El verdor de rastrojos, pastizales, arboledas, automóviles, gentes de diversas socioculturas, entre distintas modalidades de hablas de lenguas, costumbres e historias; formalizan el panorama retratado durante la ceremonia de certificación de gobiernos, colombojaponés, a grupo de 21 mujeres rurales víctimas del conflicto armado en el predio Costa Azul.
Territorio de 114 hectáreas que durante años estuvo al mando del paramilitarismo. Ubicado sobre la altura del kilómetro 14 carretera Montería- Planeta Rica, donde ahora está bajo la Asociación de Mujeres Rurales –ASODEMURGA- revestido en Granja Avícola Integral, en variedades de cultivos. Destacarse en primer plano parte superior la lideresa rural: ANA MERCEDES ARGUMEDO.
Crónica: HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: REVISTA MILENIO 2024.
Las jaranas por la visita de: Masahiro Takasugi, sobre el suelo seco denominado Costa Azul, generó nuevas enseñanzas de la diversidad cultural lingüística existente en el mundo.
La llegada al predio Costa Azul, a bordo de vehículo cerrado, tras escuchar ocurrencias de compañeros viajando por carretera pavimentada, nos atrajo algunos recuerdos del pintoresco paisaje natural. Sabiendo aterrizar a la tierra que, en su momento de bonanzas, estuvo dominada por el Paramilitarismo.
La entrada fue un portillo estrecho, vista al interior una improvisada rampla color blanco. Donde nos esperan hombres y mujeres luciendo distintivos, pero que, a nuestro alrededor, percibimos diversas expresiones culturales. Siendo la lengua formando parte de tales expresiones, cuando el decimero, Mariano Petro, nos interroga diciendo: vainas, será cambiar las estrofas.
Lo cierto, martes 30 de julio de 2024, el tiempo y el espacio se confunden en los mismos suelos de Costa Azul. Primero, siglos atrás, eran pisados por nativos Zenú, pero expulsados por el Blanco español. Segundo; la intromisión armada de paramilitares guiados por Salvatore Mancuso Gómez, monteriano nacido de las cepas o toldas godas. Ahora, fue el japonés llegado del continente asiático.
Este martes 30, veíamos andar como hormigueros, cuadrillitas de japoneses, muy gentiles, saludando y a la espera de Masahiro Takasugi. Dignos representantes de lenguas altaicas. Lo que indica, el japonés y el coreano guardan una relación, aunque de forma muy remota.
Al momento el sitio aparece emplumado de toda clase de periodistas, unos con chalecos y otros normales, pero sin relacionar la sociología intercontinental y las historias humanas vividas en siglos, sobre las pertenencias de Costa Azul.
No fue solo Masahiro Takasugi, muchacho de escasos 32 años, jerarquizado embajador japonés ante Colombia, el protagonista del evento. Persona qua tanto los suyos y el grupo de mujeres víctimas del conflicto armado, inclinaron sus miradas en sendos saludos.
Una acción del gobierno nacional, a través de la Agencia de Desarrollo Rural- ADR- que a nivel Córdoba dirige el inquieto tierraltense, Ramiro Fernández Niño, quien no hizo parte de la mesa ceremonial, tomada por el sistema asiático japonés.
En síntesis, tanto la ADR y el gobierno japonés, en la operatividad de la Granja Avícola Integral, manejada por la Asociación de Mujeres Rurales –ASODEMURGA- integrada por 19 beneficiarias y en total 21 asociadas, obteniendo recursos económicos compartidos superior a los mil 600 millones de pesos. Sobre una extensión territorial de 114 hectáreas del citado predio.
Hace más del año, el terreno viene siendo explotado por damas rurales. Pero dada la oficialidad de apoyo financiero colombo japonés, se encamina a cultivos de cacao, maíz, arroz y criaderos de gallinas.
HISTORIAS DIFERENTES: UN SENTIMIENTO DE LÁGRIMAS
Tras anuncios hecho por Masahiro Takasugi. Invertir Dos millones de dólares en un Centro turístico de Montería, más programas agrícolas mediante Agrosavia (Ica- Turipaná). No faltó vivirse otros momentos desgarradores, generado por la Guerra Paramilitar, contra pobladores rurales asentados en diversos sitios veredales de áreas territoriales del municipio de Montería. Son las tantas historias ocultas de las 21 mujeres, entre, 39 y 74 años, una y otra.
El dolor de ver cómo las balas asesinaron a sus familiares, esposos, padres, hermanos e hijos, lo sintieron a pecho, cada una desde su vereda. Encerradas en casuchas, soñando por las noches oscuras, percibiendo sombras al día, parecidas a sus difuntos. Tal vez, los chorros de lágrimas derramados pudieran formalizar lagunas donde hervir nuevas esperanzas y lograr las conquistas de luchas tenaces de años tras años.
El proyecto de granja rural integrada, ahora en predio Costa Azul, mediante convivencia de paz social, hace conocerse o identificarse estas 21 mujeres empadronadas en compromisos emprendedores.
ANA MERCEDES OQUENDO: la mujer que brotó nuevos chorros de lágrimas ya sobre las tres de la tarde, ante la muchedumbre. Lideresa campesina que le correspondió expresar los agradecimientos a los comisionados del DRIP DE PAZ (Proyecto de Fortalecimiento de Desarrollo Agropecuario Rural), organismo dependiente del Gobierno Petro, responsable de la proyección Granja Avicola.
Palabras cortas entrecortadas, ojos mojados, mejillas chorreadas de lágrimas, voz temblorosa, de Ana Mercedes; para expresar: “Gracias por una Costa Azul de paz”.
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