LA EDUCACIÓN EN CRISIS: ¿POR QUÉ, HA DONDE VAMOS?
- mileniolarevista
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El Consejo Editorial MILENIO, inicia a partir de la presente crónica una serie de trabajos periodísticos, relacionando el pulso del criterio por una Educación, en los procesos Enseñanzas- Aprendizajes.
Entendiendo la transcendencia del pensamiento del Papa Francisco y que, Jairo Torres Oviedo, rector de Universidad de Córdoba recoge. Nos llama mucho la atención por meternos de lleno en un voluminoso estudio, procurando invitar la socialización de las Academias del saber, con fines de apuntar posibilidades aptas a la búsqueda de soluciones a la crisis institucional en la Educación.
HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: DIRECTOR REVISTA MILENIO
Hoy que, Jairo Miguel Torres Oviedo, asume pensamientos del Papa Francisco, refiriéndose al complejo tema de la EDUCACIÓN. Nos asiste invitar a la fuerza ciudadana de las academias, e involucrando a toda la sociedad mediante encuentro tertuliantes, con miras de discutir muy a fondo, partiendo desde los inicios del espectro. ¿Educación que es, por qué?
Francisco, visionando el devenir metafísico del siglo 21, proponía involucrar a todos los actores de la sociedad en función de un gran acuerdo educativo envuelto en siete lineamientos o vías conductivas:
1. Poner a la persona en el centro. Contra la cultura del descarte, poner en el centro de todo proceso educativo a la persona, para hacer emerger su especificidad y su capacidad de estar en relación con los demás. 2. Escuchar a las jóvenes generaciones. Escuchar la voz de los niños, adolescentes y jóvenes para construir juntos un futuro de justicia y de paz. 3. Promover a la mujer. Favorecer la plena participación de las niñas y las jóvenes en la educación. 4. Responsabilizar a la familia. Ver en la familia al primer e indispensable sujeto educador. 5. Abrirse a la acogida. Educar y educarnos en la acogida, abriéndonos a los más vulnerables y marginados. . 6. Renovar la economía y la política. Estudiar nuevas formas de entender la economía, la política, el desarrollo y el progreso, al servicio del hombre y de toda la familia humana en la perspectiva de una ecología integral. 7. Cuidar la casa común. Custodiar y cultivar nuestra casa común, protegiendo sus recursos, adoptando estilos de vida más sobrios y apostando por las energías renovables y respetuosas del medio ambiente. Esta iniciativa debe hacer parte de la reflexión acerca de la educación.
Educación, más que todo es, un abstracto. Aún, la existencia planetaria, sostenida por el mundo humano, el ser o el hombre, no ha podido entender el término educación, como tal. Podríamos catalogar, un comienzo, pero sin un final. En clases de filosofía, debatíamos con Noam Chomsky y otra Pléyada de intelectuales, hasta sin encontrar razones obvias.
Algo que conlleva entender el asunto de modo aceptable. La educación pudo originarse a través de la transmisión de conocimientos y habilidades de los adultos a los jóvenes en las sociedades pre-analfabéticas, mediante la vía oral y la imitación. Entonces, educación, podemos llamar: todo el conocimiento obtenido al instante de ver las cosas.
A esa premisa, resulta subrayar: todo hombre es un educado. Por naturaleza, la oralidad se entiende una fuente de la historia. Orden el cual, el Papa Francisco argumentaba: En este contexto, la identidad misma pierde consistencia y la estructura psicológica se desintegra ante una mutación incesante que contrasta la natural lentitud de la evolución biológica". Asistimos, al mundo de la inmediatez y rapidez; del menor esfuerzo posible, las salidas y repuestas fáciles; este enfoque antropológico y cultura de la existencia, desvincula, atomiza e individualiza.

A Jairo Torres Oviedo, desde las aulas universitarias, le convidamos armar serie de foros tipo académico, incluso, asistiendo el mismo Ministro de Educación, representantes de FECODE, otras universidades, maestros en pedagogía de la enseñanzas, estudiantes de diversas áreas del saber y ciudadanos del común. El fin propuesto, es comenzar a conocernos unos a los otros en el vaiven de la docencia. Creyendo, existir errores y equivocaciones a granel. Cuando alguien sostiene; trabajamos por la educación.
Entenderse bien, el rol educativo universal, no es solo referirnos al siglo 21. Mirando prospecciones de 400 años atrás, la originalidad histórica de la educación en nuestra Colombia. La época de la dominación española. En donde predominaba el clasismo de la dinastía a ciertos grupos sociales, horrores por doquier, tras demostrarse limpieza de sangre y ser hijos legítimos.
Hoy, por ejemplo, el mundo humano, debe aferrarse por visionar conocimientos de la postmodernidad, holgada a mirar los modos o maneras de asumir moldes en retos y desafíos. Donde por nada, se tenga en cuenta el encerramiento de cuartos oscuros y fríos. La gran verdad, para entrar a tal era, urgimos de aspectos novicios en la evolución hacia cartapazos de conocimientos, prácticos y concretos para otros sistemas de enseñanzas- aprendizajes. Esos dos términos que en Colombia, no han sido superados en cuatro siglos, al contrario, manteniendo una sociedad arcaica de saberes por lo huérfano de conocimientos.
Corresponde por tanto, ir ideando ya para otra Colombia, un novedoso sistema educativo enfocado al postmodernismo, viniendo de los conocimientos de educación moderna y contemporánea. Dos eras, donde pese a influencias de la iglesia, temporalizando el mismo Rousseau, de una educación natural, es de urgencia el arranque de otros sistemas de tiempos o región geográfica, tomarse aspectos más clarificados del siglo 20. No obstante, dejar demasiado de dudas para las enseñanzas- aprendizajes.
Lo del magisterio, es también asunto inquietante por allanar nuevos conocimientos, ir olvidando ciertos caracteres subjetivos o internos, por aflojar la manga de la camisa hacia la universalización postmoderna. Sentido el cual, aparece enlodado el Estado en todas sus modalidades, de ser más responsable. Donde vuelva a fluirse nuevas teorías filosóficas plegadas a la soberanía de los pueblos, que poco o nada tiene inherencia para una educación integral.
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