MILENIO LITERARIA
La invención del hombre por lo general se acoteja a sus circunstancias de la vida. Serafín Velásquez Acosta, a su alta edad, hilvana y moldea palabras y frases.
Persona que detrás de sus orejas, siempre percibe el olfato de cosas raras. Pese que la vida es la existencia. Las manos enrolladas entre sus dedos pulgares e índices, sobre el teclado del computador le hacen rebotar ideas que por lógica: le son facilitadas de remover o menear esas cosas raras en el interior de algo.
El escarbar literario del genioso escritor del Sinú, aún a su alta edad, de porte bajito y de habla suave. Para nada afloja su gorra bicolor, siempre afanado por escarbar entre muchas cosas.
En su carrera literaria, “El Serapio”, hace inmortalizar los corazones de las víctimas del conflicto armado, por tanto, su reciente libro:” Hurgando en la memoria el rostro amargo de la vida”, su latente y fresca memoria lo lleva a conjugar el dolor sentido aún años después, de las víctimas por hechos de violencia contemporánea en el territorio patrio.
“El Serapio” que sus dedos le pasan temblando como tamborero viejo; alza la mirada hacia los costados y suspira oliendo a vida amarga. Para el escritor pareciera que la vida fuese un juego de naipes.
Dos noticas solemos extraer del libro de Serafín: “La muerte de los inocentes” y “Aquí todos somos víctimas”. Títulos por cierto que, a cualquier persona, le hace estremecer los hilos del espíritu. Es la gran verdad. Todos los más de 50 millones de seres colombianos son víctimas de las innumerables guerras, masacres, asesinatos, robos, saqueos, falsos positivos y desapariciones forzosas.
Este libro, resulta ser un ensayo de que, su autor, no plasma sus letras en el papel, para la muerte, sino para la vida de todos. Vivir en conflictos, es vivir atados a una cadena perpetua.
Sostienen el literato: “los detalles de las amenazas, asesinatos y violencias ocurridas en la región de Aguas Claras, a fuerza de pasar de boca en boca, fueron acabando con la inocencia de los niños”.
Y dentro de toda la recopilación de datos dantescos, la narración literaria, trae a la memoria de Serafín, la angustia de una plegaria, la paradoja de un exiliado, camino del exilio. Así se resumen los 213 años de historias republicanas.
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