municipales de Montería, han venido actuando de espaldas a cualquier plan de Desarrollo Territorial en lo atinente al manejo del agua, recurso vital a la humanidad dejado al “libre albedrió de las dos fatales empresas multinacionales: Proactiva y Veolia, entidades de capitales españoles y franceses.
Utimamente la Veolia, ha venido ultrajando los ínfimos presupuestos de los usuarios de estratos 1,2 y 3 de la ciudad capital, a través de desaforadas tarifas mensuales por el cobro de un servicio pésimo en la calidad del agua privatizada. Ojalá con este nuevo Plan Nacional de Desarrollo, redactado por personas conocedoras del oficio ambiental en Colombia, basados en sendas propuestas ciudadanas durante los 28 Diálogos Vinculantes, sirva de partida para el gobernador 55 de Córdoba y los 30 alcaldes municipales, seguirse por las mismas normas legales en materia del recurso agua.
Desde las operaciones de Proactiva y Veolia, alcaldes, concejales y ediles de Montería han sido unos perfectos “Convidados de Piedra”. Cordobeses y monterianos es el momento de seleccionar a sus mejores gobernantes.
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