Foto: Lo que asemeja “Metrópolis”, es una ciudad en proyecciones. Siendo la Montería del “cimarronismo”, exhibiendo crecimiento urbano desenfocado, donde la serie de “brechas sociales”, como escasez de agua purificada, vida digna de sus habitantes, inundada por sólidos contaminantes, hambruna, desempleo, miseria, indigencia, pobreza generalizada, desigualdad de género e inseguridad ciudadana.
La gravedad penetrante: Huérfana de todo un DESARROLLO URBANO que, logre consolidar en el tan anhelado DESARROLLO HUMANO. Premisas que nos hacen llamar la atención de la totalidad ciudadana, esa ajena a cualquier gestión cívico social por encontrar el inicio de progreso y desarrollo, donde las barreras del “Dogmatismo” sean desterradas en tiempos cortos.
Crónica: Hugo Miguel Buelvas Posada: Director MILENIO
Rayar este 2024, 86 años de categorización urbanística, aún los tiempos del “pabilo” entremetidos en la colonización, el análisis sociológico de la Montería hoy por hoy, es bastante contradictorio dada la forma de gobierno anunciada, para el cuatrienio que arranca. Razones: “incoherencias, desfases, inconsistencias e insolvencias”.
Iniciemos disertando la poca o escasa percepción encontrada en todos los planes de desarrollo locales. Viendo en ellos, algunos relatos míticos y recuentos de hechos del pasado; llegando a chocar con eras modernas o postmodernas. Sobre todo, en que, la Montería capital, en estos 86 años urbanizados, permea el estacionamiento urbanístico por doquier. Hallarse embrujada en oscuros panoramas, una localidad previsible, pero ignorada por sus últimos administradores.
A pesar de las pésimas elaboraciones de muchos “POT”, donde el vigente sigue en demanda, hemos venido preguntando ¿hasta dónde camina la expansión territorial urbana de Montería? Por completarse 73 años de ciudad capital, sus 56 alcaldes y 523 concejales; no han visionado siquiera un “algo” de “la Política Pública”, denotada en “una acción desarrollada por un gobierno con el propósito de satisfacer una necesidad de la sociedad”.
Aplausos, habérsenos negado una cita con el actual alcalde. Cuando pensábamos tratar el complejo tema urbanístico de la hoy Montería “encrucijada”. Insolvente para cubrir cualquier plan de desarrollo acorde con un modernismo de papel. El historial de la municipalidad de Montería, claramente nos dice: “ser un pueblo sin una vida plena”.
Hoy, el gran proyecto de expansión urbana, entrelazado como crecimiento urbano, primero no mide jerarquización de capacidad ciudadana hacia un futuro y asuntos viables articulados, al contrario, deja muchas dudas, ubicándose en un ausentismo descomunal. Cuánto quisiéramos participar en un “foro” o “conversatorio” donde se hable de “Urbanidad de Ciudadanía”, término espléndido equivalente a otros: tales, civismo, buenas maneras o simplemente, buena educación. Razones obvias de las que carece el ciudadano de Montería. Pues, la ciudad capital del Departamento de Córdoba, ha fallado en sus modelos “liberal” y “republicano”, faltaría ensayar con el “comunista”.
No obstante, encontrarnos en una sociedad del siglo 21, un modelo de estas últimas características bien podría hallar alguna productividad pública e igualdad social de los miembros de la sociedad. Aunque, hasta imposible obtenerse debido al imperio mafioso del capitalismo local.
Ahora que, la actual administración local lanza otra “pelusita” a los aires, “Montería expandirá capacidad constructiva con cinco nuevos planes maestros”. Basta con tan desenfocado titular de prensa. Siglos atrás, Montería es una territoriedad levantada en construcciones “cenagosas” dado el voluminoso suelo de humedales, por decir algo, sobre un 75,64%. De lógica, expandir la urbe ciudadana, en tan solo “Crecimiento Urbano”, así por así, a manera folklórica y clientelista, es seguir mintiéndole al ciudadano.
No olvidarse: “el amañamiento de los POT locales, además de farsas, son contaminantes al Medio Ambiente, todos encontrarse en desusos. Construir viviendas de interés social, aún en sitios o sectores cercas a humedales, acarrea causas peligrosas al sobrevenir migraciones, desplazamientos de flora y fauna. Agregarse igualmente, las construcciones hechas en áreas de humedales y rondas de río (como las existentes en distintos lugares de Montería), presentan altos riesgos de inundaciones.
De hecho, es un agravante a la mutación familiar. Ello consecuencialmente acarrea las migraciones urbanas, llegarse a consolidar el actual “Crecimiento Urbano- Desenfrenado” que, año tras año, cunde la ciudad capital cordobesa. Acogemos el POT redactado en 2019, solo en el criterio asociativo en los suelos urbanos requeridos a algún tipo de experimento, tratarse de la margen oriental, en virtud de construcciones de viviendas de interés social.
Lógico precisar, son momentos cruciales enrumbar una Montería moldeada a la marcha postmoderna, pese ser intermedia, abrirse paso y reto del urbanismo sostenible. Iniciando por reciclar los aspectos positivos del urbanismo tradicional (ese asolapado todavía), con preceptos de irlos evolucionando bajo criterios que abarquen los tres pilares de la sostenibilidad: Sociedad, Economía y Medio Ambiente.
Sin creerlo, creyendo: el temeroso recuerdo del año 1987, la cruel inundación copando territorialmente, sectores de los barrios El Dorado, La Ribera y sus alrededores. Sus causas, ser terrenos pertenecientes a humedales, cercanos a las influencias de Ciénaga La Caimanera. Otra pelita, la “urbanización Vallejo” es levantada también sobre suelos humedales. Igual que el globo de los barrios vecinos y circunvecinos, casos: Los Colores, Polvo Parao, La Palma, Rancho Grande y El Portal, entre otros.
Grandes culpabilidades, los diseños planificados en anteriores Planes de Ordenamientos Territoriales – POT- Ambientalmente, todos esos planes locales, cubren gran cobertura improvisada. Situación sobrellevando hoy la ciudad de Montería a estados socioambientales, razones encontrarse alrededor de 80 mil hectáreas de humedales. Siendo ellos, los principales contribuyentes de emisiones de gases invernaderos (GEI), generando altos grados de carbono © afectando a los millares de habitantes urbanos y suburbanos, asentados en 207 barrios de las nueve comunas.
De creerse, este ámbito o nivel ambiental, hallarse desconocido en el diseño del POT planteado por el gobierno Kerguelén, quien viene lanzando cruzadas a tutiplén, pero de formas incoherentes.
Considerarse por tanto, la afluencia del transporte automotor y mototaxismo, responsable estimado del 28,4% de las emisiones de GEI, tras el consumo significativo, de combustibles fósiles, acompañadas de otros residuos industriales y edificaciones, casos en que, han venido fallando los sistemas urbanísticos.
“Conveniente y preciso inculcarle a la administración actual de Montería, basta ya de crecimiento urbano, saberse una ciudad capital entre brechas sociales”. Donde cualquier calificativo: “Ciudad Amable, Acrópolis o Metrópolis” es solo invento de sistemas caducos.
Comments