VEREDA MOCHILA: 100 AÑOS EN ABANDONO TOTAL
- mileniolarevista
- 28 nov 2024
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El concreto de la carretera y algunas bombillas, es lo único que los pobladores de la Vereda Mochila, suelen conocer. Han sido 100 años de intensas calamidades viviendo sin que se conozca una gota de agua por redes de acueducto. Explicaciones dadas por el vecino de mayor edad. Néstor Bru.
CRÓNICA: HUGO MIGUEL BUELVAS POSADA: MILENIO 2024.
Corría el año 1924, en los amaneceres del domingo 8 de diciembre, el frío veranero pegaba fuerte sobre las camas de palo y de lona. Los rayos lunares se colaban entre los claros de la arboleda tupida. Jorge Corcho, se levanta por ladridos del perro mocho, asustándose cuando los únicos 8 gallos cantan a la vez.
Jorge Corcho, para esa fecha esperada del día de la virgen de la Concepción, en medio de la oscuridad, tanteando los cachivaches de oficios agarra el rollo de pitas, va al fogón de leña, busca la ollita de barro y prende fuego donde hace el café tinto. Al corchero le era extraña la demora por amanecer, no obstante la repetidera de los cantos de gallos.
Corcho brizaba entonces 65 años, al parecer llegó al paraje procedente de pueblos cienagueros cerca a Cotorra. Tiempos entonces que, el hombre de campo atinaba la hora por el cantar de los gallos. Aunque, esa madrugada decembrina los gallos cantaban seguidamente.
En el territorio ubicado sobre las faldas de serranías, vivían tres familias de casas cercanas. Otras retiradas, pero formalizando una comunidad de amigos, entre otros: José Méndez y Hugo Barrientos.
Inicialmente, finales del siglo 19, el sitio, hoy siendo una vereda crecida familiarmente, le llamaba San José del Totumo, debido a existir mucha palería a su alrededor. Jorge Corcho, pudo arribar al sitio unos 18 años antes.
Las facciones de Corcho eran mestizas de color trigueño. Su oficio era confeccionar mochilas. La suya solo era para guardar la comida durante la faena laboral del campo.
Ese domingo 8 de diciembre de 1924, se le tiene como día de fundación a la vereda Mochila. Siendo, Corcho, Méndez y Barrientos quienes se inventan la primera noche de fandangos con fines de conmemorar la religiosidad de la virgen. Siendo 16 años después del primer festejo de la Concepción en el pueblo Los Garzones, imagen ya en márbol traída del extranjero por los hermanos Rodríguez.
Bien temprano del domingo 8 de diciembre, el trío humano, inventa la realización de riñas de gallos finos desde los patios y la primera noche de fandangos. De allí surgió el nombre Mochila al caserío que era llamado San José del Totumo.
Han sido prácticamente 100 años a cumplirse el próximo 8 de diciembre, de historias complejas poco entendidas por los ahora aproximados 180 habitantes distribuidos en casas de bahareque y concreto, callecitas angostas, pegadas a la carretera a Tierralta.
Una comunidad humana centenaria, sin una gota de agua de beber, territorio destapado e intransitable. Una lata de agua extraída de pozos artesianos cuesta dos mil pesos. El servicio de luz eléctrica deficiente. Niños y niñas, sin acceso a la escuela. Viéndose obligados caminar de a pie muchos kilómetros para hallar un aula escolar,
La vereda Mochila, dista en carro unos 25 minutos de la ciudad capital de Montería. Hoy por ejemplo, Néstor Bru, rayando los 76 años, denuncia no haberse recibido un solo ripio de palma en los 100 años por gobierno o político alguno.
“Sepa bien, el sombrerón antes de elegirse gobernador, nos prometió, al subir la callecita principal sería convertida en placa huella. Pasaron los años sin más volver por Mochila”.
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