top of page
mileniolarevista

TELLEZ Y SAN GREGORIO: ANÉCDOTAS ESCONDIDAS


FOTO: El “embrujo Sinú”. Arriba, trozo de la hoy “Plaza Montería Moderna”, otrora sede de las Fiestas de Toros en Corralejas de los “20 de enero o Dulce Nombre de Jesús”, segunda etapa del folklore de la hoy capital cordobesa. Lado opuesto: “Sergio Tellez Rodas”.

Parte abajo: San Gregorio y Tellez, dos amigos y compañeros de vieja data, entre temerosos y pensativos, al verse arropados por la Nueva Montería.

Tonos de voz distintas, aunque conversas parecidas, registran características personales de: Sergio Téllez Rodas y Segundo Galván (San Gregorio), constituidos en dos personajes de las leyendas monterienses.

Desde los mozos espacios de la extinta “Telecom”, entidad sepultada por el mandato “Uribista”, la pareja de compañeros: “Sergio- Segundo”, permanece idéntica en sus relaciones amistosas, con el mismo espíritu gremial por defender las causas sindicales de los antiguos agremiados.

Sergio: de habla trabalenguas, palabras de alta velocidad, caracterizando sonrisas y mofadas. Su talente, le convierten fidelidades de compañerismo estudiantil de su antiguo colegio “Inem” . Rebusca el baúl de los papeles viejos, que al encontrar nombres, hace hasta lo imposible averiguar contactos de sus antiguos condiscípulos. Marca el celular, y entre risotadas burlescas, les llama haciéndoles recordar las épocas “inenistas”.

Las mañanas de lunes a viernes, este par de pensionados, se la pasan encerrados en una oficina gremial suyas, charlando y organizando cuestiones del sindicato. Refiriendo muchos cuentos de antaño, entre veces, mirar de reojos a “Don Ramón Barrios”, abogado jubilado de la también empresa de telecomunicaciones.

“San Gregorio”, le apodan a Segundo, por su físico y que, años de la era Meyda Meza de Palomo, a su retorno de las bananeras urabeñas, recién contratado para el oficio de “controlador de líneas”, nombrado 23 de noviembre de 1973. Durante diversos pasajes, yendo y viniendo por distintos lugares de la ciudad y el departamento, comienzos de 1977, al presentarse en las antiguas oficinas de “La Telefónica”, calle 28 carrera cinco, el celador de turno, todo un mamagalista le llama: “San Gregorio”, por su parecido al santo de Venezuela.

“San Gregorio” o Segundo, nace en el pueblo Colomboy, conociendo los cerros empinados de las sabanas y los extensos cultivos de la Caña de Azúcar. A la temprana edad de quince años, sube a lomo de burro, bestia y carros Willis a las bananeras de Apartadó. Hoy año 2023, se siente un hijo más de Montería, territorio que defiende y ama, con amor social y comunitario.

Tellez, por su parte, “robador de espacios”, dada la sonrisa burlona y habla ligerito, como un laberinto coloquial del hombre sinuano, le confunde a la sociedad monteriense. Oriundo de Envigado, allí pegadito a Medellín. Traído en brazos de la vieja Elvia Rodas Betancur, rodando pedreríos de carreteras destapadas, a bordo de bus escalera, aterrizan una mañana de neblina nublada, de forma permanente sobre las calles 36 y 37, goteras de la emblemática “Plaza Montería Moderna”.

“Tellito” al mirar el paisaje tropical de la otra Montería, contaba cinco años. Su niñez crece a la adolescencia, en ambientes bulleren güeros, metidos en los mundos de la bola de caucho, el baile del trompo de palo, el juego del “cabe” con bolitas de cristal. Fiestas de toros en corralejas. Alcanzando conocer y disfrutar, pantalones mochos y camisitas de cuadros, las últimas cinco fiestas de toros en la “monumental” plaza Montería Moderna.

Por un humito recuerda de los toros asesinos: El “Balay”, “Tapa e tuza”. Pero con mayor claridad “El Chivo Mono”. De “El Balay”, idea las lágrimas brotadas por el flaco: “Jorge Jiménez Castro”, traído a las fiestas desde el barrio La Granja. “Jorgito”, ya adulto mayor, aún lagrimea al recordarle “Toro El Balay”, convertido en un son de porro sinuano o palitiao.

“Tellano”, narra hoy, episodios de su mamá Elvia, vendedora de jugos de naranjas, sobre la esquinita contiguo al palacio nacional, donde logramos conocerlo en su edad juvenil. La vieja Elvia, única mujer boxeadora de estas tierras, con tres combates: Montería, Lorica y Barranquilla, saliendo invicta por su pegada.

Recuerdos infantiles: haber conocido a los hermanos Mincho y Miguel Castro, beisbolistas jugando con el flamante equipo “Cardenales”, selecciones Córdoba. Los manteros y hermanos; Fidel y Ñato Madera. De paso, bares tradicionales tales: Club Colombia y Givarito, tirando música mexicana y paisa en la tierra cuna del Porro y el Merencunbé Macumbado. La volada de barriletes era su adoración en los tiempos de asueto.

Adolfo Lozano, primer vendedor de “llaneras” llegado de tierras del Meta a Montería, también viviente en el sector Plaza Moderno o Moderna. Las anécdotas escondidas de “Tellez y San Gregorio”.

78 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Comments


bottom of page