ANTONIO MORA VÉLEZ
ANTONIO MORA VÉLEZ: Ducho y veterano escritor, abogado y profesor universitario, hoy a su edad madura y trajinada, vuelve a revolucionar el mundo literario, desde narraciones costumbristas por medio de su reciente obra “Jugando contra el tiempo”. Trabajo plasmado en género de novela casi autobiográfica, repleta de cuentos, ensayos, crónicas y anecdotarios esbozados en charlas, tertulias y libros, respecto su propia vida desde cuando pega el primer chillido hasta cuando ya crecido y profesional del Derecho es designado Juez Promiscuo Municipal de Tierralta, sur del Departamento de Córdoba.
La novela Mora: “Jugando contra el Tiempo”, su estructura realista lineal y cronológica refiere sendos pasajes de muchos acontecimientos, done su protagonista maneja y conduce los vaivenes de la lingüística con fines de retroceder a su niñez, proseguir grandes recorridos y aterrizar a una realidad novelesca sobre la vida azarosa entre muchos aspectos históricos,
Toño Mora, mediante incalculables palabras transcritas al papel, tras pensarlas e idearlas, refiere casi textualmente series de episodios ocurridos mucho después de su inquieta niñez conviviendo con sus padres, hermanos y demás familiares en la otra Cartagena de Indias.
Llegar a memorizar muchos pasajes vividos cuando niño y joven en el popular y antiguo barrio Getsemaní, un sector de la ciudad de Cartagena donde sus orígenes fueron una isla a las afueras de la capital del Departamento de Bolívar, sitio amurallado separado de la urbe en los precisas épocas coloniales siendo el suelo humedecido por las aguas marinas, en que vivieron decenas de familias esclavas llegadas desde África al primer puerto marítimo de Colombia y asentarse en tan acogedor sitio emblemático de La Heroica.
Allí, sobre las murallas y el oleaje que chocaban entre el brisar marítimo en los tiempos infantiles del histórico Getsemaní, muy seguramente, el niño Toño, pudo comenzar a hilvanar sus primeros apuntes literarios de cómo medirse al correr del tiempo, para ensanchar ahora su obra magna “Jugando contra el tiempo”.
Antonio Mora Vélez, tras su escritura en “Jugando contra el Tiempo, manifiesta jocosamente, tratarse una novela que narra o cuenta lo que solo la novela misma puede contar sobre la vida de un escritor, donde al mismo tiempo constituyen otros géneros, tales: la poesía, el humor, el béisbol, de cómo escribir libretos para los programas en la radio, la música, los amores de juventud, la historia y toda una serie de cosas. Siendo crónicas de la cotidianidad de la gente de Getsemaní y Calamar, hechos mezclados con el sinuano y el monteriano.
La pasión por la radio Toño la coge de aquel sonido gigante de Radio Cordobesa, propiedad del Monito Pupo, la escucha de pandillas de locutores de todos los estilos, como Cueto Chavez, Vicente Robles Fernández, Pedro Nel Zapateiro, narrador del beisbol amateur, en donde hubo excelentes peloteros de la talla de Guillermo Rodríguez, Mincho Castro, Edmon Cordero, Martin Austin, ejemplares deportista del equipo Cardenales.
La entonces Radio Cordobesa, base de la frecuencia modulada y sonido gigante, epicentro matriz para la transmisión de los capítulos sonoros de la Radio Novela “La Pesadilla del Boche”, libreto de Jorge Valencia Molina y voz de Octavio Valencia Molina “El Compae Manué”.
“Jugando contra el tiempo”, también se afianza en otras cosas que Toño Mora, ahora le causa nostalgia, queriendo retroceder aquellos días y juntarlos hoy, contarlos a su modo de cómo él, desde su sala de estudios y encima de la almohada, le hubiera gustado volvieran a suceder. Entre muchos, las carticas de amores por las noches oscuras. Regresar el tiempo a los bailes del Variedades, tomar los textos jurídicos y revolver los códigos desde cuando sentaba sobre un taburete de madero y cuero en el juzgado de Tierralta.
Igualmente, apostar a los discursos jocosos de Alfonzo López Michelzen, en los apogeos de campaña por el antiguo Movimiento Revolucionario Liberal MRL, desde el entablado de las plazas públicas, hasta en recorrido en canoas por todo el Río Sinú.
Aquellos días gloriosos del civismo popular, explayando las mismas tesis emerrelistas de López, al lado de Rafael Yances Pinido, de 1960, inrumpiendo el cordón capitalista del sistema político, en los predios oficiales de esa época, para convertirlo en el populoso Barrio La Granja, acompañado de Víctor Forero y otros atrevidos de la otra Montería, sin olvidar el titano de Cote Molina.
El libro tiene 284 páginas y el título de varios de sus capítulos promete una lectura interesante y agradable: Getsemaní, Calamar, La Radio Cordobesa, El colegio Atenas, El MRL y La Granja, La Voz de Montería y la Universidad de Cartagena, entre otros. Que dejan como testimonio lo sucedido en una época que los historiadores no han sido capaces de historiar en Córdoba y en la Costa.
A partir de “Glitza”, época la cual, la justicia se ajustaba a las normas legales, cuando Toño Mora, hace estallar de gritos jubilosos los antiguos muros del Palacio Nacional de Montería; hoy “Jugando contra el tiempo”, su visión hoy en día, muestra las formas de encarar textos bibliográficos a otras generaciones humanas y de hecho, como encontrar nuevos pensamientos, casos del mundo niño presente, y, de cómo perfilarse en aquellas sociedades por venir.
La nueva obra literaria Mora Vélez, fácilmente nos convida a todos, ubicarnos y jugar con el tiempo. Si decimos que el tiempo corre, pero sólo corren y suceden los acontecimientos. De cómo vivir en el tiempo. La filosofía de la vida comunica al ser mantenerse en una realidad independiente de nuestra existencia o algo que ella misma proyecta. Por lógicas, es un algo como objeto creado por el pensamiento.
Aun pedazo largo de riel incrustado a cinco metros de altura en una centenaria y corpulenta bonga, sembrada a escasos pasos del río Magdalena, se le considera símbolo del tren que existió en Calamar y que desde su ida sumergió en el más completo olvido a este municipio ubicado en una esquina de Bolívar, al frente de los departamentos del Atlántico y Magdalena. Toño, tus recuerdos son el tiempo jugado.
Lanzamiento de la obra: este sábado 13 de mayo, hora 4 de la tarde, salón especial, Hotel Baroca, calle 31 # 5-39 Montería.
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