Foto: Posas que recogen la Sociología del Primitivismo Aborigen ZENÚ, representadas en: costumbres, narrativas, expresiones, creencias, rituales, aforismo, mitos y dramaturgos que, encierran mundos de cosas metafísicos, donde retratan identidades de las culturas antiguas.
Mundos en los cuales, aparece la imagen del artista, MARCIAL ALEGRÍA; nacido de la naturaleza Tierra y Agua, entre suciedad de barro arcilloso, cantares, melodías, romances y ecos del indio mudo y sumiso, temeroso del acoso español. El artista del primitivismo aparece tanto en su mundo coloquial como en el urbano de Lorica. Muy cerca al caserío disparejo de San Sebastián.
Crónica: Hugo Miguel Buelvas Posada: Director Revista MILENIO 2024.
Tierra y agua, entre arboledas, casitas, humaredas, barro fresco arcilloso, olor a leña quemada; rimeros de garzas y el encuentro de pajareras trinando; configuran el ambiente tropical alrededor de los aires, de espíritus mágicos. Es el pedacito de tierra en forma de esquina triangular, encuentro de las aguas de ciénaga, caño y el río.
Nos referimos a San Sebastián, un espacio geográfico en que, la tierra sabe a cultura, la recogida de imágenes visibles e invisibles del paisaje multicolor, enclavado en el cerro que por sus alturas deshace cualquier aliento la mínima expresión con sentido dentro del lenguaje, es la palabra y precisamente donde se hallan inmensidades de mundos abstractos y fantásticos, revertidos del esplendor “Primitivismo”, formado en un movimiento artístico emprendido en defensa del ambiente natural por el talento y la mano del pintor.
A distancias lejanas, generalmente se divisa la cúspide del cerro, tumulto de tierra empedrada, lugar que siglos atrás, fuese el pozo petrolífero dimensional categorizado segundo de Colombia. Sobre sus faldas, en la parte llanera bañada por las tres aguas; existe una galería de figuras en cositas que retratan aquellos mundos reales e imaginarios.
El encanto de esos mundos mágicos estilo mitología grecorromana, pero concretados en el arte moderno circulando por el pueblo San Sebastián: hace muchas décadas, el reportero de libreta de apuntes, única arma, logra tropezar el individuo, identificado MARCIAL ALEGRÍA GARCÉS. Aún por algunas referencias, penetramos al bohío del experimentado pintor de las figuras primitivas.
¿Qué encierra el primitivismo artístico de Alegría? Primero que todo, especies complejas de retratar el costumbrismo de aquella milenaria y prehistórica “Era Dorada Zenú”. Sin tener porque, referirnos al surgido movimiento ruso de ciertas formas ingenuas de finales del siglo 19.
Marcial Alegría, a sus escasos primeros añitos, pantalones cortos, pelo erizado, color mestizo, de habla alegre, apegado a su terruño, sin conocer o saber una letra, por no acudir jamás a la escuela; siempre su mirada la inclinaba hacia alrededores contornos. Cuaderno y lápiz en mano; rayaba cositas vistas a su paso momentáneo. Los días claros, soleados y nublados, Marcial los diferenciaba con punticos coloreados en las hojas del cuaderno.
Instantes que le aportaron lógicas y raciocinio al muchacho analfabeta, inventor innato del “primitivismo artístico”, arraigado en la sociedad aborigen- Zenú. La cual surge de la relación del “hombre de tierra y agua”, donde compenetra la naturaleza. Clásica sociología Weber.
La manera expresiva del arte pintoresco de Marcial Alegría, marcó los pasos de la “Literatura precolombina mediante una manifestación de carácter literario “basada a sus estándares actuales”. Rompiendo de manera radical con ciertas culturas europeas o del medioevo. El estilo romance de Alegría, entonces encaminaba a expresar la cultura de la población indígena de aquel sentimiento de mayor profundidad arraigada prehispánica.
Un arte laborioso del genotipo humano del Zenú moderno contemporáneo, exhibido por un ser nativo de las mismas cuevas y bohíos étnicos. Pintor o artista iletrado, que su talento le hace conectarse con variados mundos de culturas y civilizaciones; alzarse como un gestor principal y rebelde, a través del primitivismo coloquial. Clara manera de rebasar la tiranía extranjera en aquel espacio colonial asediar al nativo del pueblo San Sebastián, asesinarlo y despojar sus riquezas auríferas.
El primitivismo Alegría, envuelto en cosas fenomenológicas, que solo las entiende la Ciencia Social, por la Antropología Cultural. Esta que escribimos hoy, pudo fundamentarse también sobre los orígenes de la inocencia del antepasado primitivo de los Zenú. Incluso en el siglo 19, tras la visita al Cerro Dorado de San Sebastián por Jorge Isaac; escritor autor de la novela María. En procura de “chivo expiatorio” de las entonces grandes exploradores de petróleo en la otra Colombia.
En vida, MILENIO reconoció en el genioso MARCIAL ALEGRÍA GARCÉS, el primitivismo infantil, entre lo arcaico, lo popular, lo espontáneo, un hecho por sus dotes de artista autodidacta, que frente a un modernismo postmodernismo copa una obra de arte intuitivo y sugerente.
Pues entonces, ahora, seguir disfrutando el legado sociocultural del ser revolucionario de una literatura ancestral, pero sin reconocerse su extraordinaria trascendencia por el mismo “amo” que, desde otras épocas despojó el patrimonio cultural del pueblo Zenú, asentado en San Sebastián.
Asociamos criterios sociológicos de: Wilfrido Mendoza Romero, Carlos Zapata, Miguel Palomino Castillo, Félix Hoyos Lemus, Toño Mora Vélez y Mariela Bello.
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