Foto: Selva, bohíos, personas, fotografiados formalizan la comunidad étnica de la raza ancestral U´Wa, que dadas las heridas a bala por la guerrilla, es tropezada de nuevo este 3 de septiembre, tras el paso de cuatro siglos de la Conquista española, en hacer sus primeras herejías entre misiones jesuitas.
Hoy, el 0,5% del pueblo aborigen –O’Wa – mantiene la territoriedad ancestral viva de su lengua, como, “guardián del Planeta Azul”. Portando su idioma: ”U’Wa –Aska”.
Tardaron cuatrocientos años de crueldades españolas, contra el amerindio prehispánico, en retornar otra modalidad bélica, esta vez, el tres de septiembre reciente, sobre todo, la etnia U’wa, asentada por las estribaciones de la Serranía del Cocuy, ubicada al nororiente de la geografía territorial colombiana.
En esta oportunidad, los protagonistas de otro golpe sensible contra la humanidad aborigen “U´wa”, obedecen a la guerrilla del autodenominado Ejército de Liberación Nacional- “ELN”, seguidora de la línea “marxista leninista”, con una historia de 50 años, alrededor de cinco mil combatientes. Que enfrentados en combates con tropas del ejército, causaron la baja de más de veinte militares. Por lo que, una menor de 14 años, de la tribus U’wa, resulta herida a bala, entre los cuatro contabilizados, señala el Ministerio de la Defensa Nacional.
Bastó, la presencia de reductos sediciosos ELN, milicianos suyos y disidentes de las desmovilizadas FARC, sobre el territorio poblacional de la etnia sur continental, para volver a romper diálogos y treguas de paz con el gobierno actual, donde, además de cometer criminalidades nuevas, llegan a tocar la raza aborigen antiquísima de la geografía colombiana, hiriendo una de sus herederas, niña de escasos 14 años de edad.
La menor lesionada a bala, integrante de los U’wa, identidad e imagen que omitimos; por ética, forma parte de las cuatro lenguas vivas de la región de Tame, territorio araucano, localidad fundada siglos largos de la historia amerindia, estilo pueblo, alrededor de las faldas de la serranía del piedemonte llanero, llamada con el nombre de “Nuestra Señora del Pilar”. Siendo aún, mucho antes del año 1625, en que, comienza la penetración de los jesuitas, precisamente época de la Conquista española.
Hace cuatrocientos años, de aquellas “horribles” noches y días, en que, misioneros catecistas del Reino Jesuita ibérico, se internan a las entonces selvas vírgenes del nororiente, durante tres años (1625- 1628), adoctrinando nativos “U’wa”, tras afirmar escasez sacerdotal en el sitio boscoso, claro pretexto de “conquistar almas para el cielo”, cuando era hacer ‘entradas’ o sacadas de indígenas’, ambicionada y divertida cacería de hombres nativos en que tomaban parte hasta las mujeres y los viejos. Puesto, la llegada de los españoles misioneros, para las comunidades étnicas habitante de la antigüedad, significaba “la muerte y la esclavitud”.
Ahora, la herida causada a la niña de los U’wa, alrededor de 256 años de restablecimiento o segundo retorno de los misioneros jesuitas a la zona; saltan combatientes del ELN, en su mayoría, la guerrilla más antigua del continente; no solo rozar con la humanidad aborigen; también engrandecer el número de criminalidades contra la población en su historial, contabilizada mayor de 1.400 víctimas, escalonando al 12,6% del 9% hace tiempos antes, de acuerdo con estadísticas reveladas por la Organización HUMAN RIGHT WATCH.
El hecho criminal en que, resulta herida la menor aborigen, ha sido condenado por la comunidad mundial de los Derechos Humanos, por ende, el gobierno y el estado nacional colombiano.
Toda vez, el infante, es parte de la población “Gente Inteligente que sabe hablar”, ocupante hoy del ecosistema natural de la Sierra Nevada del Coquí. En sí, hallarse en el proceso transitorio lingüístico oral de la etnia, hacia la penetración del uso de la lengua matriz, al momento de ser parte de colegiales escolares de niveles básicos de enseñanzas primarias.
La menor herida, había asimilado ya sonidos fonéticos orales a través de mitos contados contextualizados en todas las creencias y costumbres de la comunidad, adoctrinados por los abuelos. Quienes al mismo tiempo les narran cuentos explicando sus cosmología tradicionales. Y que, al ingreso escolar, los infantes también usan la lengua dado que la mayor parte del profesorado son de la misma sociedad aborigen (de veinticinco etnolingüísticas, seis no lo son), aseguran fuentes oficiales.
Gran porcentaje de la población U’wa, más de ocho mil aborígenes, en la mayor parte emplea la lengua ancestral; dado la cercanía de ubicación de resguardos con las cabeceras municipales, jurisdicciones de los Departamentos, tales: Arauca, Boyacá, Santander y Norte santandereano. A nivel Colombia, los U’wa representan, el 0,5% poblacionalmente.
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